"Creo que vamos a tener una gran noche, pero esto es política... son las eleciones... y nunca se sabe". Así de dubitativo se mostró el presidente de EEUU, Donald Trump, en una visita a la sede de su campaña de reelección en Arlington (Virginia), en las afueras de Washington DC, durante la jornada electoral de este martes en el país.
"He escuchado que lo estamos haciendo muy bien en Florida y que lo estamos haciendo muy bien en Arizona. Lo estamos haciendo increíblemente bien en Texas. Lo estamos haciendo, creo que lo estamos haciendo, estoy oyendo que lo estamos haciendo bien en todas partes", dijo Trump al personal de su campaña, delante de las cámaras de televisión.
Trump alabó las filas de votantes en algunos centros y predijo que va a gobernar cuatro años más. Además, elogió la labor de los trabajadores de su campaña y bromeó con que "alguna de estas personas será algún día presidente".
Dudas
El mandatario agregó que no está pensando "ni en el discurso de concesión (de la derrota) ni en el de aceptación" de la victoria en los comicios. Aun así, el presidente reconoció: "Ganar es fácil. Perder nunca es fácil, no para mí, no lo es".
El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, aventaja a Trump en 7,2 puntos de cara a los comicios de este martes, según el promedio de sondeos de RealClearPolitics.
De acuerdo a esos datos, Biden va por delante con una media de 2,3 puntos en los estados clave de Florida, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona.
Más allá del voto popular, en los comicios en EE.UU. lo que realmente cuenta es el Colegio Electoral, un órgano integrado por 538 delegados que eligen los estados en función de su población. El candidato ganador en cada estado, aunque sea por un solo voto, se lleva todos sus compromisarios.
El número mágico de delegados para llegar a la Casa Blanca es 270.
RealClearPolitics apunta que Biden lograría 216 delegados, frente a 125 de Trump y habría 197 en juego todavía.