Donald Trump se ha pasado toda la campaña electoral arremetiendo contra la clase política y preconizando que el país necesitaba la dirección de hombres de negocios y del sector privado, conocedores de cómo funciona el mundo real, y no de los políticos "inútiles” de Washington.
Ahora, en la constitución de su primer gobierno, tendrá la ocasión de demostrar cuáles son sus prioridades y si debe o no favores al establishment que tanto criticó. Los medios de comunicación y expertos consultados por este periódico sostienen que tendrá las manos más libres que otros presidentes y sugieren que entre los escogidos estarán el exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, el magnate del petróleo Forrest Lucas, el cirujano afroamericano Ben Carson, y quizá la controvertida Sarah Palin e incluso su hijo Donald Jr.
Cuando todavía las urnas están calientes y la nación no ha salido de su asombro por el resultado, comienzan las especulaciones sobre cómo será el gabinete que tendrá por misión hacer a “Estados Unidos grande de nuevo”. El consenso general apunta a que estará formado por personalidades ajenas a las estructuras políticas convencionales, aunque habrá concesiones al Partido Republicano. En cualquier caso, el millonario podrá decidir sin consultar en demasía a esos grandes donantes, que como ha repetido incesantemente, no ha necesitado para sufragar su carrera electoral.
Benjamin R. Bates es doctor y director asociado de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad de Ohio. "Parece que Trump buscará sus secretarios fuera del establishment. Podemos esperar quizá que el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich desempeñe un papel en el nuevo Ejecutivo, pero será probablemente el único insider de Washington con el que contará", explica a EL ESPAÑOL este experto.
En cuanto a sus rivales en las primarias, concretamente a los que abandonaron en una primera etapa para ponerse de su lado, "tendrán un lugar". "Chris Christie podría ser el nuevo fiscal general, si no fuera por la investigación en curso sobre su gestión como gobernador de Nueva Jersey" -por el escándalo conocido como 'bridgegate’' por el que se le acusa de ordenar el cierre de un puente para generar caos circulatorio y perjudicar a un rival político. "Ben Carson podría aparecer en Salud y Servicios Humanos. Estos individuos apoyaron a Trump, y es probable que devuelva el favor", argumenta.
Además, según Bates, "debemos recordar que Christie tiene un estilo similar a Trump, y Carson utiliza los mismos patrones confusos, casi incoherentes, del nuevo presidente, que a menudo basa en las relaciones personales en la toma de decisiones, y con su gabinete ocurrirá igual".
A su juicio, será en Comercio, Interior, Agricultura y la Agencia de Protección Ambiental donde “esperaría ver a Trump tirar de la comunidad empresarial”. “Ha pedido que se revisen los principales acuerdos comerciales, la extracción de carbón y de gas natural y la desregulación de las centrales eléctricas y los servicios públicos. No tengo nombres específicos, pero creo que veremos a ejecutivos de grandes industrias extractoras favorecidas”.
Steven Taylor es doctor y profesor asociado del Departamento de Gobierno de la American University de Washington DC. En declaraciones a EL ESPAÑOL, asevera que no le sorprendería "ver a Rudolph Giuliani en el cargo de fiscal general". "No sé si querrá aceptar el puesto y la consiguiente reducción de su actual sueldo, pero creo que se lo ofrecerán, porque tiene experiencia jurídica, fue fiscal federal y, como alcalde, apoyó firmemente una labor policial muy agresiva, algo que Trump aprueba", expuso.
LA CUOTA NEGRA
Este experto también sitúa a Ben Carson “como responsable de Salud y Servicios Humanos”, el área que deberá desmantelar, según prometió el ganador de las elecciones, la reforma sanitaria del presidente saliente llamada Obamacare. “Trump usará la presencia de un afroamericano de extrema derecha como prueba de que no tiene prejuicios raciales. Otro miembro potencial del gabinete negro podría ser el sheriff del condado de Milwaukee, David Clarke, otro republicano negro. No estoy seguro de dónde lo colocaría, pero Clarke era un fuerte partidario del candidato, por lo que sin duda será recompensado”, aventura.
El profesor de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Maryland, Phillip L. Swagel, no pone tanto el foco en los nombres como en la misión que asumirá el nuevo Gobierno, porque "el presidente electo tiene el mandato de tomar medidas sobre el comercio y sobre la inmigración, ya que hizo una campaña clara sobre esas cuestiones".
"La política fiscal también será el primer objetivo a principios de 2017, tanto para abordar el techo de la deuda como para acordar el presupuesto y los impuestos. La pregunta difícil es si la nueva Administración y los miembros del Congreso, ambos del mismo partido, buscarán llegar a un compromiso o en su lugar comenzarán a pelear", avanza a EL ESPAÑOL.
