Carmen Aristegui, periodista de México.

Carmen Aristegui, periodista de México. Cedida

América

Carmen Aristegui: "Con esta violencia no podemos hablar de una democracia plena en México"

"La elección 2024 está marcada por las decenas de asesinatos en el país". "Trump ha sido muy agresivo y AMLO no ha querido enfrentarlo". "Que hayan votado a Milei, con el perfil que tiene, te habla del tamaño del hartazgo".

27 mayo, 2024 02:45

Es un día soleado en Ciudad de México, pero de altísima tensión. Sólo quedan algunas horas para el tercer y último debate presidencial antes de las elecciones del 2 de junio. Poco antes de que arranque la discusión, en el Zócalo, también en la capital, la candidata opositora, Xochitl Gálvez, liderará una manifestación masiva en contra del Gobierno de Andrés López Obrador (AMLO). Sea ella o la aspirante oficialista, Claudia Sheinbaum, por primera vez una mujer se hará del poder en el gigante sudamericano. La periodista Carmen Aristegui analiza lo que se avecina: "Es un momento histórico".

Aristegui se da un tiempo para hablar con EL ESPAÑOL en medio de una de las jornadas más intensas desde que inició la campaña. En CNN, canal en el que conduce un programa, deberá cubrir la previa, el debate en sí mismo y las reacciones de después. Espera que a diferencia del anterior, donde lo que predominaron fueron las descalificaciones, esta vez sí se puedan exponer ante la audiencia las verdaderas propuestas de gobierno.

Nacida el 18 de enero de 1964, Aristegui ha encabezado investigaciones que han cambiado la historia de México. Y, en consecuencia, del resto de la región. Lo hizo en 2014, cuando a través de un reportaje de MVS Noticias, reveló una red de prostitución que operó por más de una década en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal. La red, avisó la periodista, estuvo liderada por el máximo dirigente de la agrupación en ese momento, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. Lo hizo también con Marcial Maciel, fundador de la congregación Legionarios de Cristo, gran financista del Vaticano y abusador de decenas de menores de edad.

Una de sus grandes preocupaciones, dice, es la violencia que se ha tomado las calles. Ante la pregunta sobre cuán grave es, no titubea: "Es grave cuando hay sólo un asesinato". Pues, hasta la fecha, México registra la lamentable cifra de más de 150 episodios de violencia y más de 20 fallecidos por motivos políticos. Una cifra, que en palabras de Aristegui, significa un duro golpe a una democracia que se debilita con cada crimen ejecutado.

De difícil relación con AMLO, a quien le ha acusado de beneficiarse de la fallida construcción del aeropuerto de Texcolco, le critica una política internacional "desordenada", que "ha dejado todo que desear". Sobre las elecciones estadounidenses, bromea con que todo el mundo debiera tener derecho a votar por las implicancias que tiene. Liderazgos como los de Milei en Argentina y Bukele en El Salvador, los atribuye al hastío de la gente y a la crisis de las instituciones democráticas.

Claudia Sheinbaum tiene un perfil interesante. Es física y al mismo tiempo se define como "revolucionaria". Ha sido la primera mujer en muchos de sus cargos públicos y ahora puede convertirse en la primera presidenta en la historia de México. ¿Cómo describes su liderazgo?

Es un momento histórico para México, al estar una mujer a la puerta de ganar la presidencia de la república, ya sea Sheinbaum o Gálvez. Nunca antes hubo una posibilidad verdaderamente cercana de que una mujer gobernara México. Ese ya es un hecho por sí mismo. El perfil de Sheinbaum es interesante. Es una científica que tuvo un papel de liderazgo estudiantil en tiempos de una movilización universitaria en la Universidad Autónoma de México (UAM), cuando se intentó cobrar colegiaturas. Hubo una movilización importante para defender la gratuidad de la educación universitaria. Ella era una de las personas, que junto con otros, encabezaron ese movimiento.

