Una semana después de que las proyecciones de los medios dieran como ganador en los comicios de EEUU al demócrata Joe Biden, miles de simpatizantes del presidente saliente, Donald Trump, salieron a las calles de Washington DC para denunciar, sin pruebas, un presunto fraude electoral, jaleados por el propio mandatario, que salió a saludarlos desde su coche.
Han pasado siete días y Trump no ha reconocido aún su derrota en las elecciones del 3 de noviembre, al tiempo que no ha parado de repetir que hubo un supuesto fraude en los comicios, sin aportar una sola prueba. Y parece que este mensaje ha calado entre sus seguidores, de los que muchos llevaban pancartas que decían "no roben las elecciones".
Desde primera hora de la mañana, ríos de partidarios de Trump inundaron las calles que desembocaban en la Freedom Plaza, junto a la Casa Blanca, con gorras y camisetas de su campaña electoral con el lema "Make America Great Again" (haz EEUU grande de nuevo).
Poco después de las 10.00 hora local, el coche de Trump apareció por la Avenida de Pensilvania, junto a Freedom Plaza, desde donde saludó a los cientos de manifestantes que estaban concentrados en ese momento en lugar, donde la marcha comenzó poco después del mediodía. El presidente saliente sonrió y saludó desde su vehículo a sus seguidores.
"Lo vimos a lo lejos, vinimos temprano, estábamos en medio de la multitud y apareció", explicó a Efe Terrelen, de 54 años y ayudante de un abogado, que acudió a la capital desde Indiana, junto a su marido Jay, de 55 años y trabajador en la industria aeronáutica.
Hasta ahora Trump apenas ha conseguido alguna que otra victoria menor en los tribunales, donde ha ido sufriendo reveses como el de este viernes en dos cortes de Pensilvania donde fueron desestimadas seis demandas presentadas por su campaña electoral.
Aun así, los participantes en la protesta corearon frases como "detengan el robo (de las elecciones)" y desde los altavoces se escucharon frases como "la CNN apesta, la Fox apesta".
Muchos de los manifestantes, en su mayoría de raza blanca y de todas las edades, no llevaban mascarillas faciales para protegerse de la Covid-19, pese a que EEUU es la nación más afectada del mundo por la pandemia.
La protesta, que transcurrió desde la Freedom Plaza hasta la parte de atrás del Capitolio frente al Tribunal Supremo, estaba convocada por una amalgama de organizaciones pro Trump, varias de ellas vinculadas con la extrema derecha, y fue bautizada con varios nombres, como "Marcha MAGA (siglas de Make America Great Again) del Millón", "Marcha por Trump" y "Detén el Robo, DC".
La manifestación se desarrolló en medio de un importante despliegue policial: para el sábado estaba convocada también en la Freedom Plaza una concentración, convocada por el grupo "Refuse Racism", para "oponerse al intento de Trump de robar las elecciones".