Bruselas

Como ya ocurrió con el brexit, la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha sorprendido y conmocionado a los líderes de la UE. Aunque durante la campaña han mantenido las formas, los dirigentes comunitarios (con la excepción del húngaro Viktor Orban) apenas han disimulado su preferencia por la demócrata Hillary Clinton y su desprecio al candidato republicano, que se alegró de la brecha provocada por la salida de Reino Unido y ha puesto en duda alianzas económicas y militares. La primera reacción oficial de los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión, Jean Claude Juncker, ha sido invitar a Trump a una cumbre en Europa lo antes posible para tratar de reconstruir puentes. 

Además, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, ha convocado una cena extraordinaria de ministros de Exteriores de los 28 para el próximo domingo con el fin de "discutir el futuro de las relaciones entre la UE y EEUU tras las elecciones norteamericanas".

En una breve declaración ante la prensa sin admitir preguntas, Tusk ha reconocido que la elección del candidato republicano genera "incertidumbre" sobre el futuro de las relaciones transatlánticas. Pero a la vez le ha tendido la mano a Trump en nombre de la UE, aunque ello requiera "grandes esfuerzos" de las dos partes. "La UE es un socio fuerte y fiable y seguirá siéndolo. Esperamos lo mismo de América y su nuevo presidente", ha dicho el presidente del Consejo Europeo.

En una una carta conjunta, Tusk y Juncker han traslado al próximo inquilino de la Casa Blanca su "felicitación más sincera" por su triunfo. "Hoy es más importante que nunca reforzar las relaciones transatláticas" para hacer frente a desafíos comunes como el Estado Islámico, las amenazas a la integridad territorial de Ucrania, el cambio climático o las migraciones, resalta la misiva. En la mayoría de estas cuestiones, el candidato republicano ha defendido en campaña puntos de vista diametralmente opuestos a los que propugna Bruselas.

Los dirigentes de la UE le piden a Trump "consolidar los puentes que hemos construido a través del Atlántico", y destacan el polémico tratado de libre comercio (TTIP) que negocian Bruselas y Washington, que podría estar muerto si el republicano pone en práctica las política proteccionistas que preconizó durante la campaña. "Los europeos confían en que América, cuyos ideales democráticos siempre han sido un faro de esperanza alrededor del globo, continuarán invirtiendo en sus alianzas con amigos, para ayudar a que nuestros ciudadanos y la gente del mundo estén más seguros y gocen de más prosperidad", concluye la carta.

También el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han ofrecido colaboración a Trump, pero no a cualquier precio. Hollande ha reconocido que su elección abre un periodo de "incertidumbre". Y Merkel ha avisado al futuro presidente de EEUU de que cualquier cooperación deberá basarse en valores como "la democracia, la libertad, el respeto de la ley y la dignidad de los seres humanos, más allá de su origen, color de piel, religión, género, orientación sexual o posición política".

La OTAN le pide que no se desentienda

También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha reclamado a Trump que no se desentienda de los conflictos mundiales y mantenga el liderazgo de EEUU en la escena internacional. Durante la campaña, el candidato republicano puso en duda que vaya a acudir en defensa de sus socios de la Alianza Atlántica en caso de agresión externa, por ejemplo de Rusia.

"El liderazgo de Estados Unidos es tan importante como siempre. Nuestra Alianza ha reunido a los amigos más próximos de América en tiempos de paz y conflicto durante casi 70 años. Una OTAN fuerte es buena para Estados Unidos y buena para Europa", ha dicho Stoltenberg en un comunicado.

El secretario general de la Alianza Atlántica también espera reunirse con Trump lo antes posible y acogerle en su cuartel general en Bruselas en la próxima cumbre de los aliados que se celebra el año que viene. Su elección acelerará con toda probabilidad los planes de la UE de reforzar su política de defensa al margen de la OTAN, que ya han empezado a desarrollarse tras el brexit.

La UE ya no puede depender de EEUU

Frente al lenguaje diplomático de los dirigentes europeos, los grupos políticos de la Eurocámara no han querido ocultar su decepción, preocupación y tristeza por la victoria de Trump. "Es un día triste para el mundo. Trump expresa un virus que se está contagiando en Estados Unidos y Europa", ha escrito en Twitter el líder de los socialistas en el Parlamento Europeo, el italiano Gianni Pittella. "La UE debe ser el anticuerpo", ha añadido.

"Es un momento difícil en las relaciones entre la UE y EEUU", ha admitido el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz. Schulz cree que la colaboración transatlántica "no será fácil" con el futuro presidente republicano. "Durante la campaña electoral hemos escuchado elementos de proteccionismo y algunas declaraciones preocupantes sobre las mujeres y las minorías", ha resaltado. No obstante, vaticina que "el Trump presidente será diferente del Trump candidato" y que será posible establecer una "cooperación racional" ante los retos comunes.

Para los eurodiputados, el resultado de las elecciones muestra que la Unión ya no puede depender de Estados Unidos. "Es una señal de alerta para que Europa se una más y se haga cargo de su propio destino", ha dicho el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt.

Los ultras y populistas se alegran

Los mayores apoyos con los que ha contado Donald Trump en la Unión Europea durante su campaña han sido los de los partidos populistas y de extrema derecha, que este miércoles se han apresurado también a celebrar su victoria. Los ultras europeos creen que el triunfo de Trump les dará alas en las elecciones que se celebran en los próximos meses en países como Holanda o Francia. "La gente de Estados Unidos está recuperando su país. Lo mismo haremos nosotros", ha escrito en su cuenta de Twitter el líder del ultra Partido por la Libertad holandés (PVV), Geert Wilders.

También el líder en funciones del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, que hizo campaña por Trump, ha celebrado su victoria y ha pronosticado que tendrá incluso más impacto que el brexit. "Parece que 2016 será el año de dos grandes revoluciones políticas. Trump será más grande que el brexit", ha asegurado.

Para la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, la victoria del candidato republicano frente a Hillary Clinton equivale a la liberación del pueblo estadounidense.

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