Ni una plétora de escándalos sexuales, ni más de un centenar de juicios, ni siquiera una operación de corazón en junio han podido con el otrora todopoderoso primer ministro de Italia Silvio Berlusconi, apodado 'Il Cavaliere' (El Caballero), que este jueves cumple 80 años.
El paso por el quirófano, sin embargo, ha apartado al exmandatario de la vida pública. En verano, el fundador de Forza Italia ungió al moderado Stefano Parisi para relanzar la centroderecha italiana, actualmente desbaratada, y hacer frente al herido Matteo Renzi y la formación izquierdista Movimiento 5 Estrellas.
Una reciente entrevista en la revista rosa Chi sugiere que la trayectoria política de Berlusconi se acerca a su fin. “Ellos son mi futuro”, reza el titular impreso sobre una foto del octogenario en compañía de hijos y nietos.
“Siempre he vivido como si tuviera 40 años, pero después llegó la operación y la fuerte toma de conciencia de que tengo 80 años”, dijo 'Il Cavaliere' a la publicación, según recoge Efe. “Miro de manera incierta mi futuro”.
Berlusconi, informa el Corriere della Sera, celebrará su cumpleaños rodeado exclusivamente de los suyos en su villa de Arcore (norte de Italia), que solía acoger las famosas fiestas 'bunga bunga'.
Las dudas sobre el futuro de Berlusconi persisten, con todo y su abogado dice esperar un veredicto favorable del Tribunal de Estrasburgo respecto a una condena que costó a 'Il Cavaliere' un año de servicio comunitario -que ya ha cumplido- y su inhabilitación política hasta 2019 por fraude fiscal. “Berlusconi será doblemente y totalmente inocente”, dijo el letrado a Libero.
Pero continúe o no activo, con certeza Berlusconi ha marcado los últimos dos decenios de la política italiana y dejado un legado de controversia superior incluso al de Donald Trump, con quien muchos italianos encuentran semejanzas.
Llegó al poder por primera vez en 1994 a lomos de su recientemente fundado Forza Italia. Su Gobierno, en coalición con el disuelto Alianza Nacional y el xenófobo Liga Norte, duró apenas meses. A partir de ahí, gobernó de manera intermitente, entre 2001 y 2006 y entre 2008 y 2011, cuando se vio obligado a dimitir en medio de la crisis financiera.
El golpe no vino solo. Ese mismo año, el Tribunal Constitucional tumbó parte de una ley que otorgaba inmunidad a 'Il Cavaliere', afirma la BBC. Desde entonces se ha visto en el punto de mira de la justicia.
El año pasado, lo condenaron por sobornar a un senador para que cambiara de bando y desestabilizar así el Ejecutivo cuando se encontraba en la oposición, aunque esto no se ha traducido en cárcel.
En 2013, fue expulsado del Senado tras ser condenado a cuatro años de encarcelamiento y una inhabilitación temporal por un escándalo de fraude fiscal que afectaba a su compañía Mediaset. Debido a su edad, el tiempo en prisión se redujo a un año de trabajo en un centro para ancianos con demencia.
EL CASO RUBY
También en 2013, Berlusconi fue sentenciado en primera instancia a siete años entre rejas, acusado de haber mantenido relaciones con una menor marroquí conocida como Ruby 'Robacorazones' y de haber abusado de su poder al solicitar la liberación de la joven cuando estaba bajo arresto.
Éste es tal vez el caso más notorio que haya salpicado al ex primer ministro, cuyo nombre se asocia ahora con polémicas fiestas sexuales en mansiones repletas de mujeres.
Ruby, cuyo nombre real es Karima El Mahroug, era asidua de estas bacanales, que, según El Mundo, podían costar entre 50.000 y 70.000 euros. Tanto Mahrough como 'Il Cavaliere' negaron reiteradamente haber mantenido relaciones. La justicia concluyó que sí las habían mantenido, pero absolvió al dirigente por desconocer la edad de la joven, que entonces tenía 17 años.
Por su parte, Veronica Lario, quien fuera esposa de Berlusconi, acusó públicamente al exmandatario de flirtear con otras mujeres. En una carta abierta, denunció que el premier aupaba a mujeres a puestos políticos sólo por su apariencia.
Recientemente, el tres veces primer ministro descalificó a una candidata a la Alcaldía de Roma al asegurar que el trabajo es demasiado duro para una mujer que está a punto de ser madre.
Pero las innumerables polémicas no impidieron a Berlusconi dirigir el Gobierno durante más tiempo que ningún otro italiano desde la Segunda Guerra Mundial. Sus amistades en la comunidad internacional también eran controvertidas. Se refirió al depuesto dictador sirio Muamar el Gadafi como "mi amigo". Y el año pasado, se bebió una botella de vino de más de dos siglos con Vladímir Putin en Crimea.
Junto a su carrera política, Berlusconi ha amasado una fortuna de más de 6.000 millones de dólares como empresario (1.500 millones más que Donald Trump), según la revista Forbes, que lo dibuja como un hombre hecho a sí mismo. Licenciado en Derecho, Berlusconi pasó de amenizar veladas como cantante a convertirse en un magnate, sobre todo, del mundo de la comunicación: posee Mediaset, la compañía de comunicación más grande de Italia.
Sus críticos denunciaban un gran control sobre los medios por parte de Berlusconi como herramienta para ganar elecciones. Freedom House aseguraba en su informe sobre Italia del año pasado que desde la salida de 'Il Cavaliere' del poder, las presiones sobre la televisión pública habían menguado.
Berlusconi también es conocido por haber tenido entre sus propiedades el equipo de fútbol Milan, que vendió en verano a un grupo chino.
Respecto al apodo de 'Cavaliere', procede de un título honorífico con el mismo nombre que en la década de 1970 le otorgó el entonces presidente de la República por su “comportamiento ejemplar” como empresario. El exmandatario renunció al título hace un par de años debido a sus encontronazos con la justicia.