Thomas Grundy

Thomas Grundy

Asia

Tom Grundy, director de 'Hong Kong Free Press':  "La autocensura es mucho más poderosa que la censura"

Este periodista británico lidera uno de los pocos medios independientes que existen en el territorio, donde China tiene cada vez más influencia y control. 

18 agosto, 2024 02:58
Hong Kong

Tom Grundy es una de las figuras más importante del panorama mediático de Hong Kong. Hace ya dos décadas que este periodista nacido en Reino Unido aterrizó en el territorio para trabajar con medios de comunicación como la BBC, Deutsche Welle o Al Jazeera.  Desde 2015, sin embargo, dirige a un pequeño equipo de periodistas que dan forma al periódico digital Hong Kong Free Press, uno de los pocos que se edita en inglés, junto a South China Morning Post.

Desde esa modesta trinchera, Grundy hace equilibrios con la escasa libertad de prensa que queda en la excolonia británica, donde China extiende cada vez más su influencia. En su entrevista con EL ESPAÑOL, Grundy narra las vicisitudes vividas como director del último medio independiente de Hong Kong, una región que, sobre papel, goza de cierta autonomía respecto a Pekín. 

¿Qué opina del clima político actual de Hong Kong?

Prefiero abstenerme de dar una opinión porque somos un medio de noticias imparcial. Sin embargo, puedo decir con certeza que hemos visto el fin de un movimiento prodemocrático de desobediencia civil pacífica de tres décadas, entre 1989 y 2019, que no fue precisamente un año pacífico). Ahora hay dos leyes de Seguridad Nacional gracias a las que se ha encarcelado a la oposición encarcelada, se han allanado redacciones y los grupos de la sociedad civil se han disuelto por miedo.

¿Cómo ha cambiado la ciudad?

La ciudad ha cambiado mucho, aunque el Gobierno diga que no. Cualquier empresa, entidad, organización, sindicato o institución que no haya hecho una evaluación de riesgos o pensado en las nuevas leyes de seguridad es negligente porque tendrá empleados que usen las redes sociales. Si eres hongkonés ahora tienes que pensar en lo que publicas en las redes sociales, en cómo vistes y lo que dices. Hay quien se  encuentra con problemas legales en los tribunales por una camiseta o un libro. Estas cosas eran impensables hace solo 4 ó 5 años: los hongkoneses –y yo mismo, como occidental– dimos por sentado esos derechos y libertades, como la libertad de expresión o la libertad de prensa que, según cualquier índice global de libertad de prensa, ha disminuido muy rápidamente.

"Prefiero abstenerme de dar una opinión; somos un medio de noticias imparcial"

¿Cómo ha conseguido mantenerse tanto tiempo en el territorio?

"¿Cómo diablos sigues aquí?", me preguntan. Pero a decir verdad, mi trabajo a tiempo
completo es esquivar, tratar de decodificar, descifrar, entender y sentir las líneas rojas. Independientemente de lo que digan las autoridades no está claro si, por ejemplo, podemos informar sobre alguien que esté infringiendo la ley por quemar una bandera china. ¿Qué sucede si publicamos una foto o un vídeo de esto? A veces, por dar un ejemplo, envío un correo electrónico al poder judicial, a la policía, al Departamento de Justicia o a abogados para averiguar qué se debe hacer pero, como muchas cosas en China, no hay una ley específica sobre qué pasa si hablas de la represión de Tiananmen. Siempre que hago consultas las autoridades dicen que nadie está por encima de la ley, que todos deben cumplir con las reglas y regulaciones relevantes, pero no obtienes respuestas claras.

¿No hay antecedentes?

Los abogados te dirán que no hay casos previos, no lo saben. Así que yo y un puñado de otros editores somos la última línea, el experimento para tratar de averiguar qué es aceptable y qué no lo es. Sabemos desde hace años que las "tres Ts" -el Tíbet, Taiwán y la represión de Tiananmen- son los temas más sensibles en China. Luego hay otros temas, como los llamamientos a la independencia, la defensa de las sanciones contra Hong Kong, los disidentes extranjeros, los fugitivos buscados que están en el extranjero... ¡Olvídate de entrevistarlos! Además, es complicado hablar de temas como el medio ambiente o los derechos LGBTI. Somos muy cuidadosos, pero también imparciales y muy transparentes. Probablemente somos el medio de noticias más financieramente transparente en Asia. Por eso aún estamos aquí.

¿Se autocensuran?

