Paul Nuttall es seguidor del Liverpool FC y en su juventud jugó en el Tranmere Rovers, un club de fútbol semiprofesional. Sin embargo, el equipo al que se dedica enteramente este eurodiputado es el UKIP (Partido de la Independencia de Reino Unido) de Nigel Farage, que ahora dirigirá.

A dos días de su 40 cumpleaños, Nuttall fue elegido líder del partido eurófobo con más del 60% de los sufragios. Será el encargado de continuar el polémico legado de Farage después de que la primera sucesora del padrino del brexit dimitiera tras sólo 18 días.

“Nigel confía mucho en él”, afirma a EL ESPAÑOL Hermann Kelly, amigo de Nuttall y portavoz en Bruselas del grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD), al que pertenece UKIP en el Parlamento Europeo. “Tiene muy buen juicio”.

Aunque primero fue conservador, Nuttall se sumó a las filas del Partido de la Independencia de Reino Unido en 2004, recuerda la BBC, cuando la formación eurófoba estaba aún en estado embrionario. Cuatro años después, pasaría a presidir el partido bajo la tutela de Farage y, en 2010, se convertiría oficialmente en su número dos. Como presidente, Nuttall no tenía reparos en desterrar a quien atentara contra la unidad de la formación.

“No tolera a gente que da problemas todo el tiempo o avergüenza al partido”, asegura Kelly, que lo califica también de conciliador. “Les daba una oportunidad, pero si demostraban no estar interesados, los echaba”. Kelly espera que Nuttall ejerza el cargo de líder del partido de la misma manera. “Se asegurará de que el partido esté unido”, asevera.

“A aquellos en el partido que quieren unirse, os digo: tenemos un gran y exitoso futuro”, aseveró Nuttall en su discurso de victoria, recogieron los medios británicos. “Para los que no queráis uniros y queráis continuar batallas del pasado, me temo que vuestro tiempo en este partido roza su fin”.

El referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea desató un terremoto en el seno de UKIP después de que Farage anunciara que se haría a un lado al ver su sueño cumplido.

En septiembre, el partido eligió por mayoría a Diane James para liderar la formación, pero ésta dimitió al poco tras percatarse, dijo, de que no tenía "la suficiente autoridad”. Nuttall había decidido no presentase a esas primarias, porque no quería sufrir en sus carnes “el daño que liderar el partido ha causado a Nigel”.

En octubre, un altercado en Estrasburgo revelaba la implosión que vivía el UKIP. Un eurodiputado de la formación eurófoba noqueaba de un puñetazo a su compañero de filas Steven Woolfe por coquetear con la idea de desertar al gobernante Partido Conservador, que en los últimos meses ha buscado asumir el rol que desempeñaba el UKIP y absorber su espacio político.

Una semana después del incidente, Nuttall hizo público su cambio de parecer y se presentó a las nuevas primarias como el “candidato de unidad” capaz de parchear las grietas del partido y ha acabado venciendo por goleada a Suzanne Evans, una aspirante crítica con Farage.

RECOMPONER EL UKIP

Para relanzar el proyecto del UKIP y sacarlo de su crisis existencial, Nuttall, que defiende una ruptura "dura" con la UE, se propone suplantar al Partido Laborista como “el partido patriota de la gente trabajadora”. Él mismo procede del norte de Inglaterra, una zona donde el laborismo -que también ha quedado tocado por el referéndum- tiene poder y es probable que redirija su atención a estos lares aun cultivando la derecha radical, afirma a este diario Matthew Goodwin, profesor de la Universidad de Kent y uno de los mayores expertos en el partido eurófobo.

De familia católica, Nuttall se crió en la localidad de Bootle, un deprimido municipio costero en el área de Liverpool. Su currículum indica una amplia formación: estudió Ciencias del Deporte al otro lado del país para luego hacer estudios de posgrado en Historia en la Universidad Hope de Liverpool.

En 2009 salió elegido al Parlamento Europeo para representar al noroeste de Inglaterra. Allí ha aprovechado su escaño para difundir su agenda política euroescéptica y populista. Curiosamente, es en la Eurocámara donde el UKIP tiene más poder, ya que sólo ocupa un asiento en el Parlamento de Londres.

“Están en el Parlamento Europeo para intentar usarlo como plataforma para cambiar la opinión pública”, asegura Pieter Cleppe, director de la oficina de Bruselas del laboratorio de ideas británico Open Europe. “Se ha criticado al UKIP por no hacer nada en el Parlamento Europeo y sólo coger financiación de la UE. Creo que eso es en parte verdadero y en parte falso. Es falso en parte porque gente como Nuttall o Farage trabajan muy duro y han conseguido mucho de lo que quieren lograr políticamente”.

En una entrevista con EL ESPAÑOL antes del plebiscito, Nuttall defendió que la Unión Europea “no se puede reformar” y aseveró que no había elemento xenófobo alguno en el brexit. “¿Xenófobo? No hay nada xenófobo en decir que quieres controlar tus fronteras”, concluyó.

Conocido por expresar sus ideas sin tapujos, Nuttall es percibido como menos conflictivo y “más un hombre de acuerdos” que Farage, aunque tal vez peor orador, dice Cleppe. Recientemente, el nuevo dirigente del UKIP defendió en televisión la pena capital para los infanticidas.

Kelly, el amigo del nuevo dirigente del UKIP, lo describe como “un muy buen tipo”, pero “sin miedo a decir exactamente lo que piensa” y “sin miedo a actuar”, así como un político con un “afilado” sentido del humor. Lo resume así: “Brillante, reflexivo y alguien en quien se puede confiar”.

Del mismo modo que Farage confió en Nuttall como segundo de a bordo, también confía en él para pilotar ahora al partido como él mismo lo haría.

“En última instancia, Nuttall es fiel a Farage y, aunque Farage ya no es oficialmente el líder de la formación, mantendrá una gran influencia sobre la dirección del partido”, dice Goodwin, el experto de la Universidad de Kent. “Él fue preparado por Nigel Farage para ser líder del UKIP en el futuro”.

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