Los vocales de mesa de los 2.731 locales de votación comenzaron el conteo de votos de los históricos comicios para elegir a los 155 hombres y mujeres que redactarán una nueva Constitución para reemplazar a la impuesta por la dictadura militar y construir un nuevo pacto social.
Más de tres millones de chilenos, el 20,5% del electorado, votó el sábado en la primera jornada de unos comicios considerados los más importantes desde el plebiscito de 1988 que puso fin al régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
La participación total se conocerá dos horas después del cierre de urnas, a las 20:00 hora local (las dos de la madrugada hora peninsular española), aunque se espera que esté por debajo del 50,9% registrado en el plebiscito del pasado octubre convocado como una salida a la crisis social y en el que el 80% de los electores decidieron derogar la actual Carta Magna, foco de críticas por fomentar la privatización de servicios básicos.
Desde que el voto dejó de ser obligatorio en 2012, ninguna elección ha superado el 50% de participación -a excepción del plebiscito- y el la participación más baja se registró en las municipales de 2016, cuando solo votó el 34,9% del padrón.
"Con datos parciales del sábado, la megaelección se parece más a una elección municipal que al plebiscito", lamentó el analista director de la consultora Tres Quintos, Kenneth Bunker.
Las claves
Se han publicado pocas encuestas sobre los resultados de los comicios, aunque la clave estará en si los defensores del actual modelo económico -principalmente la derecha gobernante- conseguirán un tercio de los escaños, cifra imprescindible para influir en la construcción de las nuevas reglas del juego.
En un ambiente de gran desafección hacia los políticos tradicionales, una baja participación podría beneficiar al oficialismo, que acudió unido a las urnas con una sola lista y cuyos votantes son más fieles, mientras que la oposición de izquierdas inscribió varias listas.
Según los datos de participación del sábado, las prósperas comunas capitalinas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, registraron una participación entre el 30 y el 41% del padrón, mientras que comunas con menor índice socioeconómico como La Pintana, El Bosque y San Bernardo, registraron una participación no superior al 17%.
"Hay todavía sectores que piensan que no es necesario expresarse y por eso creo que en la nueva Constitución tenemos que hacer que el derecho a voto sea obligación", dijo el expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), bajo cuyo mandato se acometieron grandes reformas constitucionales, como la democratización de la elección de senadores y la subordinación total del Ejército al Gobierno.
Las elecciones, que iban a celebrarse en abril pero fueron pospuestas por la pandemia, se celebraron en dos días para evitar aglomeraciones -algo insólito en Chile- y los electores también votaron por autoridades locales y gobernadores regionales, una figura que hasta ahora era designada por el Ejecutivo.