Es una mujer que ganó la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. No es la primera mujer que gobierna la capital, porque ya había gobernado Rosario Robles, pero ella lo hizo sustituyendo a quien ganó la anterior elección y se fue a competir por la presidencia. Sí es la primera mujer que gana en las urnas gobernar a la capital y es muy probable que sea la primera mujer que gane en las urnas la Presidencia de la República.

¿Ha sido especialmente alarmante la violencia electoral en esta pasada? ¿O es una más dentro de las varias que han enfrentado episodios de este tipo?

Tristemente la elección 2024 está marcada por las decenas de asesinatos en diferentes partes del país. Estamos hablando de un fenómeno de violencia política estrujante, inadmisible. En este proceso electoral tenemos un número demasiado alto de personas que han sido asesinadas desde el momento en que se empezaron a definir las aspiraciones a las candidaturas a los municipios, principalmente. Hay por lo menos dos grandes observatorios de la violencia política que coinciden en ir contando los eventos tráficos y violentos que se han registrado desde 2023 a 2024. En su conjunto hay más de 150 eventos de violencia. No todos asesinatos, sino también amenazas, secuestros, agresiones directas u homicidios.

Y todo esto en una elección que será muy masiva...

Es un proceso electoral que convoca a 100 millones de personas a votar. Se están jugando 20.000 cargos de representación popular y de esos 20.000 uno de esos es la Presidencia de la República. Hay lugares en donde puede haber una elección tranquila, pero hay lugares en donde no, en donde los mismos candidatos están en riesgo o han perdido incluso la vida.

¿Es un golpe directo a la democracia estas cifras de violencia?

Absolutamente. No se puede hablar de una democracia plena si tienes esos niveles de violencia en diferentes partes de la república. Es un desafío gigantesco que tiene México. No sólo relacionado con las contiendas y las disputas electorales, sino en general.

¿Cuán decisiva es la elección de Estados Unidos? ¿Cuánto puede cambiarle el panorama según qué candidato sea electo?

Para el mundo es fundamental. Bromeamos siempre con que el resto del mundo debiera tener derecho a votar por el impacto que tienen. Seremos todos afectados de una u otra manera con lo que decidan en esa latitud.

¿Y para México en particular?

Somos frontera, tenemos un Tratado de Libre Comercio (TLC) que nos marca crucialmente, un fenómeno migratorio gigantesco, todos los temas que te puedas imaginar con los Estados Unidos. El crimen organizado, el tema de un gran consumidor sino el máximo de droga del mundo y nosotros como un país que se ha convertido lastimosamente en sede de dos de los principales cárteles que ya son internacionales: el cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación. Son dos organizaciones criminales muy potentes, con presencia en decenas de ciudades del mundo. Es una relación inamovible por mil razones.

¿No representa Trump una mayor amenaza? En su anterior mandato fue hostil ante la población mexicana.

Supongamos que Trump libra toda esta circunstancia judicial que tiene y se convierte de nuevo en presidente de Estados Unidos. Pues Trump ha sido muy agresivo con México y el presidente mexicano, AMLO, no ha querido enfrentarlo nunca. Es muy curiosa la relación entre Trump y López Obrador. Cuando se han encontrado son amables y eso que Trump ha dicho cosas espeluznantes de México y los mexicanos y AMLO ha preferido no enfrentarlo, no responder a acusaciones como que los mexicanos son violadores y asesinos.

Está la idea de que AMLO prefirió no enfrentarse al "grandote" de la clase, al que hace bullyng y optó hacerse a un lado.

[México entra en su última fase electoral: la violencia no cesa y Sheinbaum mantiene el favoritismo]

¿En qué se traduce esa agresividad que mencionas?

