El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Ra'ad Al Hussein, considera que las recientes decisiones del oficialismo en Venezuela, donde se acaba de anunciar un juicio por traición contra líderes opositores, está acabando con lo poco de democracia que queda en este país.
"Con el paso del tiempo, hemos visto la erosión de la democracia en Venezuela y lo que está ocurriendo aumenta la impresión de que se está exprimiendo lo que queda de vida democrática", ha comentado este miércoles en una rueda de prensa. "La democracia está apenas viva, si es que sigue viva, así lo plantearía yo", agregó Zeid.
La ONU ha presentado un informe sobre las violaciones de los derechos humanos en Venezuela desde que empezaron las protestas antigubernamentales, señalando que "las autoridades siguen una clara política de responder a las manifestaciones a costa de los derechos y de las libertades de los venezolanos".
También ha reconocido que se teme que la situación se pueda agravar todavía más en Venezuela, donde las autoridades reconocen 124 muertos en relación con las protestas, aunque las ONG dan cuenta de 157 fallecidos.
Ejecuciones extrajudiciales
"La ACNUDH llegó a la conclusión de que las fuerzas de seguridad emplearon sus armas de servicio durante las manifestaciones, causando la muerte de 27 manifestantes", según el citado informe.
De las 124 muertes relacionadas con las manifestaciones que el Ministerio Público ha investigado, las fuerzas de seguridad son responsables de al menos 46, de los que dos se produjeron por inhalación de gases lacrimógenos, uno por perdigones de plástico, 14 por perdigones y "metras" (canicas), dos por el impacto de cartuchos de bombas lacrimógenas u otros y 27 por armas de fuego.
"El homicidio intencional perpetrado con armas de fuego u otras armas menos leales, a menos que sea estrictamente inevitable para proteger la vida humana, contraviene las normas internacionales y equivale a un uso excesivo de la fuerza y, posiblemente a una ejecución extrajudicial", señala.
Desapariciones forzadas
La ACNUDH ha registrado además "varios casos de desapariciones forzadas", una forma particularmente agravada de detención arbitraria, pero ha podido determinar el paradero de todas las personas cuyos casos fueron documentados. Según la ONG Foro Penal Venezolano, 5.051 personas, entre ellas 410 niños, fueron detenidas entre el 1 de abril y el 31 de julio, fecha esta última en la que seguían arrestadas 1.383 personas.
El organismo sostiene que los casos más graves fueron responsabilidad del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y de la Guardia Nacional Bolivariana (Policía militarizada).
A muchos detenidos les propinaron fuertes palizas en todo el cuerpo, incluidos los genitales, y a un hombre lo esposaron y suspendieron de la tubería de un tanque de agua durante nueve horas y lo golpearon sin interrupción. Otras personas sufrieron quemaduras de cigarrillos, fueron obligados a arrodillarse por largo tiempo o a escuchar canciones y consignas progubernamentales durante horas.
En uno de los casos más graves se utilizaron descargas eléctricas, pero la ACNUDH también documentó casos en los que las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos y otros productos químicos en espacios confinados o los aplicaron directamente a las vías respiratorias de los detenidos para estimular su asfixia.
Ante la constatación de todos estos abusos, entre otros que ha documentado, la ACNUDH pide al Consejo de Derechos Humanos y a la Asamblea General de la ONU que consideren "adoptar medidas" para evitar un mayor deterioro de las libertades fundamentales en Venezuela, y solicita a Caracas que le dé nuevamente acceso al país.
Preocupación por los opositores
La ONU también ha expresado su preocupación por el juicio que ha iniciado la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, complemente oficialista, contra líderes opositores por traición a la patria, y prometió seguir de cerca esos casos.
"Estamos muy preocupados", ha asegurado el alto comisionado de la ONU, quien agregó que cualquier medida debe "respetar escrupulosamente y ser conforme a los estándares de los derechos humanos". "Seguiremos esta situación de una manera extremadamente cuidadosa", ha dicho Zeid
Por este motivo, desde el máximo organismo internacional han señalado que "ponemos este informe a disposición de la comunidad internacional y esperamos que sirva para la rendición de cuentas y como tal esperamos que sea empleado extensamente, incluido por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA)".