El interior de la Región Norte representa una franja tranquila de Portugal, donde sierras recubiertas con densos bosques se extienden desde la frontera española hasta dar paso a los viñedos del Duero y la ciudad de Oporto. En esta tierra dedicada a la agricultura y al turismo rural los únicos acontecimientos turbulentos suelen ser los incendios que devoran cientos de kilómetros forestados cada verano. A diferencia de otros años, sin embargo, el otoño está resultando caliente, pues desde hace más de una semana los aldeanos de los distritos de Guarda, Viseu, Vila Real y Porto viven aterrorizados ante la presencia de un asesino en la zona.
Se trata de Pedro Dias, piloto comercial de 44 años buscado por las autoridades lusas desde hace una semana, cuando presuntamente asesinó a dos personas –una de ellas un oficial de la Guardia Nacional Republicana (GNR), el instituto armado luso equivalente a la Guardia Civil– y dejó a otras dos gravemente heridas en la aldea de Aguiar da Beira, a unos 90 kilómetros de la frontera con Salamanca. Tras huir de la zona, en repetidas ocasiones el fugitivo ha conseguido eludir a cientos de agentes que participan en una operación masiva que intenta apresarlo, asaltando civiles y robando vehículos en su paso por la Región.
Su avance por el territorio luso a lo largo de los últimos días ha llevado a que las autoridades cerquen algunas aldeas y decreten toques de queda en otras. Patrullas forestales han recorrido bosques y la GNR ha puesto controles en todas las carreteras nacionales, registrando los maleteros de todos los coches que circulan por la zona. Para nada han servido sus esfuerzos, pues el fugitivo ha conseguido esquivar todos los obstáculos y recorrido por lo menos 200 kilómetros de distancia en ese periodo de tiempo.
Y es que pese a haber nacido y crecido en Arouca, un municipio a las afueras de Oporto, Dias pasó una larga época viviendo en Sudáfrica, donde aparentemente recibió una extensiva formación militar que lo dejó preparado tanto para matar como para sobrevivir en condiciones extremas durante periodos de tiempo extensos. Estos factores hacen que el piloto comercial consiga eludir a quienes intentan capturarlo y que las autoridades lusas teman que pueda huir del país. La GNR ya trabaja con sus homólogos al otro lado de la frontera y efectivos de la Guardia Civil están en alerta ante el avance aparentemente imparable del presunto asesino.
Doble asesinato y varios heridos
Todo comenzó la madrugada del miércoles pasado, cuando una patrulla de agentes de la GNR sorprendió a Dias y a otra persona aún sin identificar dentro de un hotel en obras en Aguiar da Beira. Los agentes estaban en el proceso de identificar a los individuos cuando el sospechoso disparó contra ellos. Mató al agente Carlos Caetano, de 29 años, y dejó al otro oficial malherido con un tiro en la cabeza.
Dias, entonces, metió el cadáver de Caetano en el coche patrulla, que utilizó para huir de la escena del crimen. Tras recorrer unos 10 kilómetros hasta el pueblo de Quinta de Lameiras, el presunto asesino abandonó el coche en un descampado que, por triste coincidencia, se encuentra a apenas 300 metros de la casa de los padres del militar muerto, cuyos restos fueron descubiertos horas más tarde.
Según la reconstrucción policial de los hechos, una vez que Dias abandonó el coche patrulla decidió volver a Aguiar de Beira para recuperar su vehículo, probablemente preocupado por los documentos en el interior que delatarían su identidad. Para hacerlo, el presunto asesino interceptó un coche civil que pasaba por la zona y procedió a disparar contra la pareja que viajaba en su interior; el conductor –Luís Pinto, de 40 años– murió en el acto, mientras que su mujer quedó en estado extremadamente grave, desangrándose en la cuneta de la carretera hasta que fue descubierta por unos vecinos. Entretanto, Dias volvió a la escena del crimen inicial, donde recuperó su coche y desapareció, pero olvidó el carnet de conducir que había entregado a los oficiales de la GNR cuando intentaban identificarlo.
