El ejército norcoreano exhibió este sábado, durante un desfile militar celebrado en Pionyang, un nuevo misil balístico de alcance intercontinental con una envergadura mayor que la del Hwasong-15, proyectil de mayor alcance probado por el régimen hasta la fecha.
Este nuevo proyectil, cuyo nombre se desconoce y que Pionyang no ha testado aún, ha sido uno de los nuevos activos del programa de misiles que Corea del Norte ha exhibido durante esta marcha militar celebrada en la madrugada del sábado con motivo del 75º aniversario del partido único y emitida en diferido por la televisión norcoreana.
Corea del Norte lleva sin lanzar a modo de prueba un ICBM desde noviembre de 2017 -cuando probó precisamente el Hwasong-15-, coincidiendo con su giro diplomático para tratar de negociar con EEUU un acuerdo de desnuclearización, aunque las conversaciones con Washington en este terreno llevan estancadas casi dos años.
Aunque el líder norcoreano, Kim Jong-un, evitó enviar un mensaje duro a EEUU en el discurso pronunciado antes del desfile, la exhibición de un nuevo proyectil más grande que el Hwasong-15 (que tiene capacidad potencial para alcanzar territorio estadounidense) remite, por otro lado, la idea de que Pionyang seguirá desarrollando misiles cada vez más sofisticados si no sella la paz con Washington. En ese sentido, Kim dijo que su régimen "seguirá fortaleciendo su fuerza militar para auto defensa y disuasión", pero aseguró que "nunca" la usará para atacar de manera preventiva.
Entre las novedades exhibidas en el desfile se han contado también unas nuevas lanzaderas erectoras móviles (TEL por sus siglas en inglés) de gran tamaño transportando el mencionado nuevo misil, y también otro nuevo proyectil de alcance intermedio aparentemente llamado Pukguksong-4.
Pionyang también ha mostrado nuevos sistemas de radar anti-aéreos, nuevas lanzaderas de misiles con sistema de tracción de oruga e incluso blindajes nuevos para sus unidades de infantería.
Todo ello plantea dudas sobre el cumplimiento de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU como castigo a sus pruebas de armas, con las que se pretende cortar el suministro de materiales y tecnología para el programa nuclear y de misiles del ejército norcoreano.