No, hemos encontrado la manera de publicar sin hacerlo. Por eso nos quedamos. Si nos fuéramos perderíamos la precisión y el matiz. Es cierto que ahora tenemos privilegios en Hong Kong que faltan o se han perdido en China continental: podemos ir a los tribunales y ser testigos, podemos hacer preguntas difíciles a los funcionarios. Todo eso es impensable en China. Es una buena razón para permanecer aquí con los hongkoneses, con los oídos abiertos, pudiendo hablar con la gente. No hay tantas personas que hablen hoy en día, incluso las personas del stablishment tienen miedo de decir algo incorrecto, pero nos hemos prometido estar en el terreno el mayor tiempo posible y ocupar el espacio que queda de la libertad de prensa.

Existe la percepción que desde el 30 de junio de 2020 Hong Kong ha perdido las libertades que se respetaban en el principio de "un país, dos sistemas", pero hay quien dice que este principio se rompió antes. ¿Qué opina?

Me estás invitando a decir que se rompió pero no quiero opinar. Sí es cierto que Reino Unido dice que la declaración conjunta que dio lugar a "un país, dos sistemas" ha sido violada. El gobierno dice que no, que no ha sido así y la estaban proclamando como un éxito en las pasadas celebraciones del día de la transferencia del 1 de julio, pero se puede ver el inicio de una atmósfera más intolerante hacia la disidencia con la ascensión de Leung Chun-ying como jefe del ejecutivo en 2012, ya que tenía una postura más proChina y en esa época surgió una nueva ola del movimiento estudiantil liderado por Joshua Wong contra la educación nacional, que ahora tenemos en Hong Kong desde el jardín de infancia hasta la universidad. No puedes graduarte sin hacer un examen de patriotismo. Eso nos llevó a 2014, donde vimos el movimiento de los paraguas de 79 días, una protesta pacífica prodemocrática que inspiró otras protestas alrededor del mundo. De nuevo, no hubo progreso en cuanto a la democracia o el sufragio universal, pero cada año había más preocupaciones sobre la libertad de expresión, la prensa libre...

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Ustedes fundaron el diario después del movimiento de los paraguas. 

Eso es, abrimos HKFP justo después del movimiento hace nueve años para llenar el vacío entre el chino y el inglés como medio independiente. Pensé que la libertad de prensa existiría sin problemas en el futuro y por eso lo estructuramos como una organización sin fines de lucro: sin accionistas, sin magnates, muy abierta y transparente.

Algunas personas podrían decir 2012, otras podrían señalar 2019 con la represión de las protestas de entonces y este esfuerzo del entonces jefe ejecutivo Carrie Lam para
promulgar una ley de extradición, viendo a personas enviadas a China para ser juzgadas. Y luego, el 30 de junio de 2020 es una fecha que muchos señalarán porque fue cuando se introdujo la primera ley de seguridad y hace unos meses vimos la ley de seguridad legislada localmente. Así que, ya sabes, a lo largo de los años, la gente habla de una muerte por mil cortes o una rana hervida lentamente en términos de la autonomía y las libertades de Hong Kong. Ciertamente, estando en la primera línea de lo que ha estado sucediendo, en realidad pasa muy rápido lo que ha sucedido recientemente y cosas que eran impensables o sin precedentes que sucedieran en Hong Kong, de repente suceden semana tras semana.

Imagen de archivo

Imagen de archivo

Por ejemplo, hace poco más de un año, sería impensable que las autoridades presionaran a las familias de los fugitivos y, sin embargo, ya han estado llamando a su puerta; hasta hace unas semanas, nunca se había visto algo como la confiscación de pasaportes de disidentes buscados... Así que, justo cuando piensas que tal vez las cosas se están calmando y Hong Kong asegura que ahora quiere centrarse en la economía, aparece una nueva forma de represión y eso es algo que era de esperar porque hay miles de burócratas y millones de dólares destinados a este proyecto de seguridad nacional... Así que, por supuesto, esos empleados deben trabajar cada día y encontrar riesgos para la seguridad nacional.

¿Tiene esta legislación sobre seguridad nacional consecuencias directas en la
economía?

Sí, lo que ha sucedido en los últimos años es que la economía ha estado tambaleándose, el crimen ha aumentado, hay una fuga de cerebros y un éxodo de
hongkoneses, el turismo nunca se ha recuperado a sus niveles prepandemia... Mucho de esto tiene que ver con las políticas de aislamiento prolongadas de Hong Kong debido a la Covid-19. Su aeropuerto, que antes era un gran hub asiático, no ha recuperado esa corona; estuvo cerrado demasiado tiempo. Muchos argumentaron que tal vez Hong Kong y China podrían haberse vuelto demasiado adictos a los controles sociales y tenían demasiado miedo de dejarlos ir, ya que los controles sanitarios fueron lo que realmente terminaron con las protestas en 2020. Porque aún había protestas ese año. 