A lo largo de los últimos siete días el fugitivo ha sido avistado por gran parte de la Región Norte, esporádicamente intercambiando tiros con agentes de la autoridad pero siempre logrando escapar. El tiroteo que protagonizó en el pueblo de Candal dejó a un agente de la GNR herido y provocó el decreto de un toque de queda obligatorio en la zona. El sitio fue levantado el día después, sin embargo, cuando se descubrieron objetos personales de Dias en un coche cuyo robo había sido denunciado y que fue hallado abandonado a unos 50 kilómetros de donde el fugitivo había sido visto por última vez.
El descubrimiento de una mochila con objetos personales de Dias en el monte hizo sospechar que el fugitivo se estaba refugiando en el bosque y entre casas abandonadas en las pequeñas aldeas norteñas, hipótesis que se confirmó el pasado domingo, cuando una joven descubrió al presunto asesino en una casa abandonada en la aldea de Moldes, a unos 60 kilómetros de Oporto. Tanto ella como el vecino anciano que oyó sus gritos e intentó auxiliarla fueron agredidos y maniatados por Dias, quien volvió a huir, robando la furgoneta del anciano.
Dias fue visto por última vez la mañana del martes, cuando volvió a intercambiar tiros con agentes de la GNR en Assento, una aldea-dormitorio de Oporto. Una patrulla de GNR estuvo a punto de alcanzar el coche en el que viajaba el fugitivo, pero éste consiguió escapar cuando un vecino que intentaba estacionar su vehículo lo dejó pasar antes de cortarle el paso a los agentes policiales. Procedieron a cercar el pueblo de Carro Queimado, donde registraron varias casas abandonadas y desplegaron efectivos por el bosque, pero un día más tarde las autoridades reconocen que es probable que el presunto asesino haya vuelto a escapar.
Alerta en Salamanca y Burgos
El sospechoso de los crímenes de Aguiar da Beira se conoce en su aldea natal como un piloto comercial, profesión a la que se dedicaba cuando era más joven, pero en los últimos años trabajaba de ganadero que vivía de las propiedades de su familia en la zona de Arouca.
Su afición por la cría de animales llevó a su breve detención por parte de la GNR en 2014, cuando Dias fue investigado por tenencia de animales exóticos ilegales en algunas de las propiedades familiares. Finalmente no fue procesado por estas faltas, pero durante la revisión policial que se efectuó de las propiedades la GNR confiscó varias armas de fuego para las cuales el presunto asesino no tenía licencias.
Ante los medios lusos los vecinos de la zona dicen que Dias es un hombre amable y educado, pero los dos procesos que tiene abiertos por violencia doméstica contra su exnovia –con la que tiene una hija de diez años de edad– apuntan a una personalidad más inestable.
El entrenamiento militar de Dias y el hallazgo de la mochila hacen factible que el fugitivo intente atravesar los bosques de la frontera sin ser detectado y sus conocimientos de aviación han hecho que se aumente la vigilancia policial sobre los aeródromos de la zona. Dada la proximidad de Aguiar da Beira –escena del asesinato del agente de la GNR– a la frontera española, los efectivos de la Guardia Civil en la provincia de Salamanca han estado en alerta desde casi el momento en el que se cometieron los homicidios.
Avisos de camioneros lusos que dijeron haber visto al presunto asesino en un área de servicio ya en territorio español hizo que la alerta se ampliara hasta la provincia de Burgos, pero la Comandancia de la Guardia Civil en esa provincia confirma a EL ESPAÑOL que aunque están al tanto de la situación, no hay indicios de que el fugitivo se encuentre en la zona, especialmente después de que el mismo haya sido identificado por la GNR a las afueras de Oporto el martes.
El portavoz de la GNR, por su parte, explica a este diario que todas las pistas sobre la ubicación actual de Dias están siendo investigadas, pero que la operación policial se centra actualmente en las aldeas localizadas en el área metropolitana de Oporto y el distrito de Vila Real, en el corazón de la Región Norte.