"Sí, soy candidato a la presidencia de la república". Con estas palabras ha anunciado Manuel Valls que competirá por conseguir la candidatura socialista al Elíseo para las elecciones presidenciales que Francia celebrará en la primavera. 

Valls ha comunicado también que deja el cargo de primer ministro para centrarse totalmente en su candidatura: "Ha llegado el momento de ir más allá en mis responsabilidades". El candidato socialista ha apelado a su experiencia de Gobierno para pedir un partido socialista galo que haga frente al auge de la extrema derecha. "Tenemos que evitar que lleguen al poder", ha aseverado sobre la candidatura de Marine Le Pen. 

El gabinete del primer ministro anunció esta mañana en un comunicado que Valls haría una declaración pública en el Ayuntamiento de la ciudad de Evry, localidad de las afueras de París donde este político nacido en Barcelona fue alcalde. 



Antes de su comparecencia, Valls se ha reunido con François Hollande para comunicarle su decisión. El presidente galo ya anunció que el pasado viernes que no optaría a la reelección, decisión que ha allanado el camino para que Valls pelee ahora por las primarias socialistas, que se celebrarán a lo largo de enero. 

Durante su comparecencia ha expresado su gratitud a Hollande, al que ha calificado de "hombre de estado".

Objetivo: dar la vuelta a las encuestas

La tarea a la que se enfrenta Valls no es sencilla. Aunque parte como favorito en la carrera de la izquierda tendrá que superar al resto de rivales y coser las heridas de un partido dividido y con una aparente desvantaja ante la derecha según los sondeos. Pero además de ganar en las primarias al único candidato con posibilidades hasta ahora: el exministro de Economía Arnaud Montebourg, el ya exprimer ministro tiene dos rivales a batir: Fillon y Le Pen. 

Hasta ahora, las encuestas sonrien al recién designado candidato de la derecha y a la del Frente Nacional. Ambos pasarían a la segunda vuelta, en la que se decidiría el próximo inquilino del Elíseo. Como el propio Valls ha reconocido durante su discurso, muchos dan por hecho que Fillon será el nuevo presidente de la República. Sin embargo, el candidato ha recordado que "no hay nada escrito" y ha pedido al partido que le ayude a dar la vuelta a los sondeos: "Dadme esa fuerza, quiero llevar a la izquierda a la victoria".

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