Las vínculos secretos entre el círculo de Trump y Rusia siguen creciendo. The Washington Post ha desvelado una reunión entre un empresario afín al presidente de EEUU y un hombre próximo a Vladimir Putin en las Islas Seychelles para tratar el tema de Irán y Siria.

El encuentro se produjo gracias a la intervención de Emiratos Árabes Unidos, donde se presentó el fundador de Blackwater, Erik Prince, como un enviado no oficial de EEUU, solicitando la intermediación del país árabe en la relación con Rusia, según funcionarios europeos, estadounidenses y árabes.

La reunión tuvo lugar el 11 de enero, apenas nueve días antes de la toma de posesión de Trump como presidente de EEUU. No está claro qué temas concretos se trataron en el encuentro pero, según Emiratos Árabes, las restricciones a Irán y la estrategia en Siria estaban sobre la mesa. Unos días antes, en el mes de diciembre, Prince fue visto entrando a las oficinas de Trump.

A cambio de la postura favorable rusa, probablemente, la Administración Trump tendría que hacer concesiones a Moscú, vía restricción de sanciones.

Erik Prince no ocupó ningún puesto oficial en la campaña ni en el equipo de transición pero es una persona muy cercana al principal asesor de Trump, Stephen K. Bannon, es hermano de la actual secretaria de Educación en EEUU y uno de los principales contribuyentes a la campaña electoral del republicano.

Esta reunión ha sido investigada por el FBI dentro de las supuestas interferencias de Rusia en las elecciones de EEUU en 2016 y como uno de los contactos entre el entorno de Trump y Moscú, según han explicado funcionarios estadounidenses. Sin embargo, el FBI no ha querido hacer ningún comentario.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha restado importancia a la noticia: "No tenemos conocimiento de ninguna reunión y Erik Prince no tuvo ningún papel en la transición".

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