El candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei, durante el debate con Sergio Massa.

El candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei, durante el debate con Sergio Massa. Reuters

América

Milei se hace la víctima tras el debate final: llama “mentiroso” a Massa y se mete con el público

Tras su débil actuación en el debate contra Massa, Milei ha sugerido que si pierde las elecciones querría trabajar en el equipo de fútbol Boca Juniors. 

14 noviembre, 2023 03:09
Buenos Aires

Argentina vivió el lunes, día después del debate final en la campaña presidencial, sopesando los desempeños de cada uno de los candidatos, el oficialista peronista Sergio Massa y el opositor de ultraderecha Javier Milei. La cuenta de aciertos y descuidos alimenta las apuestas de cara al balotaje, o segunda vuelta electoral, del próximo domingo, que se perfila superreñida.

La mayoría interpretó que Massa obtuvo una victoria por puntos, sin llegar al nocaut. Así lo reflejaron también los periódicos Clarín y La Nación, críticos de Massa. En sus portadas titularon: “Massa sacó ventaja de un Milei, que no aprovechó la enorme crisis que deja el Gobierno” y “Massa impuso su agenda y Milei no lo incomodó con la crisis económica”, respectivamente.

Consciente de que su papel tibio y dubitativo en el debate pudo dejarlo a la cola en la carrera a la Casa Rosada, el candidato opositor de La Libertad Avanza (LLA) salió el domingo de madrugada a dar explicaciones sobre su actuación. Y no tuvo vergüenza al hacerse la víctima culpando al público que presenciaba el choque dialéctico.

[Un Massa directo asedia a un Milei blando en el debate final en Argentina: "¿Quitarás los subsidios?"]

"El público de Massa estaba enfrente mío y cada vez que yo tenía que hablar se dedicaba a toser, era un coro de tos", se quejó Milei. Y atribuyó esa circunstancia a “un equipo de psicólogos que asesora a Massa” y que “buscaba un desborde emocional mío, pero no lo logró, aun con los tosedores, que es un tema no menor”.

La insólita excusa de "los tosedores” trajo su guasa. La revista humorística Barcelona publicó una portada con la leyenda: “Alarma: denuncian que hace una semana entraron al país más de 200 tosedores cubanos”.

Portada de la revista satírica 'Barcelona' tras el debate entre Massa y Milei.

Portada de la revista satírica 'Barcelona' tras el debate entre Massa y Milei.

Massa recogió el guante e ironizó sobre la molestia de Milei. "Cuando uno está concentrado en hablar con los que tiene que hablar y transmitir el mensaje a sus vecinos, no hay tos ni ruido" que puedan molestar. "Sólo a aquellos que van a escucharse a sí mismos –afirmó- les molesta la tos, a mí no me molesta".

Milei también disparó contra su oponente de la coalición oficialista “Unión por la Patria” (UxP) al señalar que "fue muy agresivo, tuvo frases muy ofensivas hacia mi persona" y le atribuyó la intención de “mostrarme como alguien desequilibrado y que no está en condiciones de gobernar. Eso lo buscó intensamente”.

“Yo lo noté muy soberbio. En una parte del debate se le deformó el rostro. A mí me sorprendió, yo me hacía la idea de que mintiera, pero no tanto. Fue como discutir con un psicópata, porque decía cosas por fuera de la realidad, hay que tener una templanza muy fuerte", indicó.

El público que colmaba el aula magna de la facultad de Derecho, donde tuvo lugar el debate, estuvo dividido en partes iguales entre seguidores de los dos candidatos. Nadie había notado el supuesto “coro de tos” del que se quejó Milei. En cambio, sí hubo algunos aplausos y exclamaciones en ambos bandos que se pudieron observar en la transmisión televisiva.

“Un presidente tiene que tener equilibrio mental", dijo Massa al promediar el debate y el comentario derivó en un "¡Uuuuuhhhhh!" de festejo en un sector del auditorio, tras lo cual el postulante del peronismo remató: "Te ofrezco ir a hacernos juntos un (test) psicotécnico", “contale a la gente por qué no te renovaron las prácticas en el Banco Central cuando trabajaste ahí".

Entre los fans de Milei hubo algarabía cuando le soltó a Massa: "Si vos fueras Pinocho, ya me hubieras pinchado un ojo, porque sos muy mentiroso”. Pero el ánimo decayó cuando no completó su turno y cedió la palabra a su adversario. “Esto es la clara muestra de que un candidato no estudió nada ni le importa la educación y la salud", se mofó el presidenciable oficialista.

Al final del debate, no hubo saludo entre los candidatos ni sus familiares subieron al escenario. Massa comenzó a saludar con la mano y arrojar besos a su esposa Malena Galmarini, que estaba ubicada en las gradas. Ella respondió con un sonoro grito: "Te amo, Massa". Los seguidores de Milei, entonces, arrancaron a corear su himno “¡la casta tiene miedo/tiene miedo…!”.

¿Trabajo en el Boca Juniors?

Nada más enterarse de que su actuación irregular en el debate podría restarle votos y resuelto a ganar más sufragios de donde sea, Milei anunció su voluntad de meterse en el barro de la dirección del fútbol profesional. De joven jugó de portero en las categorías inferiores de Chacarita Juniors y es forofo del club más popular de Argentina, Boca Juniors.

Ayer anunció su apoyo al expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) en su intento de volver a dirigir Boca. Macri fue presidente del club xeneize entre 1995-2007, período en el que el club ganó 17 títulos. “Si Macri considera que puedo ser de utilidad para recobrar la grandeza y el brillo que tuvo Boca durante su gestión, no tengo problema en ayudarlo”, declaró Milei.

"No sé en qué rol -aclaró-. Esperemos que en ninguno porque voy a ser presidente de la Nación, pero pondría el hombro para ayudar a que Boca vuelva a brillar".

Macri, que apoya a Milei en las presidenciales, anunció ayer que se presentará a las elecciones del club Boca Juniors para ungir nuevas autoridades. Su fórmula competirá con la lista oficialista del actual vicepresidente y exjugador, Juan Román Riquelme, ex mediocampista del F.C. Barcelona (2002-2003) y Villarreal C.F. (2003-2007).

Los clubes de fútbol argentinos, jurídicamente, son asociaciones civiles sin fines de lucro. Pero Milei y Macri son partidarios de cambiar y convertirlos en sociedades anónimas deportivas como ocurre en el Reino Unido. Una decena de equipos, entre ellos los denominados cinco grandes -Boca, Independiente, Racing, River y San Lorenzo-, rechazaron esa propuesta de privatización.