El ministro de Finanzas de Reino Unido, Philip Hammond, ha aprovechado la última presentación de Presupuestos antes de que su Gobierno inicie las negociaciones de divorcio con la Unión Europea para enviar un mensaje de optimismo ante el brexit.
“Hoy les pongo al día de una economía que continúa desmontando con un crecimiento robusto a los comentaristas”, ha dicho a la Cámara de los Comunes de Westminster. “Estos Presupuestos llevan adelante nuestro plan de preparar al Reino Unido para un futuro más brillante”.
Hammond ha asegurado que el año pasado el Reino Unido creció más rápido que Estados Unidos, Francia o Japón viéndose superado solamente por Alemania. Ha recalcado que, contra los pronósticos, el empleo vive máximos de récord.
Sin embargo, ha enfatizado, “la labor no está terminada”. Ha admitido que la productividad del Reino Unido es baja y que numerosas familias trabajadoras sienten aún las consecuencias de la crisis financiera.
Asimismo, el crecimiento económico vivirá una desaceleración mientras Londres abandona la UE antes de regresar a niveles previstos, según estimaciones de la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria: el año que viene bajará al 1,6%, el siguiente a 1,7%, luego a 1,9% y finalmente al 2% en 2021, el porcentaje anticipado meses atrás para este año.
Para un político conocido por su seriedad, Hammond ha ofrecido un discurso con múltiples bromas y pullas a la oposición, inclusive una que podría ser considerada de mal gusto sobre que “hasta Stephen Hawking repudia a Jeremy Corbyn”, el líder del Partido Laborista.
También ha centrado sus palabras en subrayar que el crecimiento “no es un fin en sí mismo” sino que persigue mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras. “La piedra angular de una economía que funcione para todo el mundo deben ser unos estándares de vida en alza para la gente ordinaria”, ha afirmado el ministro, que promete una inversión de 2.000 millones de libras en cuidado y atención social.
Hammond también ha enfatizado que quiere que Reino Unido sea “el mejor país para montar un negocio”, tal vez un mensaje de advertencia a los Veintisiete de que Reino Unido hará todo por sobrevivir si no llega a un acuerdo satisfactorio con la UE. “Reino Unido tiene el régimen fiscal empresarial más competitivo del G7 y estamos comprometidos a hacer de Reino Unido el lugar más atractivo para montar y desarrollar un negocio”, ha asegurado.
Ha prometido un alivio fiscal de 435 millones para pequeñas empresas y los emblemáticos “pubs” británicos. Asimismo, luchará contra el fraude y subirá impuestos a los autónomos para evitar que los ciudadanos opten por esta frecuente forma de empleo sólo para escapar a la presión fiscal.
En lo que a educación respecta, el ministro de Finanzas ha desvelado un plan de 300 millones dedicado a la investigación, ha anunciado la creación de 110 nuevas escuelas sumadas al compromiso de abrir 500 centros nuevos y una apuesta por la formación técnica.
En el Día Internacional de la Mujer, Hammond ha prometido un paquete de 20 millones para combatir la violencia machista y otros cinco para educar a la ciudadanía y celebrar el centenario del sufragio femenino.
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