Una zapatería de Caracas, a oscuras como consecuencia del apagón que ha afectado a buena parte de Venezuela

Una zapatería de Caracas, a oscuras como consecuencia del apagón que ha afectado a buena parte de Venezuela Reuters

América

Maduro culpa a Edmundo del gran apagón y le acusa de "sabotaje" como hizo con Guaidó en 2019

El régimen chavista emplea la misma estrategia de acoso judicial a la oposición que viene utilizando en los últimos años.

31 agosto, 2024 02:33

Los venezolanos viven en las últimas horas un déjà vu. Los apagones que han afectado a millones de personas en todo el país han servido al Gobierno para culpar a la oposición de "sabotaje" y de no reconocer los resultados electorales. Es lo mismo que ocurrió hace cinco años, en marzo de 2019, pero el acusado por el régimen de Nicolás Maduro era entonces Juan Guaidó y hoy es Edmundo González Urrutia

Durante la madrugada del jueves al viernes, los 24 estados del país informaron de una pérdida total o parcial del suministro eléctrico, tal y como informó el ministro de Comunicaciones, Freddy Ñañez, a primera hora del día 30. "Hemos sido víctimas una vez más de un sabotaje eléctrico", indicó.

Por tanto, el régimen de Maduro puso el foco desde el primer momento en la oposición, sin ofrecer ninguna prueba ni indicio de que se tratase efectivamente de una acción deliberada y no de uno de los muchos cortes de suministro de electricidad que sufre el país ante el mal estado de sus infraestructuras.

El presidente venezolano tampoco tardó en responsabilizar al "fascismo" de "atacar al pueblo", una "nueva arremetida" que todos en el país superarán "juntos". "Como siempre, estoy junto al pueblo y me encuentro al frente de la situación, enfrentando este ataque criminal contra del sistema eléctrico nacional. Lo he dicho y lo repito: ¡Calma y cordura, nervios de acero!", expresó el jefe de Estado en un mensaje en Telegram.

El suministro eléctrico comenzó a regresar a algunas partes de Venezuela el viernes por la tarde, aunque en el gran apagón de 2019 varias regiones se quedaron sin luz hasta siete días. 

En aquella ocasión, además de los graves problemas en infraestructuras básicas como hospitales o industrias, se produjeron disturbios y saqueos que dejaron más de 40 muertos. El Ejército se ha desplegado en las calles para evitar situaciones similares, así como ayudar en la restauración del servicio eléctrico y colaborar en las medidas excepcionales de transporte.

En este sentido, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, activo el Plan Centella que, entre otras cuestiones, activó una "fuerza de choque", consistente en "un centenar de oficiales preparados e ingenieros eléctricos, hidráulicos y que se activan cada vez que se produce una situación con algún servicio público".

"En el caso de transporte y de patrullaje, hemos sacado todas las unidades motorizadas, los camiones, vehículos tácticos y no tácticos, civiles para apoyar el pueblo en su desplazamiento en caso de que sea necesario", agregó Padrino. 

El Ejército también tomó posiciones tanto en las fronteras como en el perímetro del Palacio de Miraflores, sede de la presidencia venezolana. Este blindaje se produce en el marco de las protestas que se suceden en el último mes para que el Consejo Nacional Electoral publique las actas reales de los comicios presidenciales, y del no reconocimiento del triunfo electoral de Maduro incluso desde algunos de sus aliados en el pasado, como Lula da Silva o Gabriel Boric.

Acoso judicial

La acusación criminal sin pruebas contra los líderes opositores es una estrategia habitual del chavismo en los últimos años, especialmente cuando hay movilizaciones en la calle o el antichavismo se organiza para intentar desbancar a Maduro de la presidencia.

De hecho, en las últimas semanas desde el Ejecutivo se ha acusado a la oposición de diversos delitos. El Ministerio Público (Fiscalía) ha citado ya en tres ocasiones a declarar al líder de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y candidato presidencial, Edmundo González Urrutia, acusándole, entre otras cuestiones, de ser el responsable de la web que publica las actas electorales recopiladas por sus seguidores y que el régimen se niega a difundir hasta la fecha.

También se le acusa de desobediencia y de incitación a la violencia, entre otros cargos penales. Tras las tres incomparecencias de González Urrutia ante la citación de la fiscalía, se prevé que esta solicite orden de detención contra el líder opositor, que lleva varias semanas sin desvelar su paradero.

También a la líder del movimiento opositor actual, María Corina Machado, se la persigue por varias causas judiciales, como "conspiración contra la patria", lo que evitó que pudiese presentarse a los comicios como principal candidata antichavista.

La estrategia de acoso y derribo penal contra la oposición se prolonga así desde casos como el de Juan Guaidó, quien fuese designado presidente de Venezuela por una Asamblea que el chavismo no reconoció. El mismo fiscal general que hoy persigue a González Urrutia imputó a Guaidó los delitos de "traición a la patria, usurpación de funciones, provecho o distracción de dinero, valores o bienes públicos y asociación para delinquir".

Afectación al petróleo

El apagón del viernes afectó algunas operaciones clave de la petrolera estatal PDVSA, incluida la terminal petrolera más grande del país, Jose, donde la carga y descarga de buques se interrumpió por el apagón, según fuentes y un documento de envío visto por Reuters. Alrededor del 70% de las exportaciones de petróleo de Venezuela se manejan a través de Jose, que no tiene su propio sistema de energía.

La sede de PDVSA en Caracas se quedó sin energía, pero el complejo de refinación más grande de la compañía, Paraguaná, no se vio afectado, ya que su propia planta de energía estaba en servicio, dijeron las fuentes.

En la región petrolera más grande de Venezuela, la Faja del Orinoco, el impacto del apagón fue mínimo ya que muchos campos petroleros y operaciones tienen sus propios generadores, dijeron las fuentes.