Organizaciones de El Salvador se manifiestan en contra de la destitución de magistrados de la Corte Suprema.

Organizaciones de El Salvador se manifiestan en contra de la destitución de magistrados de la Corte Suprema. EFE

América

Bukele da un último giro en su autoritarismo en el Salvador y Estados Unidos le manda un aviso

El posible enredo legal no se termina de vislumbrar después de que el Congreso votara por sustituir a varios magistrados de la Corte Suprema.

4 mayo, 2021 03:04

El Salvador se adentra a una crisis política por la existencia de dos salas de lo Constitucional en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) después de que el Congreso votara por sustituir a varios magistrados, en una medida criticada de manera firme por Washington y señalada de "golpe de Estado" por organizaciones sociales.

Las Asamblea Legislativa, que tomo posesión el sábado con amplia mayoría oficialista, votó por destituir a los cinco magistrados propietarios y a sus suplentes, pero la misma sala declaró inconstitucional la medida legislativa, impulsada por el oficialismo y apoyada por el presidente Nayib Bukele.

El posible enredo legal de ambas posiciones encontradas aún no se termina de vislumbrar en el país.

El Ejecutivo de Bukele y la Asamblea Legislativa reconocen a cinco abogados que fueron votados y juramentados como nuevos magistrados constitucionales, pero la Sala de lo Constitucional señaló en el fallo que estas decisiones atentan contra la forma de gobierno republicano que señala la Carta Magna.

Washington llama la atención

El secretario de Estado, Antony Blinken, conversó con Bukele y le manifetó su "profunda preocupación" por la decisión de la Asamblea Legislativa de separar de sus cargos a los jueces y al fiscal general, Raúl Melara.

Blinken señaló que "un Poder Judicial independiente es esencial para la gobernabilidad democrática".

Además defendió que Melara está "luchando contra la corrupción y la impunidad" y "es un socio eficaz" para combatir el crimen "tanto en Estados Unidos como en El Salvador", según un comunicado.

Blinken destacó "el compromiso de Estados Unidos para mejorar las condiciones en El Salvador", mediante el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la separación de poderes y la defensa de una prensa libre.

Las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos no se encuentran en su mejor momento desde que el magnate inmobiliario Donald Trump, a quien Bukele consideraba "nice and cool", dejó el Ejecutivo norteamericano.

De hecho, el presidente no recibió al enviado especial de Biden al Triángulo Norte de Centroamérica, Ricardo Zúñiga, en una visita que hizo a principios de abril y en la que pidió reunirse con el jefe de Estado salvadoreño.

Juan González, el principal asesor del presidente de EEUU, Joe Biden, para Latinoamérica, se pronunció el mismo sábado sobre la situación, al igual que la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung. "Así no se hace", escribió en español González en su cuenta de Twitter.

Chung, por su parte, indicó en la misma red social que "la existencia de una relación fuerte entre Estados Unidos y El Salvador dependerá de que el Gobierno de El Salvador apoye la separación de poderes y de que sostenga las normas democráticas".

Renuncias

Raúl Melara, el exfiscal general de El Salvador, y Marina Marenco de Torrento, exmagistrada de la Sala de lo Constitucional, dieron a conocer este domingo sendas cartas de renuncia a sus cargos en las que señalaron que la votación realizada por la Asamblea Legislativa para su destitución es "inconstitucional".

Melara dio a conocer la carta mediante su redes sociales, mientras que la de Marenco fue divulgada por diversos medios de comunicación social.

Marenco se suma así al exmagistrado Aldo Cáder, que este domingo también presentó su renuncia por "razones personales y familiares diversas".

Los diputados oficialistas, que suman 64 votos de los 84 diputados, acusaron a los magistrados de "fraude a la Constitución" y de ejercer funciones propias del Ejecutivo en sus fallos sobre el manejo de la pandemia, mientras que a Melara lo señalaron de poseer vínculos con un partido opositor.