Cuatro proyectos de vacuna, cinco tratamientos médicos en desarrollo y más de 1.000 millones de fondos federales para la investigación científica contra el coronavirus. Mientras el presidente Trump apura para reabrir la economía de EEUU contando más de 46.000 muertos, el doctor Fauci tiene un plan. 

El científico que acompaña al presidente norteamericano en las ruedas de prensa diarias para informar de la evolución de la pandemia lidera la maquinaria del Instituto Nacional de Salud, que emplea a centenares de investigadores centrados ahora en poner freno al virus que ha parado el mundo. 

El ambicioso objetivo es claro: contar con un tratamiento médico eficaz para septiembre u octubre de este año y tener lista una vacuna para enero de 2021

Mientras Trump llamaba "virus chino" al coronavirus y subestimaba sus efectos en los primeros compases de la epidemia, un grupo de científicos de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado trabaja desde enero en encontrar un antídoto para el SARS Cov-2.

Financiación

Este organismo dependiente del Departamento de Salud de EEUU cuenta desde enero con una ingente cantidad de financiación para dar la batalla a la peor pandemia en 100 años. Esta entidad puso esa liquidez en manos de decenas de laboratorios y empresas de investigación farmacéutica mucho antes de que Trump, en pleno año electoral, reaccionara primero cerrando las fronteras del país y después, con reticencias, estableciendo un confinamiento generalizado en todos los estados. 

Modern Tx recibió 430,2 millones de dólares; Janssen Research & Devolepment (perteneciente a Johnson&Johnson) 456,2 millones de dólares; Protein Science 30,7 millones de dólares. Total: 917 millones de dólares, según detalla el diario italiano Corriere della Sera.

Los recursos llevan meses circulando y los proyectos avanzan a buen ritmo. El doctor Fauci -un equivalente al doctor Simón por su exposición mediática estos días- confía en ver los primeros resultados muy pronto.

El Instituto Nacional de enfermedades infecciosas (NIAID), presidido por el ya célebre Fauci, vigila de cerca uno de los proyectos de vacuna que se desarrolla en EEUU. "La vacuna más avanzada es el resultado de nuestra colaboración con la empresa Moderna y otros organismos públicos", explica Cristina Cassetti, subdirectora de Microbiología en Niaid.

Producción masiva

Según la prensa estadounidense, este proyecto habría empezado ya su fase de experimentación en humanos. "Entre junio y julio entramos en lo que llamamos la "fase dos", con pruebas en muchas personas para estudiar la seguridad y la capacidad de estimular una respuesta inmune de la vacuna. El momento decisivo debería llegar después de septiembre, cuando se sepa con claridad si la fórmula es eficaz o no", detalla Cassetti sobre la hoja de ruta.

La administración estadounidense también ha simplificado los procedimientos para aprobar una vacuna y agilizar la salida de la emergencia sanitaria. Los problemas podrán estar en su producción. El doctor Fauci estima que dicha vacuna debería estar en el mercado para la primavera del año que viene, aunque las primeras dosis podrían adelantarse a enero de 2021. 

Sería el Gobierno de EEUU, que para entonces podría estar en manos de Joe Biden o Donald Trump, el que decidiría cómo repartir estas primeras vacunas. La idea es empezar con la primera línea: personal sanitario, fuerzas policiales, trabajadores de transporte y empleados de la cadena alimentaria.

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