La Fuerza Aérea de Estados Unidos investigará el hallazgo de restos humanos en el tren de aterrizaje de uno de sus C-17 que el pasado lunes despegaron de Kabul en pleno caos en el aeropuerto y en sus pistas, con decenas de afganos tratando de coger un vuelo para escapar tras la caída del Gobierno y la victoria de los talibanes.
Los restos fueron encontrados una vez el avión aterrizó en su destino, la base de Al Udeid, en Qatar.
Ya en vídeos difundidos aquel día, imágenes que pasarán a la historia, se ve a civiles subidos en distintos resquicios del los aparatos incluso cuando ya se mueven para iniciar la aceleración para el despegue. Tal era la desesperación que no se les ve bajarse pese al altísimo riesgo que suponía.
En otros vídeos que han circulado estas horas por redes sociales se puede ver cómo caen cuerpos de los aviones, e imágenes certifican que alguno cayó en tejados de la capital afgana. Según cuenta The Washington Post, la Fuerza Aérea ha comenzado pesquisas sobre la muerte de al menos dos personas por esta causa.
Según The Washington Post, que ha avanzado esta información, la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI, en sus siglas en inglés) hará una "revisión exhaustiva" de lo ocurrido, incluyendo entrevistas y el visionado de todo el material al que puedan tener acceso.
Fuentes de la Fuerza Aérea al citado medio han explicado que el C-17 operó en la única pista que había disponible para evacuar, en las primeras horas de la gran crisis humanitaria que se cierne sobre Afganistán, y que el aparato "fue rodeado por cientos de civiles que habían sobrepasado el perímetro del aeropuerto". En vista de la situación, según estas fuentes, la tripulación optó por despegar lo antes posible.