La Segunda Enmienda de Estados Unidos establece el derecho de los ciudadanos a portar armas, algo que tradicionalmente defienden con mayor ahínco los votantes republicanos que los demócratas. Donald Trump hablaba de su contrincante en la carrera a la Casa Blanca el martes en un mitin con sus seguidores en Carolina del Norte, cuando aseguró que "Hillary quiere abolir, básicamente abolir, la Segunda Enmienda". El público apoyó la recriminación con un abucheo a la candidata demócrata, que aboga -al igual que Barack Obama- por un mayor control de las armas, causa más mortal en Estados Unidos que el terrorismo.
Y prosiguió: "Por cierto, si consigue elegir a sus jueces, (no hay) nada que podáis hacer, amigos. Aunque la gente de la Segunda Enmienda, a lo mejor sí. No sé". El comentario ha sorprendido a algunos de sus propios seguidores, y ha enfadado sobremanera a la campaña de Clinton.
"Esto es simple: lo que dice Trump es peligroso. Una persona que pretende ser presidente de Estados Unidos no debería sugerir violencia en ninguna de sus formas", declaró Robby Mook, el jefe de campaña de la candidata demócrata. El candidato a la vicepresidencia en el tándem con Clinton afirmó también que un aspirante a la presidencia "no debería incitar a la violencia". "Cuando leí su cita, francamente no pude creer que hubiese dicho eso. Así que fui a mirar el vídeo y me di cuenta de que era eso exactamente lo que había dicho", afirmó Kaine desde Austin (Texas).
El republicano defendió más tarde en Fox News que los demócratas habían sacado las cosas de quicio y que lo único que estaba sugiriendo era que los defensores de la Segunda Enmienda emplearan su voto del próximo 8 de noviembre para evitar que la exsecretaria de Estado llegue a la Casa Blanca. Argumentó que es un grupo cuantioso que puede inclinar la balanza a favor de los republicanos, algo que no dejó caer en el mitin.
"La Segunda Enmienda es un fuerte movimiento político. Y no hay otra interpretación posible. Incluso me lo han dicho periodistas. Quiero decir, denme un respiro", pidió Trump en la cadena conservadora estadounidense. Su asesor de comunicación, Jason Miller, también emitió un comunicado afirmando que la insinuación de Trump tan sólo se refería al "gran poder político" que tienen los defensores del derecho a portar armas.
En su cuenta de Twitter, el magnate ha opinado que "los medios (están) desesperados por distraer" la apuesta de Clinton contra la Segunda Enmienda. "Dije que los ciudadanos pro Segunda Enmienda deben organizarse y salir a votar para salvar la Constitución".
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