Westminster debatirá a principios de septiembre una petición ciudadana para organizar un segundo referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
La propuesta ha recibido el respaldo de más de cuatro millones de personas, muy por encima de las 100.000 firmas requeridas para que el Parlamento discuta una propuesta popular.
Pero la próxima primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha dejado claro que "brexit significa brexit", siguiendo el ejemplo del premier saliente, David Cameron.
Asimismo, el Comité de Peticiones del Parlamento ha afirmado que los legisladores debatirán la petición debido al elevado número de firmantes pero que es demasiado tarde para cambiar las normas de la consulta.
En concreto, la petición insta a los legisladores a implementar una norma que obligue a convocar otro plebiscito si el bando ganador obtuvo menos del 60% de los sufragios y la participación fue inferior al 75%.
En el referendo del 23 de junio, un 52% de los británicos abogó por el divorcio con Bruselas mientras que el 48% votó a favor de la Unión. La ley que lo sustentaba, aprobada el año pasado, no incluía un umbral mínimo para ejecutar el brexit.
El Comité de Peticiones del Parlamento ha subrayado que "al programar este debate, no está apoyando una llamada a un segundo referéndum", recoge Efe. Ha rechazado "cambiar las normas de forma retrospectiva" y ha delegado en el Gobierno la responsabilidad de decidir si quiere promover una nueva ley para un segundo referendo.
El Ejecutivo también ha contestado a la petición. "Como dijo el primer ministro [David Cameron], la decisión debe ser respetada", afirma en su respuesta a la propuesta ciudadana. "Debemos prepararnos para el proceso de dejar la UE y el Gobierno está comprometido a asegurar la mejor situación posible para el pueblo británico en las negociaciones".
Pese a la presión comunitaria, Reino Unido todavía no ha invocado el Artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar el proceso de divorcio, que duraría al menos dos años. Las autoridades británicas se han mostrado reticentes a invocar el artículo porque al hacerlo comenzaría la cuenta atrás para abandonar los Veintiocho.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha pedido este martes a Theresa May que comience las negociaciones tras el verano.
Mientras tanto, el Gobierno escocés sigue intentado que la región permanezca dentro de las fronteras comunitarias. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dará una rueda de prensa este miércoles para enfatizar que está decidida a proteger los intereses de los escoceses que votaron a favor de la Unión.