En haber obligado a México a modificar sustancialmente su política migratoria. El Gobierno tenía un tipo de idea de cómo procesar los asuntos migratorios desde una perspectiva humanitaria e inclusiva, que dio un giro de 180º cuando Trump le dijo abiertamente al gobierno mexicano que si no ponía a su Ejército a frenar el flujo migratorio iban a haber efectos de inmediato. El gobierno mexicano rápidamente cumplió lo que exigió la Casa Blanca y se estrenó una Guardia Nacional creada por la actual administración, que constitucionalmente debería ser civil, pero que terminó siendo militar. Se mantiene como un gran muro para intentar frenar el enorme flujo migratorio, que es un tema planetario.

¿Qué motiva el silencio o la ambigüedad de AMLO con respecto a a Trump?

Que le tiene miedo. Le tiene miedo, porque si se enfrenta a un personaje como Trump vaya a saber uno cómo reaccionaría. Calcula la asimetría y dice "no me puedo pelear contra este gigante, mejor me hago a un lado". Podemos verlo así.

¿Cómo se ha desenvuelto el actual gobierno con los grandes conflictos geopolíticos que tenemos en este momento?

AMLO es un personaje que en política internacional dejó todo que desear, porque fue un presidente que alegando la doctrina de no meterse con los demás y de mantener la soberanía de los demás países, se metió en otros asuntos que no les correspondía y no se metió en los que debería haberlo hecho.

¿Gaza es un ejemplo de conflicto en el que habiendo debido intervenir, no lo hizo?

No ha tenido una postura clara y nítida con respecto a lo que ocurre con Palestina, como sí hemos visto en Boric o algunos otros líderes del mundo, que plantean que eso debe parar. Ha preferido no meterse, no ser lo suficientemente contundente con la invasión a Ucrania. Tardó mucho en tratar de tener una postura. La cancillería tiene una postura adecuada a las circunstancias, pero no el líder político, que sí se ha metido hasta la cocina con Perú, defendiendo a Pedro Castillo, algo que uno no termina de entender. Con Pedro Castillo, que está en la cárcel por haber intentado un golpe fallido de manera muy torpe.

¿Y sobre la crisis diplomática con Ecuador?

El presidente Daniel Noboa decidió algo inadmisible como es allanar una embajada. Eso es absolutamente indignante para México, una ofensa. Pero sin justificar a Noboa, debemos reconocer que lo previo fue creando la crisis. Y lo previo fue una relación de AMLO con el exvicepresidente de Correa, a quien recibe en la embajada en diciembre sin haberlo asilado todavía. Lo asiló en el momento en que estaba a punto de ser detenido, pero estuvo muchos meses dentro de la embajada sin una protección diplomática real. Estamos hablando de que México ha prestado asilo a una persona que tiene acusaciones de corrupción y sentencias en su contra. Jorge Glass dice que es un perseguido político y México, al asilarlo, le está dando la razón.

Es un estilo de política internacional bastante desordenada sin una guía más clara que la ocurrencia y lo intempestivo de decidir con respecto a la apreciación personal de AMLO. Estamos lejos de lo que históricamente ha sido la tradición política internacional de México, pues que entiendo ha sido reconocida por décadas.

¿De dónde nacen liderazgos como los de Milei? ¿Responde a lo conflictiva que está la sociedad actual? ¿Pueden haber más como él en la región?

Que hayan votado a Milei, con el perfil que tiene, te habla del tamaño del hartazgo, de la desesperación de un país que tiene una condición económica brutal, una inflación impresionante, una circunstancia desbordada. Desde luego, la postura de Milei ha tocado todas las fibras del enojo, exalta el enojo mismo, alienta la reacción negativa con respecto a los poderes establecidos, él se ofrece como una persona que va a romper al Estado, que va a destruir a las instituciones, esta cosa de la 'motosierra'. Es una crisis muy profunda de las propias instituciones democráticas, de los propios ejes que teóricamente definen a la democracia. Se está optando por algo más que disruptivo. Es alguien que está pretendiendo salir de una crisis a partir de políticas de shock.

Milei, de algún modo, es cada vez más la regla y cada vez menos la excepción, ¿no? Si uno ve el resto de los países y los liderazgos que últimamente se han posicionando, muchos siguen, en parte, la retórica del mandatario argentino.

