Donald Trump ha admitido por primera vez que Rusia pudo interferir en las elecciones presidenciales a través de los ataques informáticos que las agencias de inteligencia de EEUU han corroborado. Durante su primera rueda de prensa como presidente electo, Trump ha intentado desviar la atención sobre Rusia. "Hay más países que nos hackean", ha despachado. Ha matizado que China también ataca cibernéticamente a Estados Unidos y que Putin no proseguirá con los ciberataques cuando él tome el control. "Rusia nos tendrá mucho más respeto conmigo", ha afirmado.
Sobre su relación con el presidente ruso ha asegurado que "si le caigo bien a Putin es una ventaja, no un lastre".
A nueve días de su investidura, Trump ha repasado sin entrar en detalles cuáles serán los principales retos a los que se enfrente su administración. De nuevo ha prometido que trabajará para eliminar y sustituir la reforma sanitaria de Obama.
También ha insistido sobre el muro que pretende construir en México para frenar la inmigración. Va a pasar, ya sea por impuestos o con pagos", sentenció ante un centenar de periodistas en la Trump Tower de Nueva York. El presidente electo se ha mostrado confiado en que México acabará reembolsando el coste de la construcción.
En materia de empleo, ha asegurado que se convertirá en "el mayor productor de empleos que Dios ha creado nunca". Trump dijo que en las próximas semanas se anunciarán "grandes noticias" sobre empresas que van a expandir sus operaciones en el país y recordó los planes dados ya a conocer por compañías como Ford. "Creo que muchas industrias van a volver (a Estados Unidos)", afirmó el magnate.
Durante su hora de comparecencia de la prensa, ha confirmado su perfil de azote de la prensa negando la palabra a periodistas y tachando de "gente enferma" a las personas que publican noticias sobre él.