Donald Trump será el nuevo presidente de Estados Unidos. La pregunta ahora es cómo ha logrado derrotar a las encuestas para convertirse en el 45 comandante en jefe de la primera potencia mundial. Éstas claves arrojan luz sobre el camino a la victoria del candidato republicano:

Trump, presidente de EEUU

1. EL SISTEMA ELECTORAL LO FAVORECIÓ

Precisamente lo que se esperaba que mantuviera a Trump fuera del Despacho Oval ha coronado al aspirante republicano. Si bien Hillary Clinton cosechó más papeletas que su adversario en el conjunto del país, el magnate se hizo con el Colegio Electoral, que es la estructura que elige al comandante en jefe de EEUU. Se requieren al menos 270 votos electorales de 538 para conquistar la Casa Blanca y Trump obtuvo 279.

Las encuestas sugerían que Clinton partía con ventaja en la lucha por el voto electoral, ya que muchos estados parecían inclinarse a su favor y, por lo tanto, necesitaba vencer en menos estados competitivos que Trump. Sin embargo, el magnate logró mantener feudos republicanos amenazados -como Georgia- bajo su control y al mismo tiempo ampliar su mapa electoral.

Hubo quien predijo que las encuestas probablemente no reflejaban un 'colectivo silencioso' de votantes de Trump que no gritaban su apoyo al candidato pero el día de las elecciones harían oír su voz y así parece haber sido.

2. LOGRÓ VENCER EN 'SWING STATES' Y ARREBATAR ESTADOS AZULES A CLINTON

Trump se llevó estados de voto volátil como Ohio -todos los presidentes desde 1964 han ganado este estado- o el codiciado Florida que en las últimas elecciones apoyaron a Barack Obama. Logró mantener Carolina del Norte, que podía haber cambiado de manos en estos comicios como pasó en 2008, y tomar Iowa y Pensivalnia.

Asimismo, su apuesta por convencer a estados del Medio Oeste industrial tradicionalmente demócratas ha dado fruto, ya que consiguió hacerse con Wisconsin.

3. CLINTON NO ENERGIZÓ A LAS MINORÍAS NI A LAS MUJERES

Aunque Trump espantó a las minorías con su discurso y propuestas, su rival no logró capitalizar esa animadversión hacia el republicano, según los análisis de las cabeceras estadounidenses.

Así, aunque los afroamericanos, asioamericanos y latinos prefirieron a Clinton, no la respaldaron lo suficiente para detener al magnate. Los sondeos apuntan, aun así, a que en torno a un 30% de votantes hispanos respaldaron a Trump, más de lo previsto.

Por otro lado, aunque las mujeres se decantaron por Clinton, tampoco huyeron en masa de Trump como se podía esperar, según las encuestas a pie de urna. Mientras, Trump se hizo con el apoyo del votante masculino.

4. LA CLASE BLANCA TRABAJADORA, LA GRAN BAZA DE TRUMP

Trump ha arrasado entre los blancos sin educación universitaria y convencido a la clase trabajadora de ascendencia europea, un colectivo que los demócratas habían dejado desatendido. El grueso de su apoyo ha procedido del Medio Oeste industrial, donde su discurso antiglobalización y proteccionista ha calado.

Antes de los comicios, parecía imposible que la apuesta de Trump por pavimentar su camino a la Casa Blanca con el respaldo de este colectivo fuera suficiente para asegurarle la victoria. Pero, como destaca el New York Times, la realidad era que los demócratas necesitaban más a este grupo de lo que pensaban, un grupo que tiene unas dimensiones mayores de lo que se creía.

5. EL DESPRECIO A LAS ÉLITES (Y A CLINTON) PROPULSÓ SU VICTORIA

Si Trump representaba la antipolítica -un empresario sin experiencia en la Administración y que revienta los cánones establecidos- Clinton encarnaba el establishment en un momento en que el común de los estadounidenses está enfadado con el Gobierno y las élites.

Cuando buena parte del Partido Republicano, la mayoría de los medios, y los poderes políticos y económicos estaban conjurados contra Trump, los votantes han alzado la voz contra un sistema que, piensan, los ignora para aupar a un candidato populista que promete cambiarlo.

Por otro lado, aunque muchos electores repudiaban a Trump, las encuestas mostraban que más de la mitad de los estadounidenses tenían una mala opinión de Clinton, quien además ha visto lastrada su campaña por las investigaciones del FBI sobre su uso de un servidor de correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado de Obama entre otras controversias.

Un estudio del Pew Research Center publicado en septiembre mostraba que la principal motivación de los votantes para depositar la papeleta a favor de un candidato era parar al contrario y el ansia por impedir que Clinton regresara a la Casa Blanca como presidenta ha podido.

6. UN MENSAJE DIRECTO AL CORAZÓN DE LA AMÉRICA OLVIDADA

Las promesas de Trump de anteponer EEUU en todos los aspectos han resonado entre una población que se siente amenazada y olvidada pero que quiere recuperar la fe en su país. Su retórica contra la globalización y en favor del proteccionismo económico y fronterizo ha dado fruto.

Es además un mensaje relativamente sencillo, pronunciado por una figura carismática a su modo que pasa de guiones y convenciones y, según sus seguidores, habla como lo siente, cometiendo errores propios de quien dice lo que opina sin pensar en a quién va a molestar.

"Da la impresión de ser más auténtico, dispuesto a hablar de forma directa y sin tapujos en vez de usar la jerga de candidato de la que los ciudadanos se han cansado. También articula posturas críticas con el statu quo en un momento en que la mayoría de la gente piensa que el país va por mal camino y está preocupada por el futuro", dijo antes de los comicios a este diario Grant Reeher, profesor de Ciencias Políticas de la neoyorquina Syracuse University. "Ese tipo de argumentos van a resonar mejor en un tiempo así. Está tocando un nervio profundo en lo que se refiere a su estilo y su contenido".

7. PERSEVERANCIA PESE A TODO

Muchos han intentado impedir que Trump venciera y, sin embargo, el magnate ha desafiado a toda suerte de poderes en su esfuerzo por tomar la Casa Blanca. Sus seguidores sostienen que, siendo un multimillonario con la vida solucionada, Trump se ha presentado a las elecciones porque realmente quiere ayudar a su país.

“Él no necesita esto. Lo que ha tenido que pasar con la familia durante esta campaña ha sido horrible”, decía a EL ESPAÑOL Denise Galvez, cofundadora del grupo Latinas for Trump. “Yo he pasado por un mínimo comparado con lo que él ha pasado y no me imagino poner a mi familia en esa situación si no es porque quiero mejorar el país”.

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