“Ayúdanos a llevar a Nigel Farage a los tribunales”. Es el eslogan de la campaña lanzada por la organización Hope Not Hate (Esperanza, No Odio) para poder emprender acciones legales contra el líder eurófobo si no se retracta de sus comentarios “potencialmente difamatorios” sobre el grupo.
El conflicto comenzó el pasado martes a raíz de un tuit de Nigel Farage en el que responsabilizaba a la canciller alemana, Angela Merkel, por el atentado en Berlín que segó doce vidas. “Noticias terribles de Berlín, pero sin sorpresas. Acontecimientos como éste serán el legado de Merkel”, escribió.
Brendan Cox, esposo de la diputada británica asesinada en la antesala del referéndum por un ultraderechista, reaccionó rápidamente al mensaje. “¿Culpar a los políticos por los actos de extremistas? Eso es terreno resbaladizo, Nigel”, respondió Cox refiriéndose a la muerte de su mujer a manos de un defensor del brexit.
Ese mismo día, en la radio LBC, Farage contraatacó: “Por supuesto, él [Brendan Cox] sabe más sobre extremistas que yo. Él apoya organizaciones como Hope Not Hate, que se disfrazan de adorables y pacíficas pero en realidad utilizan medios violentos y muy antidemocráticos”.
Tras perder a su mujer, Cox decidió establecer un fondo en su honor para recabar financiación para causas que la parlamentaria apoyaba. Una de las organizaciones beneficiarias es la antirracista Hope Not Hate, que dice ofrecer “un antídoto positivo a las políticas del odio” en Reino Unido. “Combinamos investigación de primera clase con activismo comunitario y acciones sociales para derrotar a grupos xenófobos en las elecciones y construir resistencia al extremismo en las comunidades”, afirma en su página web.
A raíz de las declaraciones de Farage, el grupo ha lanzado una campaña para recabar fondos con los que llevar al político a los tribunales. El abogado de Hope Not Hate ha enviado una carta al líder eurófobo exigiendo que pida disculpas por sus comentarios. De solucionarse el conflicto de manera extrajudicial, la organización destinará lo recaudado a “nuestra campaña contra el extremismo y el odio en todas sus formas”. Pero, por ahora, Farage no ha dado señales de querer dar marcha atrás.
Contactada por este diario, Hope Not Hate señaló que no había concedido entrevistas sobre el conflicto y que su versión quedaba reflejada en un artículo de opinión de su dirigente, Nick Lowles, publicado el jueves en The Guardian. En el texto, Lowles argumenta que “los comentarios de Farage fueron asquerosamente ofensivos”. “Ya sea Farage en el Reino Unido o Donald Trump en Estados Unidos, creen que pueden demonizar a sus oponentes sin pensar lo más mínimo en el daño que causan o el odio que incitan entre sus simpatizantes”, escribe.
El UKIP (Partido de la Independencia de Reino Unido) de Farage ha estado desde hace unos años en el punto de mira de Hope Not Hate, que también se enfrenta al islamismo radical. De hecho, la organización se jacta de haber evitado que el partido antieuropeo consiguiera más de un diputado en el Parlamento de Westminster en las elecciones generales del año pasado.
En 2013, la formación hoy dirigida por el eurodiputado Paul Nuttall votó a favor de prohibir que miembros de Hope Not Hate ingresen en sus filas. Según el reglamento interno de UKIP, los miembros de organizaciones en su “lista de proscritos” no pueden integrar la formación. Exmilitantes de partidos de extrema derecha como el Partido Nacional Británico o el Frente Nacional de Reino Unido también tienen prohibida la entrada a UKIP.
UKIP no respondió a una petición de EL ESPAÑOL para discutir la campaña iniciada por Hope Not Hate y su disputa con esa organización.
El conocido donante de UKIP Arron Banks, que financió la campaña del brexit, ha cerrado filas en torno a Farage. El martes criticó en Twitter a Hope Not Hate y al marido de Jo Cox, a quien acusó de politizar la muerte de su esposa. “Lo siento por su mujer, pero él escogió politizarlo de manera masiva. ¿Quién hace eso?”, escribió.
El portal de noticias de ultraderecha Breitbart News, que apoyó a Donald Trump y cuyo expresidente ejecutivo formará parte de la nueva Casa Blanca, también se ha sumado a la polémica y ha asegurado que un antiguo estratega de comunicaciones de Hope Not Hate reconoció que su organización utilizaba tácticas “sucias” para atacar a rivales políticos.
Por otro lado, la cadena Channel 4 emitió un mensaje de navidad alternativo este domingo de Brendan Cox en el que recuerda a su esposa y pide a la sociedad británica que olvide sus diferencias y se una:
“2016 ha sido un año horrible para nuestra familia y ha sido una año divisivo para el mundo. Un año en que el fascismo, la xenofobia, el extremismo y el terrorismo nos han dividido y hecho sentir amenazados (…). Después de todo lo que ha pasado este año, [Jo] esperaría que todos nos comprometiéramos a hacer algo en 2017 para volver a unificar nuestras comunidades, para acercarnos a quien no esté de acuerdo con nosotros”.