La defensa de la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff ha permitido al actual mandatario, Michel Temer, ganar tiempo en un proceso que podría costarle el cargo.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) ha decidido suspender el juicio por presuntas ilegalidades en la reelección del tándem en 2014 a petición de la defensa de Rousseff.
En un sorpresivo cambio de parecer, el juez instructor, Herman Benjamin, ha accedido a conceder más tiempo a las defensas para presentar sus alegatos finales y a escuchar a más testigos.
Se pospone así un juicio sin precedentes que pone en juego el mandato de Temer. No hay fecha en la práctica para que se retome, lo que la prensa brasileña calcula que no será hasta mayo.
El juicio proviene de denuncias del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) contra la reelección de Rousseff y Temer como presidenta y vicepresidente.
Se acusa al tándem de recibir financiación para su campaña de 2014 del esquema de corrupción de Odebrecht, parte del escándalo Petrobras.
Ejecutivos de la multinacional brasileña han acusado a Rousseff de tener constancia de pagos ilegales a su campaña y a Temer de pedir donaciones.
En las próximas semanas dos magistrados del TSE abandonarán el tribunal y serán sustituidos por jueces percibidos como más afines al tándem presidencial.
Según el diario O Globo, ésta es una jugada arriesgada del juez instructor pero que a la larga puede salirle bien.
"La evaluación es que, si el juicio fuera adelante con un plazo menor para la defensa, los abogados podrían presentar un recurso dentro de unos meses argumentando que no se respetaron sus derechos", analiza.
'UNIDOS' POR LA JUSTICIA
El proceso ante el TSE 'reunía' al tándem Dilma Rousseff-Michel Temer, quien preside el país desde que la primera fuera destituida por irregularidades fiscales.
El impeachment laceró las relaciones entre ambos -Temer incluso se grabó ensayando un discurso de investidura antes de que su antecesora fuera apartada definitivamente del cargo-, pero ahora ambos se enfrentan a un proceso sin precedentes.
Temer ha solicitado que su conducta se evalúe por separado y no en conjunto con Rousseff, explica BBC Brasil.
Aunque el fallo sea negativo a Temer, el presidente podrá recurrir la decisión, por lo que el proceso se puede extender años.