Trump ha ganado la primera batalla. Tras las criticas del presidente electo, los republicanos han reculado en su decisión de restar poder a una entidad independiente de ética que investiga las acusaciones de mala conducta contra los congresistas y su personal. Menos de 24 horas después de su aprobación, sin consultar a Donald Trump, el partido da un paso atrás.
Los republicanos de la Cámara de Representantes de EEUU votaron a última hora del lunes a favor de restringir el poder de dicho órgano, según informó Efe. La votación, a puerta cerrada y sin previo aviso, se produjo durante una reunión en la que los principales líderes republicanos de la Cámara Baja, Paul Ryan y Kevin McCarthy, se opusieron a esa medida, que será sometida este martes a voto en el pleno.
La enmienda adoptada por los republicanos en la reunión del lunes a propuesta del legislador Bob Goodlatte colocaba a la llamada Oficina de Ética del Congreso, ahora independiente, bajo la jurisdicción del Comité de Ética de la Cámara Baja. De ese modo, se otorga el papel de vigilancia ética e investigación a los propios legisladores, a través de ese Comité de Ética de la Cámara Baja, acusado en el pasado de ignorar acusaciones creíbles de actos ilícitos contra congresistas.
Los comentarios de Trump en Twitter
Trump recurrió a Twitter, como suele, para cuestionar que los legisladores de su partido, "con todo en lo que el Congreso tiene que trabajar", hagan una "prioridad" "debilitar" la llamada Oficina de Ética del Congreso (OCE), a pesar de "lo injusta que pueda ser". "¡Céntrense en la reforma tributaria, la asistencia sanitaria y tantas otras cosas de una importancia mucho mayor!", urgió Trump a los republicanos del Congreso.
El magnate finalizó su último tuit sobre el tema con las siglas "DTS", abreviatura de "Drain the Swamp" ("Drenar el pantano"), su eslogan de campaña contra la corrupción en referencia al mundo de la política en Washington.
En sus tuits, Trump no censura como tal la maniobra de los republicanos para "debilitar" la OCE, al reconocer que es posible que sea una entidad "injusta", como consideran algunos legisladores conservadores, sino el hecho de que estén dando prioridad a ese asunto en el Congreso frente a otros, a su juicio mucho más urgentes.
"La ética, víctima del Congreso republicano"
La OCE se estableció como una entidad no partidista e independiente dentro del Congreso en 2008, bajo el liderazgo de la entonces presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, y tras varios escándalos de corrupción y malas prácticas protagonizados por legisladores.
En un comunicado, Pelosi denunció ahora que la votación a favor de debilitar el poder de la OCE indica que "la ética es la primera víctima del nuevo Congreso republicano". Goodlatte, presidente del comité Judicial de la Cámara baja, aseguró, por su parte, que su enmienda no pretende "impedir" el trabajo de la OCE.