Miembros de seguridad de Venezuela portan sus armas con un mural de Simón Bolívar de fondo.

Miembros de seguridad de Venezuela portan sus armas con un mural de Simón Bolívar de fondo. Europa Press

América

'Operación Tun-Tun': el villancico que Maduro utiliza para reprimir a los opositores en Venezuela

La ciudadanía opta por el anonimato y por borrar sus mensajes de texto ante posibles represalias. La paranoia se hace de un país que pide democracia.

9 agosto, 2024 02:28

Tun Tun, ¿quién es?/ ¡gente de paz!/ ¡Ábranos la puerta que ya es Navidad!/ Que venga el comisario, que venga a averiguar si son personas de orden o quieren molestar/. Así arranca el villancico venezolano, al que ha acudido el régimen de Maduro para referirse a los aparatos represivos del régimen.

"El que se coma la luz... Tun Tun. No seas llorón, vas pa' Tocorón", dijo el presidente el lunes pasado. Tocorón es una cárcel de máxima seguridad en la que el chavismo ha prometido meter a todo aquel que insista en salir a las calles a manifestarse. Una prisión donde hasta hace pocos años miembros importantes del Tren de Aragua, una organización criminal transnacional nacida en Venezuela, coordinaban sus operativos.

La alusión al villancico lleva años. La represión, también. En 2017, Diosdado Cabello, mano derecha de Maduro en el poder, mencionó en su programa semanal de televisión el nombre de este operativo para acusar a los disidentes de "terroristas". En aquel año fueron muchos los ciudadanos que salieron al territorio a manifestarse. El régimen, poco antes, había anunciado que el Tribunal Supremo de Justicia asumiría desde ese entonces las competencias de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. 

El bautizo de 'Tun Tun' fue a lo grande. Durante aquellas protestas, que tuvieron lugar desde abril a julio, hubo 5.051 personas arrestadas. Cada una de esas detenciones no se realizó a través de los cánones formales y la justicia, siempre relacionada con el régimen, actúo con dureza y al margen de la Constitución y las leyes. Ahora, en poco más de una semana, la ONG Foro Penal contabiliza un total de 1.010 arrestos.

"La Operación Tun Tun apenas comienza. Denuncia si has sido objeto de campaña de odio físico o virtual a través de redes sociales", dijo en tono amenazante Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CIPC). Los dichos de Rico van en concordancia con la promesa de Maduro de trasladar a más de 2.000 individuos a cárceles de máxima seguridad por motivos de protesta. 

Manifestantes opositores en Venezuela denuncian que el régimen de Maduro viola DDHH.

Manifestantes opositores en Venezuela denuncian que el régimen de Maduro viola DDHH. Reuters

Para el gobierno las movilizaciones no son más que un intento de "golpe de Estado" orquestado de parte de la "derecha fascista", lo que hace necesario movilizar a toda su maquinaria policial-militar en "búsqueda de la paz" y crear más prisiones para aquellos que osen desafiar el poder establecido. 

Paranoia colectiva y anonimato 

No sabes cuándo, dónde o cómo te van a detener. La incertidumbre es completa. La gente teme salir de sus casas, incluso si es para ir al trabajo. El modo, dicen algunos analistas, es absolutamente "indiscriminado". Cualquier circunstancia le vale a las fuerzas de seguridad para hacer uso de la operación 'Tun Tun'. Lo que sí ha cambiado son las zonas en donde se ejecuta el acoso policial. Si en anteriores ofensivas era en barrios residenciales, ahora es en las zonas populares, ya que es de allí donde se está movilizando más gente en favor de la oposición democrática. Es ahí la amenaza.

Foro Penal ha adelantado irregularidades sobre 'Tun Tun'. Hoy por hoy no se requiere una orden judicial u observar en flagrancia a alguien para realizarle una detención. Sólo es suficiente el criterio del agente. O su motivación de reprimir. Una vez hecho el arresto, el entorno del detenido no sabe para dónde fue dirigido. Quien permanece desde ese entonces bajo custodia policial, no tiene derecho a solicitar a un abogado de confianza, sino que es el régimen quien le obliga a aceptar un defensor público. 

Son todos estos abusos los que llevan a la ciudadanía a un estado de paranoia colectiva. Los agentes recorren el territorio quitando el teléfono y revisando todo el material que hay allí dentro. Mensajes, audios, fotos. Todo el material disponible. Algunos venezolanos, incluso quienes se han mantenido al margen de las manifestaciones, deciden salir sin sus móviles para evitar cualquier tipo de represalia.

El anonimato es la norma. Pocos quieren que se sepa su nombre. Pocos hablan con la prensa, sea nacional o internacional, con su identidad verdadera. Saben que hacerlo es un atajo directo para que la dictadura vulnere sus derechos y les haga sufrir un martirio. Quienes han sufrido más la persecución estos días son los jóvenes entre 21 y 23 años y muchos de los que son enviados a comisarías son adolescentes. 

La delación como estrategia

La máxima autoridad del CIPC lo dejó de manifiesto. La 'Operación Tun Tun' no sólo actúa de forma directa a través de funcionarios de la policía y del ejército, sino también pide la colaboración activa de la población.

Rico pidió confesiones para todo aquel que haya sido "objeto de campaña de odio física y/o virtual". Según  especialistas en la materia, la ley que rige hoy en el país es amplia y los estándares para calificar de "odio" una crítica son muy abiertos, lo que facilita la represión. 

Para peor, una vez hecha la denuncia, las autoridades atacan con celeridad y no dan espacio a la defensa del acusado. Derechos Fundamentales como la presunción de inocencia brillan por su ausencia. Las denuncias, además, pueden venir desde los lugares menos inesperados. Desde tu vecino, de quien te atiende en un restorán, etcétera. También está el riesgo de que quien haga la acusación esté persuadido u obligado a hacerla. 

Los cabecillas también sufren el acoso

No sólo es el ciudadano común y corriente el que es víctima del acoso del poder. Lo son también quienes encabezan a la oposición democrática. Una investigación penal por "instigar la insurrección" se está llevando adelante en contra de María Corina Machado. También se ha hablado de una orden de captura en su contra. Sobre el candidato Edmundo González, corren algunas versiones sobre su salida del país. 

La líder de la oposición de Venezuela, María Corina Machado.

La líder de la oposición de Venezuela, María Corina Machado. Reuters

Machado fue antes inhabilitada como candidata y cuando se volcó de lleno en apoyo a su sucesor, le detuvieron a muchos miembros de su círculo cercano. Con ella, claro está, no acabó el hostigamiento. El exdiputado y líder del partido Voluntad Popular, Freddy Superlano, fue subido a la fuerza a un coche para luego ser trasladado a prisión. Aun permanece incomunicado y nada se sabe de sus condiciones de salud.

Maglen Marín Rodríguez, ahora exfiscal, fue presa "por el delito de retraso u omisión intencional de funciones" al no "procesar a cuatro sujetos" que fueron parte de las manifestaciones. Son palabras que publicó en su perfil de X Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela y uno de los socios más cercanos a Maduro. En otras palabras, lo que se le atribuye a Marín es su intento por defender el derecho a la protesta, cuestión que por estas horas se criminaliza sin dobleces desde las instituciones del Estado.

Una de las herramientas favoritas del régimen es la anulación de pasaportes. Decenas de voces influyentes lo han denunciado. Le ocurrió hace unos días a Edni López, quien además de activista en defensa de los Derechos Humanos, ejerce como docente. Está detenida desde el domingo pasado, cuando en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolivar le avisaron de que su pasaporte había excedido la fecha de vencimiento.