Al menos dos personas han muerto, siete han resultado heridas y dos permanecen desaparecidas a causa de una violenta explosión en una planta del gigante químico alemán BASF en Ludwigshafen (oeste de Alemania), según las autoridades locales.
El suceso tuvo lugar a las 11.30 hora local (09.30 GMT) en unas conducciones del puerto norte, donde la factoría de BASF se abastece de gas licuado y petróleo, y los productos químicos lanzados a la atmósfera podrían suponer un riesgo para la población cercana.
"Durante unos trabajos en unas tuberías se produjo una explosión que resultó en un incendio", explicó la empresa en un comunicado.
Las autoridades en Ludwigshafen han pedido que los vecinos eviten permanecer en el exterior después de que varias personas denunciasen problemas para respirar a raíz de la fuerte deflagración, que provocó un aparatoso incendio y una gran columna de humo negro.
La propia empresa pidió también a los vecinos de Ludwigshafen "evitar permanecer en espacios abiertos y mantener las puertas y ventanas cerradas".
Este accidente se produjo apenas unas horas después de que tuviese lugar otro suceso en la planta de Lampertheim de BASF, en la que se producen aditivos para plásticos.
En este incidente explotó un filtro, por motivos por el momento no aclarados, según la empresa, pero no ha supuesto la expulsión de químicos peligrosos a la atmósfera.
BASF reconoció que en este primer incidente cuatro trabajadores resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital cercano.
La actividad se ha paralizado en los dos centros industriales afectados, con lo que BASF acumula 16 interrupciones de la producción en algunas de sus plantas alemanas en lo que va de año, frente a los 13 incidentes registrados en el conjunto de 2015.