Kim Jong-un, en la primera fotografía de la planta de centrifugado de uranio.

Kim Jong-un, en la primera fotografía de la planta de centrifugado de uranio. KCNA

Asia COREA DEL NORTE

Kim Jong-un enseña las centrifugadoras de uranio de su programa nuclear por primera vez

La propaganda norcoreana resalta, en un mensaje para sus vecinos del Sur, que la producción atómica "se está expandiendo firmemente".

13 septiembre, 2024 14:22

La propaganda norcoreana ha publicado este viernes por primera vez sus instalaciones para enriquecer uranio al informar de una visita del líder, Kim Jong-un, al Instituto Nacional de Investigación de Armas Nucleares. En esta ocasión, el mariscal ha pedido construir más centrifugadoras para aumentar el arsenal atómico del país.

Las imágenes compartidas por la agencia KCNA muestran a Kim visitando una planta de producción de material fisible para bombas, sin que se especificaran la fecha y localización de las instalaciones, en compañía de Hong Sung-mu, una de las principales figuras del programa nuclear norcoreano, y recorriendo una sala en la que se ve una cascada de centrifugadoras de gas.

Durante la visita, Kim "destacó la necesidad de aumentar aún más el número de centrifugadoras para incrementar exponencialmente el número de armas nucleares para la autodefensa, de acuerdo con las líneas del Partido para desarrollar las fuerzas nucleares", explicó KCNA. Kim, que entró en la sala de control de las instalaciones y fue instruido sobre su funcionamiento, "expresó gran satisfacción al ser informado de que la actual producción de material nuclear (para bombas) se está expandiendo firmemente" gracias al uso y desarrollo de tecnología norcoreana.

El dictador ordenó mejorar aún más la capacidad de separación de las centrifugadoras e impulsar la introducción de un nuevo tipo de centrifugadora, cuyo desarrollo está en su etapa final, afirma KCNA. Y volvió a insistir en que el actual panorama de seguridad para su país supone una "amenaza" y que eso exige mejorar las capacidades nucleares en términos defensivos. Y para lanzar ataques preventivos.

Hasta ahora el régimen norcoreano nunca había mostrado públicamente ninguna de sus instalaciones para obtener uranio-235, aunque había permitido a figuras como el científico estadounidense Siegfried Hecker visitar a principios de la pasada década un recinto en el Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon (unos 100 kilómetros al norte de Pionyang), que contenía unas 2.000 centrifugadoras de gas.

Lanzamiento de misiles

Los medios norcoreanos también han publicado hoy noticias sobre otras dos actividades de Kim relacionadas con el ámbito militar. Por un lado, KCNA informó que el líder supervisó el jueves el lanzamiento de prueba, detectado por Seúl y Tokio, de varios misiles tácticos del sistema conocido como KN-25.

El test se centró en probar el nuevo sistema de conducción de la lanzadera erectora móvil (TEL) y en verificar mediante salvas de misiles la efectividad operativa del sistema de disparo, que según KCNA está totalmente automatizado.

A su vez, el mariscal norcoreano visitó el miércoles una base de una unidad de fuerzas especiales del ejército y presenció sus entrenamientos físicos extremos, sus prácticas de tiro (el propio Kim sostuvo en sus manos nuevos modelos de rifles de asalto o de francotirador) y simulacros de infiltración que incluyeron la participación de brigadas de paracaidistas.

Estas dos últimas actividades parecen enviar un mensaje en concreto al Sur, a quien a inicios de año Kim declaró como principal enemigo nacional.

A su vez, se cree que la publicación de la visita del líder a las instalaciones de producción de material fisible para bombas atómicas busca jactarse de las capacidades nucleares del régimen a poco más de siete semanas para que se celebren las elecciones presidenciales en EE. UU.

Seúl y Washington han advertido sobre la posibilidad de que Pionyang opte por realizar próximamente pruebas de calado de armas destrucción masiva, como un examen nuclear o el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM), de cara a subrayar las posturas del régimen -que lleva rechazando invitaciones al diálogo desde 2019- para aquel que resulte elegido próximo presidente de EE. UU.