Tyler Ivanoff es un profesor de colegio americano que vive en un pequeño pueblo costero de Alaska. Un día, mientras recogía leña con sus hijos en la playa, encontró una botella de champán con un mensaje dentro. Como estaba escrito en ruso, Ivanoff hizo una fotografía de la botella y la breve nota y las publicó en Facebook pidiendo ayuda con la traducción.
Fechada en 1969, la carta decía así: "Saludos afectuosos desde la Flota del Este rusa. Te deseamos buena salud, larga vida y feliz navegación". También indicaba que los autores eran los miembros de la tripulación de Sulak, uno de los buques de la flota pesquera rusa del Este.
Los hijos de Ivanoff estaban emocionados: "¿Es de un pirata?", preguntaban a su padre. Pero lo más sorprendente no fue solo el hallazgo de un mensaje lanzado al mar hace más 50 años, sino poder localizar al autor del mensaje, Anatoli Botsanenko, el entonces capitán del pesquero, que tiene ahora 86 años y reside en Sebastopol, en Crimea.
El antiguo marinero ruso, se ha emocionado al saber que su botella, descorchada a bordo en el 69 para celebrar el buen trabajo de la tripulación, haya acabado en manos de un americano, pues cuando la lanzaron al mar EEUU y Rusia se encontraban en plena Guerra Fría.