Vecina de Manchester de padres irlandeses, Catherine Collins nunca se había planteado seriamente solicitar el pasaporte de la tierra de sus progenitores. Pero "ahora que se ha anunciado una fecha para el artículo 50 y se está asentando la realidad del brexit es claramente el momento de mirar mis opciones", dice refiriéndose a la reciente declaración de intenciones del Gobierno de Londres de iniciar el divorcio con Bruselas en marzo a más tardar.

Esta terapeuta infantil y familiar de 34 años no se considera especialmente inglesa o irlandesa, sino más bien "británica", y defiende la decisión de sus padres y de otros muchos extranjeros de mudarse a Reino Unido, ya que, afirma, ha resultado en "una cultura rica y diversa" y una "economía suficientemente fuerte". Espera que la salida de la Unión Europea no cambie eso, "pero por si acaso, creo que me voy a aferrar a mi futuro pasaporte irlandés sabiendo que mis hijos -si los tengo- tendrán la puerta abierta a Europa si lo necesitan".

Collins no está sola. Cuatro días después de que el brexit se impusiera en las urnas el pasado junio, el ministro de Exteriores de la República de Irlanda, Charles Flanagan, alertó de un repentino alud de solicitudes para obtener el pasaporte irlandés procedente de Reino Unido y pidió calma a los británicos.

“En los últimos días, ha aumentado el interés por los pasaportes irlandeses en Irlanda del Norte, Gran Bretaña y más lugares. Dicho interés apunta claramente al temor de algunos poseedores de pasaportes británicos de que sus derechos como ciudadanos de la UE estén a punto de acabar de manera abrupta”, afirmó.

“Quiero dejar claro que eso no va a ocurrir (…). No existe en absoluto urgencia alguna para que los ciudadanos británicos que también pueden ser ciudadanos de Irlanda, soliciten pasaportes irlandeses ahora”.

Pese a sus palabras, desde entonces no han dejado de llegar peticiones desde suelo británico -un total de 17.000 hasta el final de septiembre-, todo un pico en comparación con el pasado año.

En la isla de Gran Bretaña, las peticiones aumentaron casi un 73% en el mes siguiente al plebiscito con respecto a julio de 2015. En agosto volvieron a crecer y en septiembre el incremento rozó el 120% en comparación al mismo periodo del año pasado.

En Irlanda del Norte, las peticiones crecieron un 63% en julio y en agosto, cerca de un 80%. La demanda bajó un poco el mes pasado, pero aun así hubo 1.600 solicitudes más que el septiembre anterior.

“Desde la votación por el brexit ha venido mucha más gente”, afirman a EL ESPAÑOL desde Irish Community Services, una asociación irlandesa con sede en el sureste de Londres que reparte formularios para solicitar el pasaporte. En las últimas dos semanas, sin embargo, se ha reducido el número de personas en busca de formularios, aseguran.

Los hijos de personas nacidas en Irlanda son irlandeses y también se puede optar a la nacionalidad a través de los abuelos. Además, los habitantes de Irlanda del Norte pueden ostentar el pasaporte irlandés, el británico o ambos gracias al Acuerdo de Belfast de 1998, que puso fin al conflicto en esta región.

Tanto Reino Unido como la República de Irlanda permiten tener la doble nacionalidad británico-irlandesa.

La BBC calcula que al menos 6,7 millones de personas en Reino Unido pueden solicitar el pasaporte irlandés, mientras que la población de Irlanda está en torno a los cinco millones de habitantes.

¿CONTROLES DE FRONTERA?

Preguntada acerca del impacto del referéndum en el aumento de solicitudes del pasaporte, la Embajada de Irlanda en Londres aseguró a este diario que “no le preguntamos a la gente por qué hace su solicitud. Sin embargo, puedes echar un vistazo a la cronología del aumento y sacar tus propias conclusiones”.

La Embajada afirmó no poder proporcionar de manera inmediata información demográfica de los interesados que presentaron su petición en los meses siguientes al plebiscito. Pero, “en el pasado, la mayoría de la gente que solicitaba el pasaporte irlandés había nacido en la República de Irlanda”, apuntó una portavoz.

Sin embargo, su primer ministro, Enda Kenny, aseveró el mes pasado que la especulación sobre la futura permeabilidad de las fronteras de la Unión Europea “va a significar un pico en las solicitudes de pasaportes irlandeses”, según recoge el Belfast Telegraph.

Incluso algunos políticos británicos han corrido a hacerse con este pasaporte comunitario ante la incertidumbre del brexit, que la premier británica, Theresa May, pretende invocar formalmente ante Europa en los próximos meses para dar inicio a las negociaciones de divorcio.

Hace dos semanas, el Times informó de que más de diez parlamentarios habían reclamado la doble nacionalidad para asegurarse así libre circulación y plenos derechos en la Unión Europea cuando se consuma la desconexión.

Al tomar el poder, May afirmó que los derechos de los ciudadanos comunitarios en Reino Unido y viceversa serían objeto de las negociaciones con Bruselas. Recientemente, su ministra de Interior, Amber Rudd, sugirió que los británicos podrían tener que pagar para visitar los Veintisiete y esta semana ha anunciado una batería de propuestas sobre inmigración que han despertado críticas de xenofobia.

Por otro lado, el jefe de la diplomacia irlandesa dijo días atrás que no “se puede descartar” la reinstauración de controles fronterizos entre la República e Irlanda del Norte, una hipótesis que preocupa a ambos lados de la raya.

El líder de los unionistas norirlandeses y partidario del brexit, Ian Paisley Jr., ha animado a sus conciudadanos a pedir el pasaporte irlandés. “Mi consejo es que, si tienes derecho a un segundo pasaporte, hazte con él. Yo firmo un montón de solicitudes de mis electores”, tuiteó tras el plebiscito.

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