Politico publicaba este miércoles un extenso informe sobre los nombres que suenan en el equipo de campaña de Trump y en el Partido Republicano para formar el primer Ejecutivo conservador que llegará a la Casa Blanca en ocho años. Según revela, el magnate lleva meses ideando en silencio una lista con nombres potentes del sector industrial, así como miembros de la formación conservadora, con el objetivo de armar un grupo ecléctico.
Entre otros, sugiere que el futuro presidente estaría considerando seriamente a Forrest Lucas, el cofundador de 74 años de la compañía petrolera Lucas Oil, para la Secretaría de Interior, o el veterano Steven Mnuchin, de Goldman Sachs, como secretario del Tesoro.
Esta revista también sitúa a Newt Gingrich, Rudy Giuliani y Chris Christie en puestos relevantes, junto a un puñado de políticos republicanos, entre los que despuntan el senador Bob Corker para la Secretaría de Estado o el senador Jeff Sessions para la de Defensa.
La CBS informa además de que el futuro comandante en jefe ha designado como los dos principales asesores para la transición con la administración Obama a Jersey Chris Christie y el senador de Alabama Jeff Sessions, lo que dispara sus posibilidades.
Existen dudas sobre si Trump será capaz de encontrar un perfil femenino que incluir en su equipo tras las recientes polémicas por sus declaraciones sobre las mujeres. No obstante, Politico señala que está sobre la mesa la posibilidad de escoger a Sarah Palin para la secretaría del Interior, y recuerda que Trump manifestó que le gustaría contar con ella cuando lo respaldó durante la campaña. La ex gobernadora de Alaska tampoco ha disimulado su interés.
EL HIJO DE TRUMP, ¿A INTERIOR?
No obstante, en la cartera de Interior se sitúa también al mencionado Forrest Lucas, así como al inversor de riesgo Robert Grady, funcionario de la Casa Blanca en la etapa de George H. W. Bush con vínculos con el gobernador Chris Christie. Y aquí Politico también menciona que se especula con que el hijo de Trump, Donald Trump, Jr., estaría interesado en el cargo.
Siguiendo con los rostros femeninos, diversos medios norteamericanos sitúan este jueves dentro del nuevo gabinete a Katrina Pierson, la que fuera portavoz nacional de la campaña de Trump. Miembro del Tea Party, se la ve como posible secretaria de prensa o jefa de personal de la Casa Blanca.
Al igual que Trump, ha estado envuelta en polémicas, como cuando calificó de "mestizos" en Twitter a Barack Obama y a Mitt Romney durante la campaña de 2012. Curiosamente, en 2008 votó por el todavía presidente, según confesó. Originaria de Texas, ha trabajado también con el republicano Ted Cruz.
La Secretaría de Comercio va a ser crucial, en tanto que el presidente electo pretende revisar los principales acuerdos internacionales en esta materia. Aquí la publicación sostiene que Trump pondrá a un hombre de negocios. Suenan varios multimillonarios, como el inversor de capital riesgo Wilbur Ross, o Dan DiMicco, ex presidente y director ejecutivo de la empresa siderúrgica Nucor Corporation, partidario explícito en traer de regreso a EEUU los empleos en el sector manufacturero.
Para la Secretaría de Estado, responsable de la política exterior de EEUU, suenan además de Newt Gingrich, el senador republicano Bob Corker (Tennessee), que es el actual jefe de la comisión de relaciones exteriores del Senado. Corker ha declarado, siempre según esta publicación, que consideraría seriamente servir en este puesto. El exembajador de EEUU para la ONU John Bolton también suena.
En el departamento del Tesoro, el propio Trump declaró que le gustaría contar con su responsable financiero, Steven Mnuchin, que suma 17 años de experiencia en Goldman Sachs y que ahora trabaja como presidente y director ejecutivo de la firma de inversión privada, Dune Capital Management.
Para Defensa se barajan varios oficiales del Partido Republicano, como el citado senador Jeff Sessions, el ex asesor de seguridad nacional Stephen Hadley o el ex senador Jim Talent. También han sido mencionados como candidatos potenciales. Sobre la posibilidad de elegir al teniente general Mike Flynn, ex director de la Agencia de Inteligencia de Defensa y cercano de Trump, necesitaría un permiso del Congreso para ser secretario de Defensa, ya que la ley exige que los militares retirados esperen siete años antes de convertirse en el líder civil del Pentágono.