El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, permitirá a más de 750.000 jóvenes indocumentados permanecer en el país pese a haber prometido su expulsión durante la campaña electoral.
El Departamento de Seguridad Nacional informó el jueves a través de su página web de que mantendrá el programa creado por la Administración Obama -la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA)- para proteger a los llamados dreamers y permitirles trabajar.
“El memorándum del 15 de junio de 2012 que creó el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) seguirá en vigor”, señala el departamento, que aclara que los beneficiarios del programa podrán renovar cada dos años.
Durante la contienda por la Casa Blanca, el entonces candidato republicano se comprometió a “eliminar inmediatamente” el programa, pero tras los comicios el tono de Trump hacia esta generación de inmigrantes criados en EEUU se fue suavizando.
En una entrevista con Time como presidente electo, Trump aseveró que encontraría “una solución que hará que la gente se sienta feliz y orgullosa”. En abril el mandatario dijo a los jóvenes indocumentados que “estuvieran tranquilos”.
Sin embargo, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca se despojó de protección y deportó a al menos varias decenas de dreamers, según datos oficiales.
Aquellos inmigrantes que supongan un peligro para la seguridad pública pueden perder su estatus y ser devueltos a sus países de origen. Con todo, Trump ha instruido a las autoridades a hacer cumplir la ley con mano dura y en estos meses los arrestos vinculados a la inmigración se han disparado.
Múltiples estudios sugieren que la remoción de esta generalmente apreciada generación de EEUU podría tener costes elevados para el país. Por ejemplo, el libertario Cato Institute estimaba el coste de una hipotética deportación masiva de dreamers en 60.000 millones sumados a una reducción de 280.000 en crecimiento económico durante la década siguiente.
Ante la incertidumbre, legisladores republicanos y demócratas en Washington introdujeron legislación a principios de este año en el Congreso para convertir DACA en ley y blindar el estatus de cientos de miles de jóvenes, la mayoría de los cuales son de origen mexicano, según el Pew Research Center.