Así que se puede entender el miedo a quitar esas restricciones pero cuando comenzaron las protestas en China, parece que en Pekín se asustaron: no quieren un levantamiento nacional y así Hong Kong se abrió, pero Hong Kong ha estado sufriendo en los últimos años. China prometió una nueva era de estabilidad y prosperidad, pero en términos de tasa de criminalidad, es discutible si estamos viendo estabilidad y en términos de prosperidad y el PIB, etc. tampoco parece que estemos consiguiendo esta prosperidad.

¿Hay vuelta atrás respecto a la situación anterior?

No. Cada pocos meses, un periodista, un diplomático o alguien me sugiere: "Oye, parece que está desacelerándose ahora; parece un poco más tranquilo", pero luego sucede algo sin precedentes y hay un período con mucho trabajo. Como a principios de junio, cuando hubo nuevos arrestos y apelaciones de casos judiciales que pensábamos que estaban resueltos. Así que no, aunque Hong Kong ya no esté en las cabeceras de los medios mundiales. Es comprensible: está Gaza y Ucrania, pero aquí el tren de la seguridad nacional nunca se detuvo en Hong Kong, sino que ha sido bastante constante.

Cuando vimos las escenas de violencia en 2019 -mayormente vandalismo- que China no querría ver, pensé que Hong Kong promulgaría el artículo 23, que es la Ley de Seguridad legislada localmente que se desechó en 2003. A pesar de ello, nadie pensó que sería tan "amplia", por usar un adjetivo amable. Pensé
que habría algunas exenciones para que los medios operaran con más libertad, pero nopensamos que habría redadas en redacciones o que cerrarían medios de comunicación. Ahora es una ciudad diferente y no una en la que ahora se establecería un medio. Un tercio del New York Times se ha mudado fuera de Hong Kong, el Wall Street Journal anunció recientemente que se irían, Deutsche Welle decidió establecerse en Taiwán, igual que Reporteros Sin Fronteras.

¿No hay diferencia entre los medios locales y los internacionales?

Sí la hay. Nosotros tenemos un status extraño y quizá por eso sobrevivimos, porque está en inglés y dirigido por un extranjero. Pero nada de eso puede protegerte porque también hay mucha paranoia sobre las fuerzas extranjeras y las interferencias. Después de 19 años me siento muy en casa, pero no doy nada por sentado: podríamos tener semanas, meses, años. ¿Quién sabe? No sabemos qué va a pasar.

¿Tal vez porque está bailando cerca de la línea roja?

Cerca, pero no sobre ella. No tenemos la intención de cruzarla ni de infringir ninguna ley. La seguridad de nuestro personal es lo primero; no estamos interesados, pero lo que es aceptable ahora puede ser problemático en seis meses.

¿Por ejemplo?

Pues recientemente todos los medios abandonaron los premios SOPA (la Sociedad de Editores de Asia) porque se volvieron muy sensibles. Sé que los Premios de la Prensa por los Derechos Humanos del año pasado fueron material sensible y todo el mundo dejó de postular, pero es difícil seguir el ritmo a veces. ¿La gente se está autocensurando por adelantado? ¿Están enseñando al poder lo que puede hacer? La autocensura es mucho más poderosa que la censura abierta. En Hong Kong, no enfrentamos los riesgos físicos como otros en Asia, pero es más probable que enfrentes un escrutinio burocrático y legal indirecto que alguien derribando la puerta y haciéndote borrar algo. Puedes recibir visitas del departamento de edificios o de impuestos o de los responsables de pensiones o puedes recibir muchas de estas visitas en un corto período si eres uno de los grupos de la sociedad civil restantes. Puedes esperar todo tipo de formas inesperadas e innovadoras de presión para que te rindas, pero en realidad ésto solo nos hace querer luchar más.

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¿Debería la comunidad internacional desempeñar un papel más proactivo o mantenerse al margen?

Puede que sea ilegal para mí discutir esto, pero puedo explicar qué es y qué no ilegal. El artículo 23 lo ha dejado más que claro cuando se trata de que haya una interferencia extranjera, especialmente para las ONGs. Y para ser honesto, cuando hay críticas desde el extranjero, las autoridades locales tienden a tomarlas de manera muy defensiva y negativa. A veces reflejan los movimientos hechos en el extranjero. Así que no sé qué utilidad tienen ahora las críticas o el apoyo, pero es muy sensible incluso discutir lo que los de afuera pueden hacer sobre Hong Kong, aparte de observar.

Percibo una profunda estima y respeto por Hong Kong de su parte, ¿todavía tiene fe en el futuro del territorio?

