Luis Arce, el nuevo presidente de Bolivia que deberá mantener el legado de Evo Morales

Luis Arce Catacora, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), es el virtual ganador de las elecciones que se celebraron en Bolivia el domingo pasado y que lo llevarán a gobernar el país durante los próximos cinco años. Licenciado en Economía por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA),  fue uno de los artífices, como ministro de Economía, del "milagro" que hizo prosperar a Bolivia incluso durante la crisis de 2008.

Formó parte del gabinete ministerial del expresidente Evo Morales desde el año 2006 y le acompañó hasta 2017, cuando se retiró para tratarse de un cáncer que le había sido diagnosticado.

La figura de Arce está íntimamente ligada a la de Evo Morales, pues fue su ministro de Economía durante 12 de los casi 14 años consecutivos de su mandato. Si bien esta vez Morales no era candidato, al encontrarse fuera de Bolivia desde la crisis del año pasado, el voto a Arce ha sido en esencia un voto para el retorno del expresidente (2006-2019), que permanecía expectante en Argentina a la espera de los resultados electorales y ya ha anunciado que volverá "tarde o temprano" a su país.

Evo Morales huyó de Bolivia en 2019, cuando hubo acusaciones de fraude electoral en su favor. Entonces tomó la decisión de abandonar el país denunciando un golpe de Estado. En aquella polémica cita electoral, Morales fue elegido para un cuarto mandato consecutivo con un 47,08% de los votos, el porcentaje más bajo obtenido por el expresidente en las cuatro elecciones en las que había resultado ganador.

La Fiscalía Boliviana ha emitido varias órdenes para que Evo Morales comparezca ante la Justicia en distintos procesos en los que está acusado de genocidio, sedición y terrorismo, entre otros delitos, varios de ellos a instancias del Ejecutivo transitorio presidido por Jeanine Áñez (del partido Movimiento Demócrata Social), que ya ha reconocido la victoria de Arce.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, en una rueda de prensa en Buenos Aires el pasado lunes. Reuters

Además, el Gobierno transitorio ha denunciado al exmandatario por delitos de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

El entonces ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, manifestó días antes de los comicios del 18 de octubre que Morales "no va a ingresar a Bolivia ni aunque ganara el MAS", tras la advertencia del viceministro interino de Régimen Interior, Javier Issa, de que se preveía que entrara al país por la localidad fronteriza de Yacuiba desde Argentina.

Morales ha sostenido en más de una ocasión que volvería "al día siguiente" a Bolivia si el MAS ganaba estas elecciones, si bien miembros del MAS no creen prudente que el expresidente regrese ahora, a pesar de conocerse que su candidato a la presidencia, Luis Arce, es el virtual ganador de las elecciones.

La presidenta del Senado, que ejerce también como presidenta de la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, del MAS, manifestó este lunes que "no es el momento adecuado" para que Morales regrese al país, porque aún tiene "problemas que solucionar". "Nosotros, a la cabeza de Luis Arce y como Asamblea tenemos tareas que culminar", dijo Copa a los medios un día después de los comicios.

Arce volvió a otros cargos una vez recuperado de su enfermedad. También abandonó Bolivia tras la dimisión de Morales por la crisis de noviembre de 2019 derivada de las denuncias de fraude electoral, el paro cívico que sufrió el país, el motín policial y la sugerencia de los militares de renunciar.

Luis Arce estuvo en México, pero poco tiempo después volvió a Bolivia. Fue elegido candidato y este domingo se convirtió en el virtual nuevo presidente, con el 52,4% de los votos según el conteo rápido de Ciesmori para la red Unitel que recoge el diario boliviano La Razón.

Las felicitaciones a Arce se han ido sucediendo a lo largo de la jornada. Ha recibido la enhorabuena de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, del presidente chileno Sebastián Piñera, del expresidente ecuatoriano Rafael Correa, de la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, del presidente peruano Martín Vizcarra e incluso ha sido felicitado por el Gobierno estadounidense y por el que fuera candidato demócrata a la presidencia de EEUU, Bernie Sanders.

Ahora le queda una ardua tarea por delante al nuevo presidente de Bolivia: gestionar el país en medio de una pandemia mundial y mantenerlo unido tras el terremoto político de 2019.