El líder opositor venezolano Edmundo González atiende a la prensa tras su intervención en el Foro La Toja, este viernes en O Grove.

El líder opositor venezolano Edmundo González atiende a la prensa tras su intervención en el Foro La Toja, este viernes en O Grove. Lavandeira jr

América VENEZUELA

Edmundo desafía a Maduro y obligará al mundo a tomar partido: volverá a Venezuela en enero para ser presidente

5 octubre, 2024 02:13

El líder venezolano Edmundo González Urrutia se proclamó ayer presidente electo de su país desde España, donde se refugia tras su victoria electoral del 28 de julio. Con las actas electorales del 28 de julio en la mano y el aval del Centro Carter, la organización estadounidense que participó como observadora electoral en las presidenciales, anunció que volverá en los próximos meses a Caracas para cobrarse el resultado. 

La fecha elegida es el 10 de enero, cuando vence el periodo constitucional para la jura. En el mismo día que Nicolás Maduro, perdedor de las elecciones, tiene previsto hacerlo. Así que el principal obstáculo de González para hacer valer la voluntad popular será el líder chavista, aferrado al poder y a una política de terror que destina a sus opositores a la prisión, el exilio o la muerte. Tampoco le acompaña el respaldo unánime de la comunidad internacional.

Es cierto que la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos, entre otros, han promovido acciones para su reconocimiento como presidente legítimo de VenezuelaPero el apoyo a Maduro de las principales autocracias del mundo, como China o Rusia, y la ambivalencia de vecinos como México, Brasil o Colombia rema en su contra.

Queda una duda más en el aire. Un juez controlado por el aparato chavista ordenó la detención de González Urrutia antes de su salida hacia España. El régimen tendría que decidir si va un paso más lejos en su deriva autoritaria a ojos del resto del mundo. El autócrata, sin embargo, todavía no se ha pronunciado al respecto.

González Urrutia, en cualquier caso, aprovechó la ocasión para agradecer que España lo haya acogido junto a otros cientos de miles de venezolanos y recordar los lazos de entre ambos países. En su caso, explicó, se debió a una persecución política con "presiones inenarrables y amenazas extremas" contra él y su familia, en el que, aseguró, que ha sido el capítulo más difícil y exigente de su vida.

Ahora, dijo, le toca expresarse sin ataduras y denunciar un "régimen" como el de Maduro en Venezuela, que "intimida, obliga a la sociedad a mantener un forzado silencio y mantiene un toque de queda comunicacional" que se amortigua algo gracias al periodismo digital y las redes sociales.

González describió la situación de su país: "De un lado está la democracia y la justicia; del otro, el autoritarismo y el atropello. Pero no hay dos Venezuelas. Hay una sola, la democrática, avalada por millones de votos obtenidos el 28 de julio pasado y que justamente ha demostrado tras esa ejemplar jornada cívica, lo arraigada que está la cultura democrática en el alma del venezolano".



Alzar la voz es lo que, comentó, le corresponde desde la responsabilidad que le confiere su carácter de "presidente electo, así reconocido por millones de venezolanos, ocho millones para ser exactos, y por buena parte de la comunidad internacional". 

Camino de los tres meses de los comicios del 28 de julio, recalcó que el mundo conoce y reconoce las actas originales que se han mostrado de forma transparente. Y ante el "alarmante saldo de fallecidos, perseguidos y presos políticos" en su país, consideró que ninguno, y menos España, puede ser indiferente.

Por eso, consideró llegada la hora de pedir a la España "libre, plural, democrática y plenamente integrada en la UE" que, "con más empeño que nunca", presione junto a la comunidad internacional para que en Venezuela se haga valer y respetar la soberanía popular expresada el 28 de julio. González indicó que lo que anhelan los venezolanos es dejar atrás el personalismo, la improvisación, la intolerancia y la persecución, y recuperar el valor del diálogo y la convivencia para contribuir a la rápida reconstrucción de la imagen de su país.

Una meta ante la que defendió el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la reactivación de convenios de cooperación y la consecución de inversiones como las españolas, que ha lamentado que se hayan reducido drásticamente. "Lo que queremos", remató, "es rescatar no sólo nuestra normalidad democrática e institucional, sino la normalidad de nuestra actividad económica, de nuestros flujos comerciales".

"Se quedará en España por el resto de sus días"

La respuesta del chavismo no se ha hecho esperar. Horas después de las declaraciones de Edmundo González, el presidente del Parlamento de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo que España tendrá que lidiar con el líder opositor "por el resto de sus días".

"Tendrán que lidiar por el resto de sus días con ese esperpento, de los seres más cobardes y deleznable conocidos en la minúscula historia de los apátridas", escribió Rodríguez en su perfil de Instagram, .

Rodríguez acusó al opositor de mentir constantemente, sobre todo con lo relacionado a su salida de Venezuela y consideró que el exdiplomático, de 75 años, "viola las normas de asilo", luego de haber pedido formalmente ante España este mecanismo de protección.