Los demócratas bloquean la nominación del juez de Trump para el Supremo de EEUU
El juez Neil Gorsuch, protestante y conservador, estaba nominado para cubrir la vacante dejada por el fallecido Antonin Scalia.
6 abril, 2017 17:33Noticias relacionadas
La oposición demócrata en el Senado de Estados Unidos ha bloqueado este jueves la nominación de Neil Gorsuch, el juez elegido por el presidente, Donald Trump, para ocupar la vacante vitalicia en el Tribunal Supremo.
Con más de 40 senadores en contra con la votación aún por terminar, Gorsuch no alcanzó el límite de 60 votos fijado en el reglamento del Senado para aprobar a los magistrados del Alto Tribunal.
Esta victoria de los demócratas, sin embargo, es momentánea, ya que los republicanos tienen intención de cambiar las normas del Senado para permitir la nominación de Gorsuch con una minoría simple de 51 votos, una maniobra conocida como "opción nuclear".
La maniobra de los demócratas responde a la negativa de los republicanos a someter a votación el juez que nominó el expresidente Barack Obama en marzo de 2016 cuando se produjo la vacante.
Obama nominó al juez Merrick Garland para ocupar el puesto que quedó vacante por la muerte del conservador Antonin Scalia, pero los republicanos, con mayoría en el Senado, se negaron a celebrar una audiencia para estudiar su candidatura durante una cifra récord de 293 días con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en año electoral.
Antes de llegar a la votación de hoy, el senador demócrata Jeff Merkley dio un maratoniano discurso que duró más de 15 horas entre el martes y el miércoles en el pleno de la Cámara Alta en el marco de las maniobras de "filibusterismo" de la oposición para retrasar el voto de Gorsuch.
Cuando los republicanos activen este jueves la "opción nuclear", habrá otras 30 horas de debate, por lo que se espera que, pese a los esfuerzos de los demócratas, este viernes llegue la confirmación final de Gorsuch por mayoría simple.
La nominación de Gorsuch, comunicada a principios de febrero, satisfacía al electorado y los intereses políticos de Trump por su perfil de juez blanco, protestante y conservador que viene a cubrir el vacío dejado por el fallecido juez Scalia -también del sector no progresista-.