La policía de la región de las Midlands Occidentales de Inglaterra está tratando el discurso que la secretaria de Interior, Amber Rudd, ofreció en el congreso anual del Partido Conservador en octubre como un “incidente de odio”, informa la prensa británica.
Ante sus compañeros de filas, Rudd propuso obligar a las empresas británicas a revelar cuántos trabajadores extranjeros emplean. También sugirió crear un fondo para controlar la inmigración y restringir el flujo de estudiantes europeos a Reino Unido.
La responsable de Interior afirmó que los extranjeros no deberían “llevarse los trabajos que ciudadanos británicos pueden realizar”.
Fue un profesor de la Universidad de Oxford el que acudió a la policía, asegura BBC. Pero aunque las fuerzas del orden hablan de “incidente de odio”, no consideran que se haya cometido delito.
La polémica desatada por sus comentarios en la conferencia tory llevaron a Rudd a defender la notoria medida de revelar el número de extranjeros que trabajan en compañías británicas afirmando que no buscaba ser una “placa de la vergüenza” para discriminar a las empresas.
“Deberías poder tener una conversación sobre inmigración, deberíamos poder mantener una conversación sobre qué aptitudes queremos tener en Reino unido y si necesitamos salir de Reino Unido para lograr que éstas aúpen nuestra economía”, dijo en la radio.
Una semana después del congreso del partido, el Gobierno conservador de Theresa May reculó en la propuesta.
Este miércoles Robert Goodwill, secretario de Estado de Inmigración, insinuó que Reino Unido baraja imponer una tasa a las empresas que recluten trabajadores comunitarios.
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