Tras una intensa batida y un intercambio de disparos, las autoridades han detenido a un hombre de 28 años identificado como Ahmad Khan Rahami en Linden (Nueva Jersey).
Imágenes tomadas por WABC, estación de la cadena ABC en Nueva York, lo muestran aparentemente herido y consciente en una camilla tras el tiroteo. Dos agentes han resultado heridos intentando capturarlo.
Las fuerzas del orden lo buscaban en conexión con la bomba detonada la noche del sábado en Nueva York, que hirió a 29 personas, y con otro artefacto detonado horas antes en Seaside Park, en el vecino estado de Nueva Jersey, que no dejó heridos.
En una rueda de prensa tras la detención de Rahami, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha afirmado que "tenemos toda las razones para pensar que se trató de un acto de terrorismo".
Las autoridades anunciaron su búsqueda en la mañana de este lunes en relación con la explosión en Manhattan, pero más tarde la Policía Estatal de Nueva Jersey lo conectó con el dispositivo que estalló el sábado por la mañana en una localidad costera.
Rahami es un ciudadano estadounidense nacido en Afganistán en 1988, según la Oficina Federal de Investigación (FBI), que advirtió de que "se le debe considerar armado y peligroso".
Su última dirección conocida estaba en Elizabeth (Nueva Jersey). En la noche del domingo (hora local), las autoridades encontraron cinco explosivos en una mochila en esta localidad, sita a unos seis kilómetros del lugar donde Rahami ha sido aprehendido.
Hablando tras la detención de Rahami, las fuerzas del orden han asegurado que un sistema de envío masivo de mensajes de teléfono a la población ayudó a dar con él.
Poco antes de divulgar la identidad del sospechoso, el FBI arrestó a cinco personas tras detener su vehículo junto al puente Verrazano-Narrow, que une los distritos neoyorquinos de Brooklyn y Staten Island. Los interrogados ya han sido liberados y las autoridades no buscan a nadie más en relación con los hechos.
"Tenemos que entender que este caso está aún activo", ha advertido, sin embargo, James O'Neill, que este lunes ha tomado posesión del cargo de nuevo comisario de la Policía de Nueva York. "Ahora que el sospechoso está bajo arresto podemos centrarnos en otros aspectos de la investigación", como por ejemplo, "cuáles pudieron ser sus motivaciones".
Si bien el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, puso en duda inicialmente que la explosión en Manhattan estuviera ligada al terrorismo internacional, este lunes afirmó a CNN que "no me sorprendería si encontráramos una conexión extranjera".
Preguntados sobre la radicalización del sospechoso, las autoridades han afirmado no disponer de información al respecto.
EXPLOSIONES A AMBOS LADOS DEL HUDSON
El sábado en torno a las 20:30 hora local, una bomba explotó en el barrio de Chelsea, en el corazón de la Gran Manzana, e hirió a 29 personas, una de ellas de gravedad. El Departamento de Policía de Nueva York informó al día siguiente de que todos habían recibido el alta médica.
A escasa distancia de la explosión, las fuerzas del orden encontraron un segundo dispositivo improvisado, fabricado con una olla a presión, que no estalló.
Horas antes, un artefacto voló por los aires en Seaside Park (Nueva Jersey) junto a la línea de salida de una carrera benéfica, pero no provocó ningún herido. Aunque inicialmente se lo etiquetó como un suceso aislado, las autoridades apunta ahora a Rahami como responsable.
Asimismo, domingo por la noche, las autoridades hallaron cinco bombas caseras en una mochila próxima a una estación de tren en Elizabeth, municipio de Nueva Jersey. Un robot detonó accidentalmente un dispositivo cuando lo desmantelaba, pero nadie resultó herido.
Los sucesos preceden la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado desde la ciudad que las autoridades descartan cualquier conexión entre los sucesos ocurridos a ambos lados del Hudson y un ataque con cuchillo llevado a cabo el sábado en el norteño Minesota.