Falsos observadores y justicieros patrullan los colegios electorales la víspera de las 'midterms'
Amenazas de muerte, "ejército de ciudadanos" reclutados por extremistas de ultraderecha y justicieros negacionistas ponen en riesgo las elecciones de mitad de legislatura en EEUU.
8 noviembre, 2022 02:17Tras el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 y ante las crecientes hostilidades de grupos supremacistas, partidarios de Donald Trump y negacionistas de las elecciones presidenciales de 2020, el Departamento de Justicia estadounidense decidió establecer un grupo de trabajo dedicado a analizar las supuestas amenazas y riesgos a los que se enfrentan los trabajadores y voluntarios electorales en el país. Desde verano de 2021 a finales de julio de 2022, esta comisión había revisado más de 1.000 mensajes amenazantes y de acoso, según señaló el fiscal general adjunto Kenneth Polite Jr al Comité Judicial del Senado el verano pasado.
"Los trabajadores electorales han expresado regularmente sus preocupaciones. Han visto cuál es el potencial de violencia en toda nuestra nación. Y ahora han visto a unas pocas personas actuar de una manera que intimida o intimida en el terreno aquí en Arizona", dijo Paul Penzone, alguacil del condado de Maricopa en Arizona, donde personas armadas se han apostado en las urnas en las últimas semanas. "La gente tiene miedo porque no está segura de qué puede ocurrir".
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, aunque no han querido pronunciarse de forma oficial, llevan meses dedicando recursos adicionales para investigar las amenazas a los trabajadores electorales y a políticos, coordinándose con las fuerzas de seguridad y orden locales para seguir las pistas que van surgiendo.
"Los funcionarios electorales sufren seguimientos hasta sus casas, les gritan amenazas de muerte mientras salen de la oficina... Hay funcionarios electorales que han tenido manifestantes con armas acampados delante de sus hogares", corroboró a principios de semana Lawrence Norden, director principal del Programa de Gobierno y Elecciones del Centro Brennan. Norden quiso dejar claro que aunque "no le diera importancia a las amenazas y ataques que hemos visto contra congresistas, ahora estamos hablando de personas en un nivel muy diferente, gente con muy pocos recursos".
Cabe destacar que los empleados electorales en EEUU se consideran trabajadores esenciales, aunque su sueldo muchas veces no llega al salario mínimo interprofesional: en estados como Texas se paga entre 13 y 17 dólares la hora; en Nueva York el rango es de 75 dólares al día para un trabajador electoral 'raso' a pie de urna a los 130 dólares diarios que cobran los jefes de mesa. Uno de los estados que mejor paga estos trabajos es Florida, donde el máximo alcanza los 300 dólares por cada jornada electoral (desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche en la mayoría de las ocasiones).
Amenazas de muerte
"Todos seréis ejecutados". "Os ataremos las extremidades con alambre y seréis arrastrados por un automóvil". Así rezan algunas de las cientos de amenazas y mensajes intimidatorios que han recibido los trabajadores de los colegios electorales en Arizona en los últimos meses.
La mayoría de estas amenazas están basadas en las informaciones falsas y afirmaciones refutadas sobre el supuesto fraude electoral propagadas por los partidarios del expresidente Donald Trump. En algunos condados de Arizona, como el de Maricopa – donde Joe Biden consiguió una ajustada victoria en las elecciones presidenciales del 2020 – "El acoso tuvo lugar por medio de correos electrónicos amenazantes y publicaciones en redes sociales, así como amenazas de publicar información personal y fotografiar a los empleados electorales en su lugar de trabajo", según revela un análisis de Reuters en el que se incluyen cerca de 1.600 páginas de documentos públicos.
Mientras, la oficina electoral del área de Phoenix registró "al menos 140 amenazas y otras comunicaciones hostiles" en poco más de un mes, entre el 11 de julio y el 22 de agosto, según fuentes citadas por la agencia de noticias. Esas mismas fuentes lamentan que "nos encontraremos con que hacer el trabajo es cada vez más difícil cuando nadie quiera asistir en las elecciones".
Tal y como advirtió por correo electrónico a su equipo el director electoral del condado de Maricopa, Scott Jarrett, el comportamiento de esta gente "se parece mucho al comportamiento de los depredadores; estamos siendo acosados". Scott se refería en concreto a un grupo que se hace llamar 'Auditores de la Primera Enmienda' y que, pertrechado con equipación militar, se paseó por las inmediaciones de la sede desde la que trabaja un día después de las primarias del 2 de agosto, fotografiando a los trabajadores y tomando notas de las matriculas de sus vehículos.
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El grupo en cuestión ha prometido mantener su vigilancia durante las elecciones de este martes 8 de noviembre. Por otra parte, a finales de octubre, varias extremistas de ultraderecha continuaron esta campaña de intimidación haciendo una 'sentada' frente a una de las estaciones electorales de la ciudad de Mesa. En una línea similar, varios miembros de los grupos de extrema derecha Lions of Liberty y Clean Elections USA se turnaron durante días para vigilar durante 24 horas las urnas situadas en varias localidades del condado.
