Alex Jones, en uno de sus programas de Infowars.

Alex Jones, en uno de sus programas de Infowars. The Alex Jones Show

EEUU

Una web satírica compra la fábrica de bulos Infowars y la convertirá en un canal para burlarse de las conspiraciones

Javier Cavanilles
Publicada

Sin duda, el mejor desenlace posible y, también, el más inesperado. Al final, el periodista conspiranoico Alex Jones no ha podido salvar su emporio mediático Infowars, pero, para él, lo peor no ha sido eso: su máquina de difundir bulos es ahora propiedad de la web satírica The Onion, algo así como la versión estadounidense de El Mundo Today. La cantidad que ha abonado la firma Global Tetrahedron no ha sido facilitada, pero se baraja una cifra algo inferior a los mil millones de dólares que se esperaba recaudar. El dinero irá destinado a pagar las indemnizaciones a una veintena de familias de víctimas del tiroteo de Sandy Hook a los que Jones había acosado.

Según el comunicado, repleto de ironía, que ha colgado en The Onion Bryce P. Tetraeder (CEO de Global Tetrahedron), "InfoWars ha destacado como una herramienta de valor incalculable para lavar el cerebro y controlar a las masas. Con una astuta mezcla de paranoia delirante y dudosos trucos nutricionales antienvejecimiento, se esfuerza por hacer la vida más aterradora y más larga para todos, un objetivo encomiable. Es un verdadero unicornio, capaz de inspirar simultáneamente el apoyo público a los multimillonarios y avivar la indignación contra un estado federal inepto que puede asesinar a JFK pero ni siquiera puede llevar a un hombre a la Luna".

"InfoWars ha demostrado —continúa el comunicado— un compromiso inquebrantable con la generación de ira y radicalización de los miembros más vulnerables de la sociedad, valores que resuenan profundamente en todos nosotros en Global Tetrahedron. Ningún precio sería demasiado alto para semejante cornucopia de activos y mentes maleables. (…). No nos equivoquemos: este es un golpe para nuestra empresa y una victoria bien merecida para las elites multinacionales de todo el mundo".

Alex Jones announces this morning that The Onion has purchased InfoWars at public auction and the show is now being shut down.

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— Ron Filipkowski (@ronfilipkowski.bsky.social) 14 de noviembre de 2024, 15:21

La respuesta de Alex Jones, que había advertido de que podía perder su emporio y a hecho un llamamiento a comprar Infowars para poder mantener con vida su fábrica de bulos, ha sido atribuirlo todo a un complot de los demócratas. Pero como su cuenta en YouTube y su página web ya no existen, la última emisión (ya no podrá hacer más salvo que forme otra empresa y bajo otro nombre) se realizó a través de su cuenta de ‘X’. El futuro de InfoWars ahora es convertirse en una web para satirizar el mundo de las conspiraciones, según explicó Tetraeder. Será difícil distinguirla del original.

Como ya informó EL ESPAÑOL, el pasado 13 de septiembre, un tribunal de Texas —donde tiene su sede Free Speech Systems (la empresa que agrupa todo su negocio)— ordenó que el popular locutor subastara su emporio mediático para hacer frente a una veintena de víctimas de tiroteo de Sandy Hook —el más grave sucedido en un colegio en la historia de EEUU— a los que había estado acosando durante años. Entre otras cosas, se mofó de ellos, los acusó de ser ‘actores de crisis’ y negó que sus hijos hubieran existido nunca.

La sentencia era consecuencia de dos juicios que el fundador de Infowars perdió anteriormente. El primero de ellos se celebró en 2021 y el segundo en 2022. La suma de ambas sentencias —60 millones en una y 965 en otras— ascendía a 1.015 millones de dólares. Jones pidió declararse en bancarrota para evitar pagar, pero el juez no aceptó su propuesta. Ambos procesos centran el documental La verdad contra Alex Jones (Dan Reed, 2024), que puede verse en la plataforma Prime Video.

El ‘papa oso’ de las conspiranoia

Alexander Emerick Jones (1974), conocido mundialmente como Alex Jones, se hizo popular en su país gracias a un programa producido en una televisión de acceso público en Austin (Texas). El salto internacional comenzó cuando apareció en la serie británica Secret rulers of the world (Channel 4), del periodista Jon Ronson, y que luego se transformó en el libro Extremistas: Mis aventuras con los radicales (2001). En aquella época, su gran enemigo eran los globalistas que intentaban dominar el mundo y, acompañado por Ronson, logró colarse en el Bohemian Grove, un encuentro anual que se celebra en verano y al que acude la elite política y económica de Estados Unidos.

Pero su gran momento llegó con el 11S. Hasta entonces, fiel a sí mismo, no había versión alternativa que no hubiera abrazado, pero llegó el 25 de julio de 2001… y se convirtió en estrella. Ese día, en antena, tras asegurar que la Casa Blanca estaba pensando en declarar la Ley Marcial, añadió que se avecinaba un gran atentado de falsa bandera para justificarlo.

Acto seguido afirmó: "Si ocurre algún acto terrorista, saldrá de este Gobierno. Y si hubiera una amenaza del tipo de Bin Laden, que era conocido por ser un agente de la CIA que en los 80 luchó con los muyahidines y cuya familia está construyendo en estos momentos todas las bases militares de Arabia Saudí, eso no será el trabajo de ningún agente al servicio de Irán. Él es el hombre de paja que necesitan en este sistema patético y orweliano". El 11-S lo convirtió en profeta entre los suyos.

Con InfoWars —y su hermano pequeño Prision Planet—, Jones se alzó como el portavoz del movimiento truther (los que rechazaban la versión oficial del 11S). Sus artículos sobre el Patriot Act (la ley antiterrorista puesta en marcha tras los atentados de las Torres Gemelas) le valieron una nominación a los galardones de Proyect Censored, una especie de premios Pullitzer alternativos. Pero con el tiempo fue perdiendo su credibilidad al defender teorías cada vez más descabelladas, hasta el punto de que el cómico Stephen Colbert lo bautizó como el ‘papa oso’ de la conspiranoia mundial.

Otro de los temas que le granjeó mucha fama fue su seguimiento de las reuniones celebradas por el conocido como Grupo Bilderberg, cuando ningún otro medio se atrevía a publicar información al respecto. En esta labor contó con el veterano Jim Tucker, veterano de la revista filonazi Spotlight, cerrada en su día por orden judicial. También contó con la colaboración ocasional del lituano afincado en España Daniel Estulin, cuyo libro La verdadera historia del Club Bilderberg (2005) fue un éxito internacional y sacó a la luz las actividades del polémico think tank.

Con el tiempo, Jones fue sumando millones de seguidores a ambos lados del espectro político y acabó convertido en la referencia de la ultraderecha más radical —como los 3%, los Proud Boys o el movimiento MAGA— al mismo ritmo que su página se transformaba en una especie de teletienda de, sobre todo, productos vitamínicos. Mientras sus teorías se hacían más radicales, sus ingresos se disparaaban, pero acabó expulsado de la mayoría de redes sociales. Eso no le impidió seguir creciendo, sobre todo cuando se convirtió en una de las referencias de la campaña de Donald Trump de 2012. De hecho, fue el primer periodista al que el republicano llamó cuando llegó a la Casa Blanca, aunque luego la relación se deterioró.

De hecho, durante estas elecciones, el contacto con él ha sido inexistente. En todo caso, ha prometido volver a empezar desde cero gracias a una fortuna personal que se calcula en 9 millones de dólares, y que no se ha visto afectada por la sentencia.