El imperio de Trump cambia de manos pero se queda en la familia. Durante su primera rueda de prensa como presidente electo, Donald Trump ha anunciado que cederá todo el control de sus negocios a sus dos hijos adultos y a un colaborador. Sin embargo no liquidirá sus activos en la empresa.
Trump, que recordó que si quisiese podría seguir dirigiendo su compañía mientras esté en la Casa Blanca, teatralizó una suerte de 'traspaso de poderes' de sus negocios pero aseguró que si quisiese podría seguir dirigiendo su compañía mientras esté en la Casa Blanca.
Además aseguró que sus hijos no discutirán las decisiones empresariales con él aunque bromeó con despedirlos si no cumplían con sus obligaciones.
Su abogada, Sheri Dillon, explicó además que la empresa de Trump no establecerá nuevos negocios en el extranjero durante su presidencia y que las operaciones domésticas serán objeto de una escrupulosa supervisión para evitar conflictos de intereses.
Entre otras cosas, todas las operaciones necesitarán ser aprobadas por un asesor ético independiente que será elegido próximamente. Además, Trump prevé donar todos los beneficios que sus hoteles obtengan de gobiernos extranjeros al Tesoro estadounidense.
Negocio 'aislado'
Dillon aseguró que, una vez nombrado presidente el próximo día 20, el magnate inmobiliario se aislará totalmente de su negocio y "solo sabrá de un acuerdo si lo ve en el periódico o en televisión".
Sin embargo, la abogada descartó completamente que Trump pueda vender sus intereses para eliminar posibles conflictos, algo que han hecho algunos de los empresarios elegidos para formar parte de su gabinete.
"No se puede esperar que el presidente electo Trump destruya la compañía que construyó", aseguró Dillon, que insistió en que la venta "no es ni siquiera factible". Numerosos expertos han cuestionado en los últimos meses la fórmula elegida finalmente por Trump, dado que transferir la gestión a sus hijos no elimina completamente las suspicacias sobre posibles conflictos de intereses.
Entre las opciones que tenía el presidente electo, además de la liquidación de sus intereses, estaba la de un "fideicomiso ciego", una figura en la que se colocan activos financieros para que sean gestionados fuera del control del interesado y algo que habían utilizado en el pasado otros mandatarios estadounidenses.
No se puede esperar que el presidente electo Trump destruya la compañía que construyó
En su conferencia de prensa, Trump insistió en que, pese a no estar obligado a ello, ha tomado medidas para eliminar recelos, por ejemplo rechazando nuevas ofertas de negocios en el extranjero. En concreto, aseguró que durante el fin de semana rechazó una oferta de 2.000 millones de dólares por una operación en Dubai.
Dillon, por su parte, dijo que la Trump Organization ha puesto fin a acuerdos empresariales que estaban pendientes y que han costado al magnate y sus hijos millones de dólares.
Mientras que Eric y Donald Jr. dirigirán la empresa familiar, la hija mayor de Trump, Ivanka, se desvinculará por completo de ella para mudarse a Washington junto a su marido, Jared Kushner, quien fue designado este lunes como futuro asesor sénior presidencial.