La guerra interna del Partido Republicano continúa después de que decenas de miembros de la formación retiraran su apoyo a Donald Trump y su dirigente, Paul Ryan, anunciara que no hará campaña por el candidato aun sin dejar de respaldarlo formalmente.
Trump se ha lanzado a Twitter para atacar a sus críticos, que, ha dicho, son peores que su rival en las urnas, la demócrata Hillary Clinton. “Los republicanos desleales son mucho más difíciles que 'Corrupta' Hillary. No saben ganar. ¡Yo les enseñaré!”, ha tuiteado. “Con la excepción de hacer trampas para negar la nominación a Bernie [Sanders], los demócratas siempre han demostrado ser más leales entre sí que los republicanos”.
La publicación de un vídeo de 2005 donde Trump afirma que “cuando eres una estrella [las mujeres] te permiten hacer cualquier cosa” fue la gota que colmó el vaso para muchos republicanos descontentos con el comportamiento de su candidato a la Casa Blanca.
Entre ellos, se encuentran el senador por Arizona y candidato presidencial en 2008, John McCain, o el que compitiera con Trump en las pasadas primarias y gobernador del estado de Ohio, John Kasich.
Enojado por el cambio de actitud de McCain, Trump ha cargado contra él en su frenesí tuitero de este martes. “El muy grosero senador John McCain suplicó por mi apoyo durante su primaria (se lo di, ganó), luego me dejó por unos comentarios de vestuario de gimnasio”, ha escrito.
No es su primer encontronazo con el senador: el año pasado cuestionó que el condecorado McCain fuera un héroe de la guerra de Vietnam por haber sido capturado por el Viet Cong.
El principal foco de la ira de Trump ha sido, con todo, Paul Ryan a quien ha acusado enfrentarse al candidato de su propia formación. “Paul Ryan debería dedicar más tiempo a equilibrar los presupuestos, el empleo y la inmigración ilegal y no perder el tiempo luchando contra el candidato republicano”, tuiteó el lunes al conocer las intenciones del presidente de la Cámara de Representantes.
Este martes le ha vuelvo a dedicar severas palabras. “Paul Ryan y otros me ofrecen cero apoyo”, ha asegurado, “a pesar de haber ganado el segundo debate [presidencial] por goleada”.
Ryan informó al partido el lunes de su decisión de no hacer campaña por Trump en las próximas semanas para centrar sus esfuerzos en los comicios legislativos que también se celebran el ocho de noviembre, esperando conservar la mayoría republicana en las dos cámaras del Parlamento estadounidense.
La estrategia del speaker no ha gustado entre algunos compañeros, que opinan que la formación debe seguir hasta el final con el candidato, informa el New York Times. Asimismo, el segundo de a bordo de Trump ha cerrado filas en torno al magnate pese a las llamadas de algunos para que lo sustituyera.
Trump, por su parte, ha intentado vender la situación como una oportunidad para hacer campaña a su manera si necesidad de atender a las demandas de la élite republicana. “Es tan placentero que me haya librado de las cadenas y pueda luchar por Estados Unidos de la forma que yo quiero”, ha afirmado.
Hillary amplía su ventaja
Pero su rival demócrata, Hillary Clinton, ha ampliado su ventaja en las encuestas desde que se divulgó este viernes el polémico vídeo, y ahora le saca 6,5 puntos al magnate a nivel nacional, según la media de sondeos que elabora la web Real Clear Politics.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha criticado a los republicanos que han decidido retirarle ahora el apoyo a Trump por "tardar tanto", al asegurar que la naturaleza del magnate "se veía venir" desde que hizo sus polémicos comentarios sobre "las minorías o las personas de fe musulmana".
"No hace falta ser un marido, o esposo, o padre para escuchar lo que escuchamos hace unos días y decir que no está bien. Solo hace falta ser un ser humano decente", subrayó Obama en un mitin en Greensboro (Carolina del Norte), un estado que fue clave para su victoria en 2008 y donde ahora las encuestas están muy ajustadas.
Obama aseguró que Trump "dice cosas que nadie consideraría tolerables de parte de alguien que estuviera haciendo una entrevista para un trabajo en (la cadena de tiendas) 7/11".
Mientras, tanto Clinton como Trump hicieron campaña este martes en Florida, un estado que muchos consideran el más importante para las elecciones de noviembre, incluida la propia candidata demócrata, que tiene allí una mínima ventaja, de poco más de dos puntos.
"Florida es la clave. Si ganamos Florida, no hay ninguna forma de que mi rival pueda ganar", dijo hoy Clinton en una entrevista con una radio local de Miami, la WMBM-AM 1490. Dentro de cuatro semanas se resolverá la incógnita.