Kamala Harris podría ser la próxima pesadilla de Trump. Mujer, afroamericana, exfiscal y senadora, Harris se ha impuesto a Joe Biden, el vicepresidente de Obama y favorito en los sondeos, en el segundo debate demócrata para elegir el candidato a las elecciones de 2020. Lo que se suponía ser un debate fácil para el candidato resultó eser un recital de oratoria de la candidata demócrata que sacó a relucir los puntos débiles de Biden y se posicionó en la delantera de la carrera por la papeleta para 2020.
Con 54 años, Kamala Harris ha tenido un papel de confrontación frente a la Administración Trump desde que asumió su cargo de senadora en 2017. De verbo fácil y reflejos rápidos, no tardó en criticar la política de cierre de fronteras de la Casa Blanca. Y cuando el Gobierno contraatacó, diciendo que sus críticas a Trump eran lo mismo que apoyar a bandas criminales, Harris no se amedrentó y acusó a Trump de "arrancar a bebés de los brazos de sus madres".
"Una mujer afroamericana, fuerte y exitosa puede ser una pesadilla para Trump", ha dicho el exportavoz de la campaña de Hillary LCinton, Jesse Ferguson, al Los Angeles Times.
Kamala Harris encarna el sueño americano a la perfección. Hija de padre jamaicano y de una madre inmigrante india, Harris creció en Oackland y su madre la crió a ella y a su hermana llevándolas a mítines a favord e los derechos sociales. Fue la primera mujer fiscal general de California y la primera fiscal general negra y de origen asiático. Fue también la segunda mujer negra en hacerse con un escaño en el Senado de EEUU.
Si se hace con la papeleta demócrata será también la primera mujer negra, de origen asiática y sin hijos en presentarse a las elecciones. El hecho de que no sea madre no es un tema baladí en Estados Unidos. Y en otros países, Angela Merkel y Theresa May han tenido que esquivar preguntas sexistas sobre el tema.
Harris pertenece a la parte moderada del partido y mantiene cierta distancia con el ala más ala izquierda de la formación, encarnada por Bernie Sanders y Alexandra Ocasio-Cortez. Sin embargo, Harris sí que está a favor de políticas progresistas, como expandir la cobertura sanitaria, de garantizar un sueldo mínimo de 15.000 dólares y la universidad gratuita a los hijos de familias que ganen menos de 140.000 dólares al año. La candidata es, además, una defensora del derecho al aborto.
"Ella es capaz de combinar una agenda progresista real, un perfil emocionante y una presencia fuerte, de una manera que llama la atención", expuso Ferguson al Los Angeles Times.
Tras el último debate ya nadie duda de que Kamala Harris puede ser la mujer que haga temblar a Trump en las próximas elecciones de 2020.