El informe elaborado por Reuters concluye que "los documentos revelan las consecuencias de las teorías de conspiración electoral cuando los votantes nominaron candidatos en agosto para competir en las elecciones de mitad de legislatura. Muchas de estas amenazas en el condado de Maricopa, estado que ayudó al presidente Joe Biden a lograr la victoria sobre Donald Trump en 2020, citaron afirmaciones desacreditadas sobre papeletas falsificadas, máquinas de votación manipuladas y funcionarios electorales corruptos".
Por su parte, la Junta Electoral del estado de Carolina del Norte está rastreando ocho casos de posible intimidación de votantes, uno de posible interferencia de votantes y cinco de posible interferencia con los trabajadores electorales durante el periodo de votación anticipada. Los supuestos incidentes se han dado tanto en zonas urbanas como las afueras de Charlotte, como en áreas rurales.
"La Junta Estatal y sus socios encargados de hacer cumplir la ley están monitorizando varios incidentes aislados de posible acoso o intimidación de votantes o trabajadores electorales, así como casos de campañas agresivas en las inmediaciones de los lugares de votación", precisó en un comunicado Karen Brinson Bell, directora ejecutiva de la Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte. Bell aseguró que se toman "estos incidentes muy en serio. Cuando ocurran, trabajaremos con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley en las respuestas apropiadas".
'Justicieros electorales'
En un reciente informe, el Departamento de Justicia subraya que "aunque las actividades legales de observación de elecciones pueden apoyar la transparencia democrática y la rendición de cuentas, cuando los ciudadanos privados forman 'fuerzas de seguridad electoral' e intentan asumir el papel legítimo del Estado de supervisar y vigilar las elecciones, el riesgo de intimidación de los votantes, y de violar la ley federal, es mayor, es significativo".
No obstante, parece que no todos los encargados de impartir Justicia en el país piensan de la misma manera. Es el caso por ejemplo del juez federal de distrito de Phoenix, Michael Liburdi, quien se negó a emitir una orden de restricción temporal sobre varios de los grupos extremistas avistados en su jurisdicción alegando que "no podía redactar una orden judicial contra los activistas de derecha sin violar sus derechos de la Primera Enmienda".
Bannon llama a las armas
Una de las tácticas que más preocupación está generando es la que utilizan figuras controvertidas del Partido Republicano y activistas antisistema en la que reclutan a observadores electorales a los que piden que se dispersen o no acudan a los lugares de votación asignados.
Esta es la artimaña empleada por Steve Bannon, quien una semana después de ser condenado por su participación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, apareció en su podcast con Cleta Mitchell, una abogada que tuvo un papel fundamental en los esfuerzos de Trump por anular las elecciones de 2020. Mitchell ahora está involucrada en reunir lo que ella llama un "ejército de ciudadanos" para monitorizar las elecciones. Su organización, la 'Red de Integridad Electoral', ha capacitado a más de 20,000 personas como observadores electorales en todo el país, muchos de ellos en estados disputados.
"El llamamiento de Steve Bannon para que los que niegan las elecciones se registren como trabajadores electorales y observadores electorales, junto con la desinformación que cuestiona la integridad del sistema de votación... siembra una posibilidad real de una temporada electoral caótica", resumió Jennifer McCoy, profesora de ciencias políticas en Universidad estatal de Georgia, en una conversación con AFP. La experta adelantó que "oosiblemente, podemos ver una tremenda confusión ya que a algunos votantes se les impide votar, y muchos desafíos durante el recuento de votos a medida que estos nuevos trabajadores electorales y observadores partidistas cuestionan los resultados que quizás no les gusten".
Botón del pánico y chalecos antibalas
Ante la creciente crispación y estado de alerta, funcionarios y trabajadores electorales han decidido tomar cartas en el asunto. Es el caso de Josh Zygielbaum, secretario y registrador del condado de Adams en Colorado, quien en una reciente entrevista para ABC News explicó que este tipo de amenazas y comportamientos violentos no le han dejado más opción que ponerse un chaleco antibalas.
"Uso uno casi todos los días", aseguró Zygielbaum, cuyo nombre aparece en la papeleta para elegir al secretario electoral de condado que los residentes de la zona usarán cuando vayan a ejercer su derecho a voto esta semana. Además, el responsable electoral de este distrito, de tradición democrática, ha estado trabajando con su equipo en las últimas semanas para reforzar la seguridad de los colegios electorales, oficinas y otros lugares de votación.
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Entre otras precauciones, Zygielbaum ha mandado instalar botones del pánico debajo de cada escritorio en la oficina del secretario del condado, de manera que cualquiera pueda dar la voz de alarma si llegara a ser necesario. “Realmente, hemos tratado de hacer todo lo posible para proteger la oficina como si se tratase de un objetivo de un ataque”, añadió el funcionario.