Algunos dicen que la crítica es la forma más alta de patriotismo, ¿cierto? Si te importa tu país, quieres que sea mejor. Todos queremos que Hong Kong sea mejor, pero también antes la sociedad civil era la más vibrante que jamás haya visto. Muchas personas se han ido, pero todavía respeto que la gente entienda el valor de la prensa libre y el apoyo que vemos cada año de nuestros casi 1.000 donantes mensuales. Es aún extremadamente impresionante que la gente entienda el valor de lo que aún queda en términos de libertad de prensa.

Además de una sociedad civil vibrante, esta ciudad sigue teniendo una identidad cultural única. ¿Cree que esta identidad podrá preservarse con el control político que Pekín quiere ejercer?

Muchos critican a las autoridades si no quieren ver a Hong Kong integrado completamente en la China continental. Luego hay quien dice que las cosas que lo
diferencian de la ciudad desaparecerán y quien argumenta que la ciudad siempre fue un lugar prestado en un tiempo prestado. Siempre hubo una cuenta regresiva: en 2047 se supone que la autonomía expirará. Pero esta es una ciudad con una eterna crisis de identidad, pero no con una crisis sobre la independencia. Nunca lo ha sido, por eso tiene cierto nivel de autonomía a pesar del control de China. Por eso también las protestas giraban entorno a la idea de la identidad de Hong Kong. Ahora se ha vuelto políticamente tabú incluso sugerir eso.

Si alguien camina por la calle con una camiseta que diga "soy hongkonés", le pueden registrar o detener. Ha habido una especie de represión, así que la idea de una identidad separada para Hong Kong se ha suprimido. Su identidad es complicada, siempre lo ha sido, pero una identidad que no sea china ya no está permitida.

Pero la constitución china oficialmente declara el respeto y la protección de los derechos de las minorías étnicas y lingüísticas, ¿me equivoco?

Bueno, para empezar, China está buscando suprimir parte de la cultura y el idioma en sus periferias, como Mongolia Interior, Xinjiang, Tíbet, especialmente en los últimos años, y se puede ver con la eliminación de símbolos islámicos y el idioma. Creo que parte del rechazo a la identidad hongkonesa puede ser que durante 100 o 150 años fue británica, no china. En ese sentido, tal vez eso lo haga más incómodo. La entrega, el regreso a la madre patria, como lo llaman, fue el fin de un período de humillación y ocupación según Pekín y las autoridades de Hong Kong. Así que es un período que no se debe abrazar. Y, sin embargo, la gente viene a Hong Kong, especialmente desde China continental, para ver su herencia colonial, sus diferencias y la arquitectura. Es tan diferente... Entonces, sí, pero no se abrazan estas diferencias y tal vez con el paso de los años, especialmente a medida que más chinos del continente se muden a la ciudad, no se diferenciará mucho de las ciudades al otro lado de la frontera.

"Algunos dicen que la crítica es la forma más alta de patriotismo"

La relevancia de Hong Kong también ha disminuido desde la devolución: cuando llegué aquí, tenía el puerto más grande del mundo y su PIB en 1997 era mayor que el de China. Hong Kong era visto como la gallina de los huevos de oro, pero ahora su relevancia para China ha cambiado y tal vez solo se vea como otra periferia problemática, como el Tíbet y Xinjiang. Entonces, a menudo se decía que no les importaba su autonomía, pero también hay que recordar que es una ruta de intercambio de moneda internacional para Pekín. Así que tiene que mantener su importancia de alguna manera.

China cerró los centro de reeducación en 2022.

China cerró los centro de reeducación en 2022. Efe

¿Cómo ve esta integración que está ocurriendo con Hong Kong?

Las autoridades dicen que tienen autonomía y que el principio de "un país, dos sistemas" ha sido respetado. Reino Unido y los críticos dicen que ya está en el cubo de la basura, algunos piensan que estamos a mitad de camino porque todavía tienes las fronteras, una moneda diferente, y conducimos en un lado diferente, tenemos nuestro propio equipo de fútbol y pasaportes, etc. todavía está bastante separado, pero diría que año tras año se ve más integración, ya sea más cruces fronterizos, el puente a Macao, el tren de alta velocidad, hay tentáculos físicos que ahora nos están vinculando como parte de la región de la gran bahía, como lo dice el gobierno, a esta especie de mega región, ese destino parece inevitable. Si viviremos para ver un día en el que no haya frontera, no lo sé, pero incluso en las últimas semanas están haciendo que el viaje transfronterizo sea mucho más fácil y sin problemas. Así que su futuro obviamente está con China.