Bruselas

Punto y final a 22 años de trayectoria en la política comunitaria. El presidente de la Eurocámara, el socialista alemán Martin Schulz, ha anunciado este jueves que no aspira a repetir en el cargo cuando concluya su actual mandato en enero y que regresa a la política alemana. El cambio de Bruselas por Berlín convierte a Schulz en uno de los favoritos para ser el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones alemanas de otoño de 2017 y disputar la Cancillería a Angela Merkel, que ya ha confirmado que se presenta a un cuarto mandato.

"No ha sido una decisión fácil porque es un honor ser presidente del Parlamento Europeo", ha dicho en una breve comparecencia ante la prensa en Bruselas, durante la que no ha aceptado preguntas. Schulz ha anunciado que se presentará como cabeza de lista del SPD para el Bundestag por Renania del Norte-Westfalia. Pero no ha aclarado si también aspira a ser el candidato a la Cancillería. Tampoco ha explicado por qué ha cambiado de postura, ya que hasta hace algunas semanas había hecho campaña para lograr un tercer mandato al frente de la Eurocámara, institución que preside desde 2012.

Sin embargo, la prensa alemana apunta de forma casi unánime que Schulz podría ser candidato a canciller. Para ello tendría que imponerse al actual líder del SPD, Sigmar Gabriel. Otro de los aspirantes socialistas es el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholf. La gran visibilidad que ha logrado Schulz en los últimos años como presidente del Parlamento le convierte en el favorito para competir con Merkel.

De hecho, se había especulado con la posibilidad de que Schulz se convierta a partir de febrero en el nuevo ministro de Exteriores alemán en sustitución de Frank-Walter Stenmeier, que ha sido designado como el candidato de la gran coalición a próximo presidente de Alemania. Pero el socialista alemán tampoco ha querido hablar de esta cuestión.

Se reabre la batalla por los cargos en la UE

De momento, Schulz ha aprovechado su comparecencia ante la prensa para esbozar su programa político, cuya prioridad según ha dicho seguirá siendo reforzar la construcción europea como alternativa al auge de los populismos. "Mi compromiso con el proyecto europeo no disminuye. En adelante me pelearé por este proyecto a nivel nacional. Mis valores no cambian. Continuaré haciendo todo lo posible para mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos y reducir las desigualdades. Sólo así podremos recuperar la confianza perdida. Alemania, al ser el país más grande de la Unión, tiene una responsabilidad particular", ha dicho.

La renuncia de Schulz reabre la batalla por el reparto de altos cargos en la Unión Europea. Según el pacto firmado por socialistas y populares europeos al principio de la legislatura, la presidencia de la Eurocámara a partir de enero le correspondería al PP europeo. Sin embargo, el socialista alemán quería seguir alegando que el resto de puestos de máximo nivel en las instituciones comunitarias ya están ocupados por conservadores: Jean-Claude Juncker en la Comisión y Donald Tusk en el Consejo. Los socialistas han llegado a cuestionar la continuidad de Tusk, cuyo mandato expira en mayo de 2017.

Así las cosas, no está claro quién sucederá a Schulz en la presidencia del Parlamento Europeo. De momento, los populares tienen hasta cuatro candidatos, entre los que destacan el italiano Antonio Tajani, el francés Alain Lamassoure y la irlandesa Mairead McGuinesss. Todos desconocidos y sin la proyección pública que el socialista alemán le ha dado al cargo.

De librero a presidente de la Eurocámara

"Durante mi mandato me he esforzado por hacer más fuerte y visible la política europea y por aumentar la influencia del Parlamento, la única institución europea cuyos miembros son elegidos de forma directa", ha resaltado Schulz durante su intervención. Frente a la discreción de muchos de sus antecesores, que pasaron por el cargo sin dejar huella, el socialista alemán le ha dado a la presidencia de la Eurocámara un pronunciado perfil político, que le ha llevado incluso a intervenir en cuestiones en las que no tiene competencias, como la política exterior.

Schulz, de 60 años, creció en Hehlrath, localidad alemana situada cerca de la frontera con Holanda y Bélgica. Tras finalizar los estudios secundarios, realizó un aprendizaje como librero y acabo gestionando durante 12 años su propia librería en Würselen. Su carrera política se inicia a los 19 años, cuando se afilió al SPD. A los 31 años se convirtió en el alcalde más joven elegido en Renania del Norte-Wesfalia.

Pero Schulz ha pasado la mayor parte de su vida política, 22 años, como diputado del Parlamento Europeo. Llegó en 1994 y ha trabajado en comisiones como la de Derechos Humanos o Libertades Civiles y Asuntos de Interior. En 2004 fue elegido presidente del grupo socialista en la Eurocámara. Su salto a la fama llegó en 2009 por un enfrentamiento con el entonces primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que durante una comparecencia ante el pleno le dijo que parecía un guardia de campo de concentración nazi. Desde enero de 2012 ocupa la presidencia del Parlamento Europeo.

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