La policía turca detuvo el jueves a Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, copresidentes del izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP), tercero del Parlamento y conocido por su defensa de los derechos de la minoría kurda. Yüksekdag fue arrestada en su casa en Ankara y Selahattin Demirtas momentos más tarde en Diyarbakir, la "capital" de las regiones kurdas, informa Efe citando a medios locales.
Pero no sólo han detenido a los líderes de esta formación política, sino también a nueve diputados más, como un actor y guionista llamado Sirri Süreyya Önder, que es una figura emblemática de la izquierda turca.
Han sido detenidos en el marco de una investigación sobre actuaciones de la organización considerada terrorista también por la Unión Europea, del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), explica la agencia semipública Anadolu. Sin embargo, la investigación judicial que involucra a los diputados arrestados se centra en realidad en las protestas de octubre de 2014 en las que se enfrentaron activistas de la izquierda kurda y simpatizantes islamistas con motivo del asedio del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico a la ciudad kurdosiria de Kobani.
A los diputados del HDP se les acusa de haber incitado a la violencia durante estas protestas, que dejaron varias decenas de muertos. Ambos dirigentes habían recibido citaciones judiciales y se habían negado a acudir al tribunal, argumentando que les eximía de ello su condición de diputados. Pero en mayo pasado el Parlamento había votado levantar la inmunidad parlamentaria de los acusados.
"Sois unos bandidos, y el fiscal es un bandido", increpó Yüksekdag a las policías que la detuvieron alrededor de las 01:30 hora local, según se aprecia en un vídeo difundido por en la cuenta oficial del HDP en Twitter.
La purga post golpe no cesa
El mismo jueves el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Alemania de proteger a terroristas y golpistas, en un nuevo episodio que dificulta las relaciones bilaterales entre Ankara y su principal aliado europeo. Afirmó que Berlín "acogió en el pasado a las organizaciones terroristas PKK y DHKP-C (kurdos) y se ha convertido ahora en el patio trasero de la "Organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", como califica el mandatario turco al que fuera su aliado hasta 2013 y al que hoy acusa del golpe de Estado fallido del pasado 15 de julio.
Esta semana una redada al diario opositor Cumhuriyet se saldó con varios detenidos, lo que provocó las críticas de Angela Merkel, que calificó de "alarmante al máximo" la purga y censura que Erdogan está imponiendo desde el alzamiento. Can Dündar, exdirector del mencionado periódico, está exiliado en Alemania, donde se ha convertido en un activista por la libertad de prensa en su país.
El propio gobierno turco admitió el jueves que ha despedido a 70.784 funcionarios por "gülenistas" desde el 15 de julio; la mayoría, del Ministerio de Educación (más de 29.000). Los últimos despidos se produjeron el mismo día de este anuncio, con 1.218 gendarmes entre ellos. Otros 56.575 han sido suspendidos desde el alzamiento mientras investigan sus posibles vínculos con la organización del predicador que vive exiliado desde hace años en Estados Unidos y que niega cualquier relación con el golpe.