La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EEUU, con sede en San Francisco (California), ha decidido rechazar por unanimidad la apelación del Gobierno de Donald Trump sobre el veto migratorio impuesto por el presidente a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Según el documento judicial, el tribunal rechazó el recurso de la Administración estadounidense para que volviera a entrar en vigor la prohibición de entrada al país de refugiados y nacionales de 7 países con mayoría musulmana, por lo que es previsible que el caso termine en manos del Tribunal Supremo.
Los tres jueces del tribunal confirmaron de manera unánime la sentencia del juez federal James Robart, quien había decidido el viernes pasado que el veto de Trump debía ser suspendido tras la demanda interpuesta por los estados de Washington y Minesota por el "daño inmediato e irreparable" que podría causar de seguir en vigor.
"No pone en peligro la seguridad"
Asimismo, rechazaron los argumentos presentados por el Gobierno, quienes alegaron durante las audiencias de esta semana que el bloqueo del veto ponía en peligro al país y que la corte no tenía potestad para revisar el caso. Según los jueces, el Gobierno "falló" en demostrar en su recurso de emergencia que la seguridad nacional estaba en juego por culpa del bloqueo de la prohibición.
Los magistrados del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito se acogieron al "interés público general" para mantener el bloqueo al veto. "Por un lado, la sociedad tiene un serio interés en la seguridad nacional y en la habilidad de un presidente en adoptar políticas. Por el otro, la sociedad también tiene interés en la libre circulación, en no separar a familias y en la no discriminación", apuntaron los jueces en su fallo de 29 páginas. "Estos intereses públicos en competencia no justifican una suspensión (del fallo anterior)", concluyeron los jueces.
Además de Clifton, nominado por Bush, el panel estaba formado por los magistrados William Canby Jr y Michelle Taryn Friedland, nominados por los expresidentes demócratas Jimmy Carter y Barack Obama, respectivamente.
Trump promete batalla
Muy poco tiempo después de conocerse la resolución, Donald Trump contestaba a este revés judicial prometiendo batalla: "NOS VEREMOS EN LOS TRIBUNALES, ¡LA SEGURIDAD DE NUESTRA NACIÓN ESTÁ EN JUEGO!", tuiteó.
Pese a que el fallo fue unánime y que el juez del tribunal nominado por el expresidente republicano George W. Bush (Richard Clifton) también votó en contra del Gobierno, Trump opinó, en declaraciones a periodistas, que la decisión fue "política", en la línea de sus últimos ataques a los tribunales por considerarlos "sesgados".
Trump también auguró una victoria final del Gobierno en esta batalla legal, al anticipar así nuevos recursos para restituir su veto migratorio.
Alegría en sus detractores
La decisión judicial desató una rápida reacción de muchos de los detractores de las políticas de Trump. "3-0", tuiteó escuetamente la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, en una clara referencia al resultado unánime en el panel del tribunal.
El senador independiente por Vermont y también exaspirante a la Casa Blanca, Bernie Sanders, afirmó que la decisión judicial "restaura parte del daño que el presidente ha hecho a la reputación del país alrededor del mundo".
"También puede enseñar al presidente Trump una lección sobre la historia de Estados Unidos y cómo se supone que funciona nuestra democracia", añadió Sanders.
El Supremo, última instancia
La Corte Suprema, sin embargo, sigue contando con tan solo ocho jueces, a falta de ocupar el cargo vacante del fallecido Antonin Scalia, y muchos creen que ideológicamente está abocada al empate, lo que en este caso mantendría la decisión de la corte de apelaciones.
La orden de Trump suspendía durante 120 días el programa de acogida de refugiados de Estados Unidos -o indefinidamente, en el caso de los refugiados sirios- y detenía durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
Aprovechando la suspensión temporal del decreto, los nacionales de los países afectados se han apresurado a viajar a Estados Unidos con los visados que ya habían procesado.