Para Kevin Lacz, no todo el mundo está hecho para apretar el gatillo. Un Navy SEAL se nace, no se hace, sostiene este veterano condecorado de la guerra de Irak.
Natural de Connecticut, Lacz decidió alistarse después de que un amigo de la familia perdiera la vida en los atentados del 11-S. En 2006, luchaba en la batalla de Ramadi contra la insurgencia iraquí en compañía de Chris Kyle, considerado el francotirador más letal de Estados Unidos.
Luego ayudaría a Clint Eastwood a llevar a la gran pantalla la historia de su amigo a través de la película El Francotirador (2015), en la que se interpretó a sí mismo.
Lacz sobrevivió a dos despliegues en Irak y hoy vive con su mujer e hijos en Florida, donde trabaja como asociado médico. Aunque ha ido perdiendo a sus compañeros, asegura que su experiencia en combate fue positiva por el vínculo que forjó con sus “hermanos” del pelotón de 'Los Castigadores' y que lo convirtió en la persona que es.
“Hice exactamente lo que quería hacer”, cuenta a EL ESPAÑOL durante una visita a Madrid para presentar El Último Francotirador (Crítica), un relato de sus días como Navy SEAL elaborado con la ayuda de su esposa.
El Ejército de los Estados Unidos te paga por el éxito en el campo de batalla y ese éxito, nuestra tarea, era matar terroristas
“En aquel momento la visión de muchos estadounidenses era que el servicio en el extranjero tenía unas ramificaciones mentales o físicas normalmente negativas, pero ése no es siempre el caso”, dice aun reconociendo que muchos soldados traen consigo una experiencia distinta.
En el libro, Lacz rememora cómo la primera vez que derribó a un enemigo, sintió satisfacción. De tener que disparar hoy, la sensación sería la misma, afirma. “Es tu trabajo, no es diferente de lanzar un tiro libre bajo presión en baloncesto”, dice convencido. “No es por simplificar el acto de quitar una vida, pero tienes que entender que es tu trabajo”.
“El Ejército de los Estados Unidos te paga por el éxito en el campo de batalla y ese éxito, nuestra tarea, era matar terroristas. Y no me disculpo por eso”, prosigue, aunque lamenta las bajas sufridas por EEUU y sus aliados en el “juego político”.
El exfrancotirador critica que Barack Obama retirara las tropas de Irak en 2011, una maniobra a la que ya había accedido su predecesor, George W. Bush. Lacz denuncia que la Administración demócrata se retiró de Irak sin una transición adecuada, lo que generó más inestabilidad en el país.
Preguntado acerca de si invadir Irak fue una decisión acertada, el ex SEAL no ofrece una respuesta rotunda. “La gente seguirá debatiéndolo durante los próximos 100 años”, dice y aplaude la “convicción” del presidente Bush. “Los compañeros estadounidenses muertos no volverán, pero me parece que dejar Irak y tener que volver es una pérdida aún mayor”.
Una coalición internacional pilotada por Estados Unidos bombardea posiciones de la organización terrorista Estado Islámico (EI) en Irak. Fuerzas de Bagdad y combatientes kurdos apoyados por la coalición recuperaron hace poco más de una semana la sección este de la ciudad de Mosul y planean retomar la mitad occidental de manos del EI.
Pero Lacz considera que tras la erradicación de Estado Islámico las diversas comunidades de Irak deberán intentar solucionar sus diferencias, ya que persisten los conflictos y la tensión entre grupos.
Para lidiar con la amenaza terrorista global, el ex SEAL reclama una fuerte alianza occidental y que los países árabes se involucren más en la campaña. Defiende generar oportunidades económicas en aquellos territorios donde el reclutamiento es mayor y que la comunidad islámica use la palabra para disuadir a los jóvenes que se unan al extremismo.
Lo que el presidente Trump está intentando hacer es ganar tiempo, encontrar la mejor manera de lidiar con esta cuestión
Asimismo, está de acuerdo con la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender la acogida de refugiados y cerrar temporalmente las puertas de EEUU a siete naciones de mayoría musulmana, Irak inclusive, al tiempo que culpa al Gobierno Obama del desastre sirio.
“Lo que el presidente Trump está intentando hacer es ganar tiempo, encontrar la mejor manera de lidiar con esta cuestión, que es mantener a los sirios en Siria para que puedan estabilizar su país, y aminorar la crisis humanitaria que está ahogando a países como Alemania”, sostiene Lacz, que considera que Trump hace bien al pensar antes de actuar. “Espero que tenga éxito, porque si él tiene éxito, todos nosotros lo tendremos”.
Acerca de su amigo Kyle, interpretado en el cine por Bradley Cooper, Lacz asegura que dos horas de película no consiguen reflejar quién era. “Chris era mucho más que un francotirador, era un amigo, un padre, tenía mucho humor y era muy humilde”, asegura.
Sin embargo, Lacz dice estar muy contento con la película. Fue su esposa quien se puso en contacto con el guionista para advertirle de que debía reflejar todos los aspectos de la historia y, a partir de ahí, Lacz acabaría actuando y asesorando a Clint Eastwood para que el filme fuera lo más realista posible.
“Es un tipo superamable, ¡pero es una leyenda!”, exclama refiriéndose a Eastwood. Recuerda perfectamente el día que lo conocía. “Me senté y me dijo: 'Dime cómo es estar en Irak' (…) Y yo no sabía que era una entrevista de trabajo”.