El candidato republicano a la presidencia de los EEUU, Donald Trump, ha cerrado su campaña en un multitudinario acto en la ciudad de Grand Rapids, Michigan, proclamando este martes, jornada electoral, como "el nuevo día de la independencia" del pueblo americano, que se librará con su llegada a la Casa Blanca de "las estructuras corruptas de Washington DC".
Trump ha concluido esta intensa carrera electoral de la misma manera que la comenzó, ridiculizando y poniendo en cuestión a aquellos que no le apoyan. Su última víctima ha sido la senadora progresista Elizabeth Warren de Massachusetts, a la que volvió a calificar como "Pocahontas" durante un mitin previo en New Hampshire, a cuenta de una polémica de 2012, cuando la política se identificó como nativa americana.
También la calificó como una "persona, ser humano y senadora terrible, odiada por sus colegas". Pero Trump no se quedó ahí. Volvió a cuestionar a los artistas que en las últimas horas han brindado su apoyo a Hillary Clinton, como Beyoncé y su esposo Jay Z, al que criticó por su "mal lenguaje".
El magnate se refirió incluso a Bruce Springsteen y al resto de estrellas que han arropado a la demócrata en su cierre de campaña. "No tenemos a Beyoncé, ni Lady Gaga ni Bon Jovi, lo único que tenemos nosotros es ideas para hacer América grande de nuevo", proclamó en su mitin de Grand Rapids.
Previamente, en New Hampshire dijo:"Yo tengo a mi familia, que es mucho más importante", mientras se rodeaba de sus hijos sobre el escenario, entre los que resaltó la presencia de Ivanka, que tomó brevemente la palabra para augurar la victoria de su padre.
Trump también se ha empleado a fondo en esta última jornada, con cinco eventos, los mismos que llevó a cabo hace cuatro años el candidato republicano Mitt Romney, aunque con la esperanza de mejorar aquel resultado.
El millonario eligió para cerrar su campaña el estado Michigan , ahora en liza según las encuestas. Por cierto que los últimos sondeos publicados durante la jornada previa a las elecciones siguen dando una ventaja de entre dos y seis puntos a Clinton.
"Mañana vamos a ganar la Casa Blanca cuando la gente de este país responda a una cuestión clave, si quieren estar cuatro años más dirigidos por corruptos o que la gente recupere el poder. Yo quiero ser la voz de republicanos, independientes, demócratas y los nuevos votantes", proclamó.
El empresario volvió a erigirse como representante de lo intereses del pueblo, frente a una aspirante demócrata "que sólo defenderá a sus donantes".
En cuanto a su programa, volvió a incidir en que eliminará el programa sanitario Obamacare, construirá un muro con México, suprimirá el programa de acogida de refugiados sirios, entre otras promesas que ha venido repitiendo estos meses.
Tras criticar los acuerdos comerciales que firmó Bill Clinton, el marido de la "deshonesta Hillary"durante su presidencia, prometió trabajar para recuperar estos empleos, así como una bajada de impuestos para los negocios norteamericanos.