Las réplicas del terremoto Odebrecht siguen golpeando Colombia. El que fuera paladín del Centro Democrático en las elecciones de 2014, Óscar Iván Zuluaga, ha suspendido su candidatura a las primarias presidenciales de la formación salpicado por el esquema de corrupción del grupo brasileño.

Zuluaga anunció la decisión el miércoles después de reunirse con el expresidente Álvaro Uribe, fundador de Centro Democrático y principal cara de la oposición en el país. Su salida ha reorganizado el tablero de las primarias del partido opositor.

“Mi propósito era comunicarle de primera mano la decisión de aplazar mi precandidatura presidencial hasta tanto no se esclarezcan por completo los interrogantes sobre la participación de la empresa Odebrecht en el pago de los servicios de Duda Mendonça, asesor de mi campaña presidencial en 2014”, declaró Zuluaga en un comunicado.

“La mía fue una campaña honorable; estoy a disposición de las autoridades competentes para dar cuenta de todas mis actuaciones”, aseguró.

Las autoridades tienen pruebas de que Odebrecht pagó 1,6 millones de dólares al brasileño Eduardo 'Duda' Mendonça por asesorar a la infructífera campaña de Centro Democrático en 2014, indicó el lunes el fiscal general de la nación. La Fiscalía colombiana señala que la campaña de Zuluaga se reunió con Mendonça por mediación de Odebrecht en Sao Paulo meses antes de los comicios.

La prensa identifica entre los presentes a la reunión al propio Zuluaga y al hoy senador y también contendiente en las primarias de Centro Democrático Iván Duque, quien describió el encuentro en una entrevista con El Espectador el mes pasado. Duque aseveró que había acudido por invitación del entonces candidato presidencial de su partido, que no se habló de precios y que él no participó en la contratación del asesor. “Cualquier pregunta relacionada con la negociación, los montos y todo eso le corresponde a Zuluaga”, zanjó.

Pero el escándalo Odebrecht, que según Estados Unidos pagó 788 millones de dólares en sobornos en una docena de países, incluyendo más de once millones en Colombia, también ha golpeado al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Odebrecht contrató un encuesta sobre la favorabilidad del mandatario aspirante a la reelección por valor de un millón de dólares “con el fin de lograr una aproximación con el Gobierno del presidente Santos”, según la Fiscalía. El gerente de la campaña de Santos asegura que “no tuvo conocimiento” de la contratación del sondeo.

En un nuevo desdoblamiento del escándalo Odebrecht, la prensa colombiana apunta este viernes a que el grupo brasileño costeó también carteles de la primera campaña presidencial de Santos en 2010.

Uribe, que pidió investigar las supuestas irregularidades de la campaña de su partido en 2014, ha celebrado la decisión de Zuluaga y criticado a Santos por no hacerse a un lado. “Óscar Iván con nobleza asume responsabilidades, Santos las elude y vocifera exigiendo impunidad”, ha tuiteado el expresidente, que ha visto a un alto funcionario de su Gobierno apresado por el caso Odebrecht: el antiguo viceministro de Transporte Gabriel García Morales por el supuesto cobro de un soborno de 6,5 millones de dólares.

Ésta no es la única polémica que ha golpeado la campaña presidencial de Zuluaga de 2014. En enero la Fiscalía libró de responsabilidades al candidato uribista por la supuesta contratación por parte de su campaña de un hacker con el objetivo de desprestigiar las negociaciones de paz en La Habana, pero decidió mantener las pesquisas contra su hijo como gerente de la campaña.

LOS CONTENDIENTES

La baja de Zuluaga en la contienda interna de la formación ha dejado un hueco en la carrera que la senadora Charo Guerra ha corrido a ocupar. Así, en este momento Guerra, Duque y el exministro Carlos Holmes Trujillo compiten para representar a Centro Democrático en las próximas elecciones presidenciales de 2018.

Guerra ha afirmado este jueves en RCN Radio que Centro Democrático celebrará una convención a finales del mes que viene para escoger al candidato del partido, aunque ha aclarado que aún están por definirse las reglas de elección. “Yo no vine a dividir, vine a sumar y a garantizar que no se pierda el legado de Álvaro Uribe”, dijo a la emisora.

En caso de que el candidato de Centro Democrático se impusiera en las urnas en 2018, el futuro del acuerdo de paz forjado entre el Gobierno Santos y las FARC sería incierto. El mes pasado el senador de Centro Democrático José Obdulio Gaviria, próximo a Uribe, aseguró que, si los opositores al acuerdo llegaran al poder, el “llamado acuerdo final y sus procedimientos ilegítimos” se verían “puestos en entredicho”. Poco después, Uribe salió a matizar que su partido no propondría revocar el acuerdo, sino reajustarlo.

En una entrevista con EL ESPAÑOL en noviembre cuando el Congreso bogotano se disponía a ratificar el segundo acuerdo de paz, Guerra mostró su descontento con el pacto, al considerar que garantizaba “impunidad” a los guerrilleros, y con que el Parlamento le diera el visto bueno. “El único que da la legitimidad es el pueblo, que ya se pronunció en el plebiscito”, afirmó en referencia al referéndum que tumbó el primer acuerdo de paz y llevó a Ejecutivo y guerrilla a introducir cambios al texto.

Trujillo, que formó tándem con Zuluaga en 2014 como aspirante a la vicepresidencia, dijo recientemente a este diario que no buscaría desmantelar el acuerdo, pero tampoco explicó cómo traduciría a la práctica sus críticas al pacto.

Vamos a tratar estos temas en el curso de la campaña presidencial. Y lógicamente el mandato que se reciba será eso, un mandato”, afirmó. “Nosotros nunca hemos estado contra los acuerdos como tal. Pero hay algunos puntos que rechazaron los colombianos y continúan siendo parte del acuerdo reformado”.

Al igual que sus colegas de partido, Duque también es crítico con el acuerdo de paz. La prensa colombiana lo señala como el supuesto favorito de Uribe. En un artículo divulgado el 28 de febrero en la que buscaba poner fin a rencillas internas en el partido, el expresidente aseguraba: “Si los comunistas pensaran como Iván Duque el mundo sería feliz”. Luego añadía: “Me dedicaré con devoción a esa tarea [de consolidar el partido para que gane las elecciones presidenciales] con respeto y apoyo igual a todos nuestros candidatos”.

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