No estoy tan segura de que sea común todavía (se ríe). Creo que aún no llegamos a eso, quiero pensar que continúa siendo excepción. Hay perfiles que desde luego se van alejando de lo que uno esperaría de ciertos estándares de convivencia democrática.

¿Bukele, por ejemplo?

El caso de Bukele es excepcional. Es un presidente profundamente popular que pudo reelegirse a pesar de que la Constitución dijo que no. Déjame citar a los periodistas de El Faro, como Carlos Dara, que cuando sucedió la reelección de Bukele, se instauró formalmente una dictadura. Una dictadura con un apoyo popular impresionante.

Saliendo de la política y entrando en lo que ha sido una de tus más importantes investigaciones. 'Marcial Maciel: la historia de un criminal'. ¿Cómo viviste ese proceso?

Fue una de las investigaciones más fuertes que me han tocado como persona, por todo lo que involucró el caso Marcial Maciel. El libro se publicó cuando el Vaticano ya había aceptado que Maciel había cometido abusos. Era imposible referirse a alguien a quien se le consideraba prácticamente un 'santo'. Un personaje que adquirió un enorme poder, porque instauró colegios, seminarios. En el libro que tú mencionas tengo entrevistas con víctimas, especialistas y tengo una en particular con Lucila Servitje, que es una teóloga que acuñó una expresión que me parece muy puntual que es "Marcial Maciel constituyó la teología del poder".

¿En qué sentido constituía la "teología del poder"?

Todo en torno a Maciel eran los principales empresarios del país, que tenían a sus hijos estudiando en los mejores colegios, todo en torno a Marcial Maciel era poder político. Una figura intocable. Pues lo que instauró en términos de la relación de una orden religiosa de origen mexicana, 'Legionarios de Cristo', que fue ensanchando su presencia en otros países, acaba siendo un caso icónico de lo que es el tipo de abuso que se puede tener en contra de menores, de personas, a partir de un diseño institucional que está ahí expuesto.

¿Qué papel cumplió el Vaticano en toda esta trama?

El caso Maciel es la historia de abusos múltiples denunciados por víctimas décadas atrás al Vaticano. Un Vaticano que escondió esas denuncias hasta el punto en que no pudo más. La exposición pública del caso Maciel obligó al Vaticano a reconocer que efectivamente Marcial Maciel había cometido cosas inadmisibles.
Que la historia de Marcial Maciel sea conocida en sus múltiples facetas es una de las tareas que más me han sacudido por sus dimensiones y de las que tengo más recuerdos en términos de mi trayectoria y en lo que yo he podido hacer a través del periodismo.

¿Cuán responsable fue Juan Pablo II de la impunidad de Maciel?

Juan Pablo II fue el gran protector de Marcial Maciel. Había - asumo que sigue habiendo - una gran cantidad de dinero, porque es una gran maquinaria de dinero la Legión de Cristo, y es uno de los principales recursos que ha tenido el Vaticano a través de la historia. Marcial Maciel era una figura, no sé si querida, pero necesaria en el Vaticano.

¿La Iglesia aprendió algo de la historia de Marcial Maciel?

Le ha costado a la Iglesia muchísimo el silencio como respuesta a los abusos en contra de menores. Supongo que en alguna medida esto ha significado para la Iglesia algunas modificaciones importantes. No me atrevo a decir si intentaron hacer algo o no. Estuvo y sigue estando obligada la Iglesia a tener una respuesta distinta. Hemos oído al Papa Francisco muy firme. No quiero pensar que sigue ocurriendo lo que ocurría como una instrucción de la Iglesia de que si había un caso, en lugar de denunciar a la persona, pues se le cambia de parroquia, se ocultaba la información. Toda esa conducta institucional fue haciendo que los abusos dentro de la Iglesia se cometieran. Es una situación sistémica que la Iglesia debe gestionar de manera sistémica.