Las acusaciones sin evidencia de "fraude" electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, han provocado una vía de agua en el Partido Republicano, con muchos legisladores distanciándose del mandatario, y desencadenado, en el lado contrario, la ira de su círculo más cercano, especialmente de sus hijos Eric y Don Jr.
En una insólita intervención desde la Casa Blanca este jueves, Trump aseguró que habría ganado las elecciones si se contaran sólo los votos "legales" y cargó contra los demócratas por querer "robar" el resultado electoral. Previamente, Trump había urgido a "detener" el conteo de votos, sobre todo en Pensilvania, y había presentado sendos recursos a los resultados favorables a Joe Biden en Wisconsin y Michigan.
"Contar cada voto es el corazón de la democracia", dijo Mitt Romney, senador y excandidato presidencial republicano en 2012 en un comunicado. Asimismo, Marco Rubio, senador por Florida y uno de los más cercanos a Trump, remarcó que el hecho de que "tome días para hacer el cómputo de votos no es fraude".
Otros fueron más lejos, como el gobernador de Maryland, Larry Hogan, quien subrayó que "no hay defensa para los comentarios" de Trump, que consideró que "socavan el proceso democrático".
Los hijos de Trump
Frente a ello, los hijos del mandatario Eric y Don Jr., que han estado muy activos en la campaña electoral, lanzaron sus dardos contra el partido. "La falta total de acción de virtualmente todos los aspirantes a 2024 es bastante asombrosa. Tienen una plataforma para demostrar que están dispuestos y son capaces de luchar pero prefieren ceder a la mafia de la prensa en su lugar", indicó Eric en su cuenta de Twitter. Poco después, su hermano Don Jr. escribía en la misma red social: "¿Dónde está el Partido Republicano? Nuestros votantes nunca lo van a olvidar".
En las últimas horas, algunos republicanos sí que han dado un paso al frente, como el líder de la minoría conservadora en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien aseguró falsamente que Trump había ganado las elecciones y exigió que "los votos legales sean protegidos".
Entre todo el ruido generado y la creciente tensión, sobresale la distancia puesta por el legislador republicano más poderoso en Washington, el presidente del Senado, Mitch McConnell. "Reclamar que has ganado las elecciones es muy diferente de finalizar el cómputo de votos", apuntó ante periodistas.
Según los últimos datos, el candidato demócrata, Joe Biden, se encuentra cerca de conseguir los 270 votos electorales necesarios para ganar los comicios, a falta de que se concreten los resultados en cuatro estados: Pensilvania, Georgia, Nevada y Arizona, en donde el demócrata lidera el escrutinio.